El sonido de un lector

Es un lector cl¨¢sico. En esa jornada en la que la m¨²sica de La Reina del Sur le despert¨® en su cumplea?os, los que tuvieron ocasi¨®n de ver su casa pudieron observar los libros que en ella han encontrado sitio; y ah¨ª est¨¢n, en efecto, a veces en ediciones principales, Cervantes, Quevedo y hasta P¨¦rez Gald¨®s, observando una vocaci¨®n literaria que alcanz¨® en el periodismo su ¨¢mbito de leyenda. Arturo P¨¦rez-Reverte se hizo a s¨ª mismo un escritor transitando entre esos libros y tratando de decir adi¨®s a la ficci¨®n que era la realidad. Fue un periodista, y a¨²n lo sigue siendo, pues en La Reina del Sur se halla ese est¨ªmulo; pero un d¨ªa dijo adi¨®s a todo aquello y se sumergi¨® en la aventura. En ella vive. Pero nunca antes de esa novela, La Reina del Sur, hubo en su obra tanta m¨²sica. Acaso porque en esa novela es donde ¨¦l se propone hacer leer al que no sabe, obligar a la aventura al que dijo que no quiere vivir m¨¢s, que mejor se halla en la c¨¢rcel. No es una met¨¢fora tan s¨®lo, es una apuesta, un libro que define su pasi¨®n por narrar, pero no por ser narrador: porque le cuenten. ?l ha vivido gracias a que le han contado. La m¨²sica viene en ese viaje que ¨¦l mismo propone. En Alatriste el escritor trat¨® de detener el tiempo, de decirnos que el Siglo de Oro sigue hablando. Para escribir su ¨²ltima novela ha tenido que escuchar el sonido de aquella biblioteca. Con ¨¦l llega a la Academia el sonido de un lector.