Una mala vacuna dispar¨® los casos de paperas en la regi¨®n

Un cambio en la vacuna triple v¨ªrica, implantado por el Ministerio de Sanidad a partir de 1992 y que redujo sin pretenderlo la eficacia de las dosis, ha disparado la incidencia de las paperas en la regi¨®n. Un total de 1.189 madrile?os sufri¨® la enfermedad en 2001; tres a?os antes los afectados hab¨ªan sido 120. Los datos de 2002, a¨²n incompletos, apuntan a que la enfermedad vuelve a remitir. Sanidad rectific¨® en 1999 y cambi¨® la vacuna culpable del incremento. Las paperas afectan casi siempre a los ni?os, que las superan de forma benigna. Entre los adultos es rara y grave.

Los casos de paperas eran casi anecd¨®ticos en la regi¨®n en 1998, a?o en el que s¨®lo 120 personas la sufrieron. A partir de entonces, sin embargo, la incidencia de la enfermedad se dispar¨®. En 1999 se registraron 329 casos, 814 en en 2000, y en 2001 los enfermos fueron 1.189, seg¨²n datos de los boletines epidemiol¨®gicos de la consejer¨ªa y del Ministerio de Sanidad. En un lapso de s¨®lo tres a?os, las paperas hab¨ªan aumentado un 990% en la regi¨®n.

Al ser una enfermedad contagiosa y afectar casi siempre a los ni?os, las paperas suelen aparecer en brotes infecciosos en las escuelas. En 2001 se registraron en la regi¨®n 72 brotes en colegios, 16 m¨¢s que en 2000. Otros seis brotes surgieron en el ¨¢mbito familiar u otros. Siete ni?os fueron hospitalizados por paperas. En 1999, los brotes escolares hab¨ªan sido s¨®lo 15, y un a?o antes, siete.

El distrito de Ciudad Lineal, con 10 brotes escolares; Majadahonda, con ocho, y Vallecas, con siete, fueron en 2001 las zonas m¨¢s afectadas por las paperas en la regi¨®n.

Las paperas, m¨¦dicamente tambi¨¦n denominadas parotiditis, est¨¢n causadas por un virus que se contagia a trav¨¦s de la saliva, seg¨²n Francisco Valverde Moreno, presidente de la Sociedad de Pediatr¨ªa de Madrid y Castilla-La Mancha y jefe del servicio de Pediatr¨ªa en el hospital Cl¨ªnico.

Dolor y fiebre

Tras una incubaci¨®n de entre 12 y 24 d¨ªas, el virus infecta las gl¨¢ndulas par¨®tidas -gl¨¢ndu-las salivales situadas entre el o¨ªdo y la mand¨ªbula-. ?stas se inflaman y producen dolor y fiebre al paciente.

La enfermedad afecta sobre todo a la poblaci¨®n infantil de entre dos y 12 a?os, aunque tambi¨¦n pueden enfermar los adultos. Los ni?os suelen recuperarse sin problemas en un periodo de entre tres y siete d¨ªas. Hasta en un 13% de los ni?os enfermos, la enfermedad se extiende a los m¨²sculos del coraz¨®n, pero tambi¨¦n en estos casos cursa de forma benigna.

En los adultos la enfermedad puede ser m¨¢s grave y extenderse a otros ¨®rganos, seg¨²n Valverde Moreno. Uno de cada ocho adolescentes y uno de cada tres hombres adultos enfermos sufren una infecci¨®n en los test¨ªculos. En algunos casos, esta infecci¨®n causa esterilidad.

La responsable del aumento en la regi¨®n de las paperas fue una nueva vacuna que, pretendiendo reducir los efectos secundarios de la anterior, acab¨® por reducir la protecci¨®n de los ni?os frente al virus de las paperas.

El Servicio de Epidemiolog¨ªa de la Consejer¨ªa de Sanidad confirm¨® la relaci¨®n entre la vacuna poco eficaz y el aumento de casos de paperas en la regi¨®n. Los epidemi¨®logos detectaron que los ni?os vacunados con la nueva vacuna ten¨ªan hasta ocho veces m¨¢s posibilidades de enfermar que los vacunados con la antigua.

Hasta 1992, la vacuna triple v¨ªrica inclu¨ªa para las paperas las cepas Jeryl Lynn o Urabe Am 9. Esta ¨²ltima fue retirada porque en el Reino Unido se hab¨ªan registrado miles de casos de meningitis en ni?os vacunados. "No eran casos graves, era una meningitis benigna, pero optamos por no seguir aplicando la vacuna con la cepa Urabe Am 9", explica un portavoz de Sanidad. Esta cepa presentaba otro problema, seg¨²n la consejer¨ªa: causaba reacciones al¨¦rgicas en algunos ni?os porque conten¨ªa un derivado del huevo.

Una nueva cepa, denominada Rubini, fue introducida por Sanidad a partir de 1992. Las previsiones eran que la nueva vacuna era igual de eficaz que la anterior y, adem¨¢s, no ten¨ªa efectos secundarios.

El paso del tiempo, sin embargo, demostr¨® que esto no era as¨ª. La nueva vacuna se introdujo de forma desigual, por lo que su menor protecci¨®n contra las paperas tard¨® a?os en demostrarse. El Ministerio de Sanidad cre¨® en 1997, tras la aparici¨®n de los primeros brotes de paperas en ni?os que hab¨ªan sido adecuadamente vacunados, un programa de seguimiento para averiguar qu¨¦ estaba sucediendo.

Las conclusiones de este equipo cient¨ªfico llevaron a Sanidad a dejar de aplicar en 1999 la vacuna con la cepa Rubini. S¨®lo los menores que tienen problemas de alergia con otras vacunas son hoy vacunados con esta cepa.

Los efectos de la retirada ya se est¨¢n notando en la regi¨®n, seg¨²n los primeros datos disponibles de 2002. El Instituto de Salud P¨²blica de la Consejer¨ªa de Sanidad tiene contabilizados hasta el pasado 30 de noviembre 535 casos de paperas. Estos datos, sin embargo, a¨²n deben ser completados y crecer¨¢n, pero nunca llegar¨¢n a los niveles de 2001.

La triple v¨ªrica es una vacuna que inmuniza a los ni?os ante las paperas, el sarampi¨®n y la rub¨¦ola. Su aplicaci¨®n a toda la poblaci¨®n infantil, aplicada por el Ministerio de Sanidad a partir de 1981, ha reducido la incidencia de las tres enfermedades a niveles m¨ªnimos.