Comunidad de destino
Francia y Alemania sentaron ayer nuevas bases para esa "comunidad de destino" que une a los dos pa¨ªses en un porvenir "indisociable" de una Uni¨®n Europea m¨¢s amplia y profunda. La celebraci¨®n del 40? aniversario del Tratado del El¨ªseo viene a escenificar no ya que Par¨ªs y Berl¨ªn enterraron hace ya largo tiempo el hacha de unas guerras fratricidas que marcaron su pasado, sino que ambos sacan una nueva fortaleza de esta relaci¨®n bilateral y del avance de la construcci¨®n europea. El mayor ¨¦xito de la reconciliaci¨®n sellada 40 a?os atr¨¢s por De Gaulle y Adenauer es que, frente al sentimiento de sus abuelos y bisabuelos, la juventud de ambos pa¨ªses encuentre esta situaci¨®n casi natural.
La reconciliaci¨®n franco-alemana en los a?os cincuenta tuvo un marco europeo antes que bilateral. Alemania se normaliz¨® a fuerza de europeizarse. La relaci¨®n entre los dos grandes vecinos ha atravesado malos momentos. A Francia le cost¨® psicol¨®gicamente digerir la unificaci¨®n alemana tanto como le est¨¢ costando econ¨®micamente a la propia Alemania. Son dos pa¨ªses muy distintos: una Francia centralista y una Alemania federal; una potencia nuclear con ej¨¦rcito profesional frente a otra sin tales armas y con servicio militar obligatorio; sus estructuras econ¨®micas son muy diferentes, aunque ambas est¨¦n necesitadas de reformas internas. La creaci¨®n de un cargo de secretario general para impulsar las relaciones entre las dos naciones, las participaciones cruzadas en sus respectivos Consejos de Ministros nacionales o los planes de armonizaci¨®n legislativa muestran que, aunque el eje est¨¦ necesitado de una redefinici¨®n, al menos tiene la voluntad de avanzar, incluso para transformar las instituciones europeas y para pasar de una pol¨ªtica exterior y de seguridad com¨²n en la UE a una Uni¨®n Europea de Seguridad y Defensa.
La casualidad ha querido que coincidieran en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas -Francia, como miembro permanente con derecho de veto, y Alemania, por dos a?os- en un momento cr¨ªtico, y ambos se han comprometido a "adoptar posiciones comunes". Chirac y Schr?der expresaron ayer una misma visi¨®n, abiertamente contra la guerra, sobre la crisis de Irak, dejando en el aire la amenaza de veto franc¨¦s y de abstenci¨®n o voto en contra alem¨¢n. Dada la postura de Blair, y con Aznar a la sombra de un Bush que amenaza con actuar en solitario si la ONU no le sigue, la preservaci¨®n de la centralidad y la legitimidad del Consejo de Seguridad, e incluso la posibilidad de moderar a EE UU, van a depender en buena parte de este entendimiento franco-alem¨¢n.
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