Arte moderno para torturar
Dibujos surrealistas y geom¨¦tricos se usaron para castigar a los reclusos en checas
Cuando lo cre¨®, Luis Bu?uel no se pod¨ªa imaginar que el fotograma de un ojo rasgado por una cuchilla de la pel¨ªcula El perro andaluz servir¨ªa para torturar a personas encarceladas en celdas de castigo. Tampoco Kandinsky o Klee imaginaron que sus composiciones formar¨ªan parte de un plan de tortura "psicot¨¦cnico".
El hecho es el siguiente: en ciertas checas de Barcelona construidas durante la Guerra Civil por los que entonces eran llamados rojos y que, mediante m¨¦todos de tortura, estaban destinadas a hacer hablar a quienes all¨ª permanec¨ªan detenidos, se ide¨® una modalidad de tortura distinta, la llamada de "m¨¦todos psicot¨¦cnicos". ?stos consist¨ªan en la decoraci¨®n de la checa con unos dibujos geom¨¦tricos que consegu¨ªan marear y obsesionar visualmente al recluso. El parecido de los dibujos con ciertas obras de la Bauhaus, especialmente con algunas de Kandinsky de la d¨¦cada de 1920 (Tres sonoridades amarillas, de l926) o con las de otros pintores abstractos, como Moholy Nagy y Johannes Itten, es sorprendente. El historiador del arte Jos¨¦ Milicua ha estudiado el tema, y existe rastro de que efectivamente se produjeron esas torturas utilizando el arte moderno, como el libro Por qu¨¦ hice las "chekas" de Barcelona. Laurencic ante el consejo de guerra (1939), firmado por R. L. Chac¨®n.
La contemplaci¨®n de las paredes "hac¨ªa trizas los nervios de las v¨ªctimas"
El parecido de las pinturas con ciertas obras de la Bauhaus es sorprendente
El art¨ªfice de estas decoraciones (las llamadas "celdas de colores" de las calles de Vallmajor y Saragossa de Barcelona) fue Alfonso Laurencic. ?ste era un franc¨¦s de 37 a?os, de padres austriacos, que cuando fue juzgado al final de la guerra apareci¨® como s¨²bdito yugoslavo. Se hab¨ªa afiliado a la CNT en l933 y a la UGT en l936; pero, dado su dominio de los idiomas, en realidad era un doble agente. Estaf¨® tanto a un bando como al otro, cobrando numerosas sumas de dinero por facilitar la salida de la zona roja a personas pudientes. En el consejo de guerra, que tuvo lugar el 12 de junio de l939 y que despert¨® una enorme expectaci¨®n, aleg¨® que, pesando sobre ¨¦l 12 penas de muerte, hab¨ªa hecho lo que hizo por salvar su pellejo. En el texto de la sentencia se especifica que la "verdadera profesi¨®n" del condenado "es la de director de orquesta y pintor".
Las celdas de tortura se empezaron a construir en mayo de l938 y, evidentemente, no se mostraron nunca a los periodistas extranjeros que cubr¨ªan la informaci¨®n sobre la zona republicana. A ellos se les mostraban otras instalaciones de la misma casa que serv¨ªa de prisi¨®n, para dar una imagen de humanidad con los reos. Pero en realidad las checas eran antros de aproximadamente 2 metros de altura, 1,5 de ancho y 2 de largo, alquitranados por dentro y por fuera para que el espacio se recalentara con la luz del sol y produjera un calor insoportable. El preso jam¨¢s consegu¨ªa descansar, porque la inclinaci¨®n del 20% que se hab¨ªa dado a la tabla que serv¨ªa de cama imped¨ªa todo reposo. Un poyo adosado a la pared imped¨ªa sentarse, pues hac¨ªa resbalar el cuerpo hasta el pavimento. Si el desgraciado quer¨ªa pasear por el estrecho cub¨ªculo, topaba con unos ladrillos y otros cuerpos geom¨¦tricos esparcidos por el suelo y destinados a impedir cualquier movimiento. Entonces s¨®lo le quedaba contemplar las cuatro paredes, una de las cuales era curva, y lo que ve¨ªa eran figuras de ilusi¨®n ¨®ptica, como dameros, cubos, c¨ªrculos de colores, espirales y diversas tramas o rejillas. Estas ¨²ltimas, al conjuro de una potente luz, simulaban movimiento, "haciendo trizas los nervios de las v¨ªctimas", seg¨²n se lee en el libro de R. L. Chac¨®n.
Vistas con la distancia, podemos imaginar que eran un antecedente, primario y vulgar, de ciertas obras de Vasarely posteriores. El encargo, seg¨²n manifest¨® el propio Laurencic en el juicio que le conden¨®, proven¨ªa de un tal Garrig¨®s, quien, seg¨²n ¨¦l, conoc¨ªa este tipo de celdas de otros lugares, seguramente, a?adi¨®, de Valencia. Tambi¨¦n se?al¨® que le hab¨ªan interrogado sobre los efectos psicol¨®gicos producidos por los colores. Estos efectos hab¨ªan empezado a ser estudiados ya por los rom¨¢nticos (el pintor Philip Otto Runge elabor¨® una hoy ya famosa teor¨ªa sobre ello), pero fue especialmente en la ¨¦poca de la Bauhaus, con los escritos de Klee, de Kandinsky y de Johannes Itten, cuando se profundiz¨® en el estudio de la sinestesia y de los efectos psicol¨®gicos del cromatismo. Las respuestas del siniestro Laurencic no llegaron m¨¢s que al abec¨¦ del tema, es decir, que el rojo es un color excitante mientras que el azul es relajante. A?adi¨® que el verde produc¨ªa melancol¨ªa y tristeza, por lo cual se procedi¨® a colocar vidrios de dicho color en la ventana.
La conexi¨®n entre tortura y arte experimental tiene otro ejemplo. En el informe del fiscal que particip¨® en el juicio se mencionan otros tormentos utilizados en las checas de los bajos del Gobierno Civil de Murcia: el potro, las astillas y el llamado "ata¨²d". Y a ellos se suma la proyecci¨®n de "un enorme ojo humano, que es rajado por una cuchilla de afeitar". ?Se proyectaba, pues, la famosa secuencia de El perro andaluz (l929)? El filme se hab¨ªa presentado en Espa?a el mismo a?o de su realizaci¨®n, y los fotogramas del ojo se hab¨ªan publicado en varias revistas surrealistas. Era, por tanto, una imagen popularmente conocida en los a?os treinta. Ado Kyrou dir¨ªa del filme que "se trata de la primera pel¨ªcula de la historia del cine que, en contra de todas las reglas, ha sido realizada para que el espectador medio no pueda soportar su visi¨®n".
Las checas utilizaron, pues, los estilos vanguardistas del momento, el surrealismo y la abstracci¨®n geom¨¦trica, con el prop¨®sito de torturar psicol¨®gicamente a la v¨ªctima. Poco pod¨ªan haber imaginado los creadores de lenguajes revolucionarios y liberadores que uno de sus usos estar¨ªa tan intr¨ªnsecamente asociado a la represi¨®n.
Babelia
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