Malditos pacifistas

Un peligroso espectro recorre Europa, el espectro del pacifismo. Incluso se ha infiltrado en algunos medios de comunicaci¨®n, donde unos pocos desaprensivos periodistas no valoran debidamente el espect¨¢culo brindado a la audiencia por la reluciente tecnolog¨ªa militar de matar televisada y limpiamente. Adem¨¢s, s¨®lo se va a "desarmar" al poseedor de armas de destrucci¨®n masiva, que, casualmente, cuenta con las segundas mayores reservas de petr¨®leo.

Garantizando la ausencia de bajas propias, se ofrecen guerras r¨¢pidas que acaban antes de que la opini¨®n p¨²blica se pregunte cu¨¢nto cuestan, o lo que todav¨ªa es peor: ?Por qu¨¦ morir¨¢n hombres, mujeres y ni?os en Irak? Los asesores advierten de que el retraso ser¨ªa desfavorable para el calendario electoral americano, porque las guerras se organizan, con cualquier excusa y contra cualquier pa¨ªs remoto, para que Bush gane popularidad y no se vea tan apurado en su pr¨®xima reelecci¨®n.

Los l¨ªderes europeos, cabos furrieles en el ej¨¦rcito del bien, para reengancharse en sus poltronas deben acallar esas pat¨¦ticas voces que piden la antiecon¨®mica paz, surgiendo de esa ciudadan¨ªa que no comprende la trascendencia de la industria b¨¦lica en el bienestar y progreso de la humanidad.