Humanidad y prudencia

La aportaci¨®n historiogr¨¢fica de Antonio Dom¨ªnguez Ortiz fue de relevancia capital en una numerosa serie de campos. En primer lugar, hay que destacar su contribuci¨®n a la historia social, y de modo muy particular a la de las clases privilegiadas y, por contraste, a la de las clases marginadas. En efecto, sus libros sobre la aristocracia y el clero en la Espa?a del siglo XVII, as¨ª como su visi¨®n general de la sociedad espa?ola del siglo XVIII, y, finalmente, su panorama general sobre las clases privilegiadas en la Espa?a del Antiguo R¨¦gimen siguen constituyendo el cimiento imprescindible para abordar cualquier estudio sobre los grupos dominantes espa?oles de los tiempos modernos. Del mismo modo, sus trabajos sobre la clase de los judeoconversos, sobre los esclavos y sobre los extranjeros en Espa?a son todav¨ªa hoy de consulta obligada para todos aquellos que se adentren en el estudio de estos grupos marginados o marginales de la sociedad espa?ola. Y tampoco deben olvidarse los trabajos sobre la conflictividad, entre los cuales hay que destacar el dedicado a las alteraciones andaluzas, es decir, a los graves motines de subsistencias que sacudieron diversas ciudades de Andaluc¨ªa a mediados del siglo XVII.

Un segundo frente cultivado por don Antonio fue el de la problem¨¢tica hacend¨ªstica. Por una parte, nos encontramos con su cl¨¢sico estudio sobre la relaci¨®n entre la exhausta tesorer¨ªa y las dificultades pol¨ªticas de Felipe IV, mientras, por la otra, no debe dejar de mencionarse su pionero trabajo sobre el desigual peso de la fiscalidad sobre los diferentes grupos sociales.

A continuaci¨®n hay que decir que Sevilla en particular y Andaluc¨ªa en general estuvieron siempre presentes en el horizonte de sus preocupaciones e intereses prioritarios. En ese sentido, si su libro primerizo Orto y ocaso de Sevilla todav¨ªa constituye una excelente introducci¨®n a la historia de la ciudad moderna, sus ensayos sobre Andaluc¨ªa (entre los que destaca el titulado La identidad de Andaluc¨ªa) permiten una perfecta aproximaci¨®n a la configuraci¨®n hist¨®rica de la regi¨®n.

Un ¨²ltimo grupo de libros est¨¢ constituido finalmente por las obras de s¨ªntesis, donde don Antonio volc¨® los conocimientos adquiridos por su frecuentaci¨®n constante de la documentaci¨®n original. Entre ellos es preciso destacar su contribuci¨®n sobre la ¨¦poca de los Reyes Cat¨®licos y los Austrias a la Historia de Espa?a Alfaguara, que a la altura de 1973 signific¨® un verdadero hito por su novedad, por la originalidad de su enfoque, que quebraba toda una tradici¨®n manual¨ªstica. Recientemente public¨® una soberbia s¨ªntesis de la historia espa?ola bajo el t¨ªtulo de Espa?a. Tres mil a?os de historia, un ensayo de 400 p¨¢ginas que supone una decantada interpretaci¨®n de todo el material recopilado a lo largo de su vida, un verdadero testamento historiogr¨¢fico.

Finalmente, habr¨ªa que resaltar la principal de sus cualidades, la profunda humanidad de don Antonio, su actitud siempre afectuosa para con todos, su talante prudente y modesto, que parece ser patrimonio de los aut¨¦nticos sabios. Vaya aqu¨ª nuestro ¨²ltimo y sentido homenaje de cari?o, admiraci¨®n y agradecimiento.