Una saga familiar rasgada por ETA
Es Nosotros, los Ybarra un libro que ayuda a conocer la industrializaci¨®n de Vizcaya (y, si se quiere, de Espa?a), pero, sobre todo, es un repaso inagotable de una saga empresarial y familiar que empez¨® a crecer a finales del siglo XVIII por el esp¨ªritu emprendedor de Jos¨¦ Antonio de Ybarra, eslab¨®n entre un pasado campesino y un futuro arist¨®crata ligado a la industria del mineral de hierro, el comercio y las finanzas. Es la historia de "una familia que hizo de la unidad el eje de todas sus actividades mercantiles, industriales y financieras" desde que el arriero Juan Bautista de Ybarra comenz¨® a trabajar, en 1746, para el marqu¨¦s de Villar¨ªas, propietario de una ferrer¨ªa en Somorrostro, y en la que los bisnietos de ¨¦ste acabaron cas¨¢ndose con las bisnietas de aqu¨¦l. Pero es tambi¨¦n el resultado del desencanto en una familia que pierde esa tan fuerte cohesi¨®n el d¨ªa que ETA asesina a Javier de Ybarra Berg¨¦, padre del autor, en junio de 1977. "Los Ybarra rompieron con la tradici¨®n de unidad familiar al traicionar a uno de sus miembros m¨¢s distinguidos, permitiendo que se convirtiera, tras las elecciones del 15-J, en el primer muerto de la democracia", se despecha.
NOSOTROS, LOS YBARRA. VIDA, ECONOM?A Y SOCIEDAD (1744-1902)
Javier de Ybarra e Ybarra. Tusquets. Barcelona, 2002. 904 p¨¢ginas. 25 euros
Es este episodio, precisamente, el que inicia la extensa obra, finalista del XV Premio Comillas. Con acierto, el autor impone el secuestro y posterior asesinato de su padre como punto de partida para luego remontarse dos siglos y medio atr¨¢s, cuando su sexto abuelo, el arriero Juan Bautista, se traslad¨® de la euskald¨²n Guecho a la castellanoparlante Somorrostro para transportar el mineral de hierro. El lector recibe, as¨ª, una cuidada transici¨®n desde la actualidad de los Ybarra hasta aquellos fruct¨ªferos primeros pasos a las orillas del r¨ªo Gobelas.
En "ETA entra en casa", el primer cap¨ªtulo, detalla la llegada al domicilio de Javier de Ybarra Berg¨¦ de cuatro miembros de la banda terrorista (tres hombres y una mujer, se pregunta si era Yoyes) y la operativa tramada para el secuestro; c¨®mo reducen a la sirvienta y a los hijos presentes (Enrique, Borja, Ana y Cosme); las posteriores e infructuosas negociaciones con los bancos Bilbao y Vizcaya, en cuyos consejos se sentaban varios parientes del secuestrado (ex consejero ¨¦l mismo del Vizcaya) para conseguir los 1.000 millones de pesetas que la organizaci¨®n armada exig¨ªa a "la oligarqu¨ªa de los Ybarra" por el rescate; el comportamiento, casi uno por uno, de familiares y amigos m¨¢s allegados ("hubo familiares que se evaporaron y no los volvimos a ver; otros, en cambio, dieron la cara y se dignaron a colaborar"); la fracasada b¨²squeda por los montes, conducidos por el p¨¦ndulo del visionario jesuita padre Pil¨®n (hab¨ªa participado en el rescate de Antonio Mar¨ªa de Oriol); y, finalmente, la comunicaci¨®n del asesinato el 20 de junio.
La extensa obra es el resulta-
do de m¨¢s de ocho a?os de investigaci¨®n. A excepci¨®n del primer cap¨ªtulo, cubre el periodo comprendido entre 1744 y 1902. El autor prepara un segundo tomo que abarcar¨¢ todo el siglo XX. Tiene detr¨¢s un exhaustivo trabajo de documentaci¨®n que se refleja en prolijas descripciones que obliga a tomar papel y l¨¢piz para no perder ripio del inmenso bagaje de apellidos que se van mezclando en sus vidas y sus negocios hasta formar uno de los n¨²cleos empresariales m¨¢s boyantes del pa¨ªs.
El autor, adem¨¢s, se adentra en los diferentes episodios nacionales que se suceden en las ¨¦pocas en esta parte de la obra, como la invasi¨®n napole¨®nica, las guerras carlistas, los sitios de Bilbao, la I Rep¨²blica o la Restauraci¨®n y las relaciones de los Ybarra con los poderes establecidos. Reconstruye los cambios que se producen en la industria del hierro (con el desarrollo del acero y la creaci¨®n de Altos Hornos de Vizcaya, entre otras iniciativas), la diversificaci¨®n a otros sectores como el transporte mar¨ªtimo, la incursi¨®n en la actividad bancaria (con la constituci¨®n del banco de Bilbao; luego vendr¨ªa el Vizcaya); el traslado de uno de sus miembros a Andaluc¨ªa donde crear¨ªa otra rama empresarial centrada en el aceite, y la menci¨®n ¨²nicamente (ya que se produce despu¨¦s de 1902) de la entrada en medios de comunicaci¨®n.
Javier de Ybarra (hijo) se esfuerza en ser objetivo y no le duelen prendas en reconocer asuntos turbios de sus antepasados, aunque entonces no estuvieran tan mal vistos. Por ejemplo, habla de la participaci¨®n de Jos¨¦ Antonio de Ybarra en empresas que obten¨ªan ping¨¹es beneficios con el traslado de esclavos. O los intereses que llevaron a los responsables del Vizcaya a respaldar a su padre como alcalde de Bilbao y luego tener su respaldo para construir la torre que ser¨ªa la sede del banco en la capital vizca¨ªna donde hab¨ªa un palacio neocl¨¢sico. "Eran cosas que s¨®lo sabiendo lo que era el franquismo puede entenderse", cuenta el autor. Cuenta Ybarra que los dos bancos se turnaban en la alcald¨ªa y a su padre le toc¨® gobernar la villa durante siete a?os. De teniente-alcalde tuvo a su sobrino Emilio, quien ser¨ªa presidente del ya fusionado Banco Bilbao Vizcaya (BBV) y del BBVA, y que hoy est¨¢ imputado en la Audiencia Nacional por el caso de las cuentas secretas del banco en para¨ªsos fiscales.
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