La mala punter¨ªa condena al Valladolid

Man¨¦ nunca imagin¨® que con tan poco pudiese conseguir tanto. Pero a veces el f¨²tbol se reduce a una mera cuesti¨®n de punter¨ªa y ayer en Zorrilla s¨®lo fue eso. El Alav¨¦s gan¨® por estad¨ªstica -tres goles cazados en cuatro intentos- al Valladolid, cero de diez, y no le super¨® en nada m¨¢s. Incluso los aciertos se produjeron en momentos de gran valor estrat¨¦gico, en las fases en las que el rival se agrandaba y el Alav¨¦s comenzaba a tener la imagen propia de su comportamiento, la de un equipo r¨¢cano y sin casi aspiraciones ofensivas. El Valladolid, que estaba destinado a estrellarse contra los centrales rivales, termin¨® estrellado contra s¨ª mismo, contra su escasez de recursos en el remate y contra el infortunio.

El planteamiento de Man¨¦ pintaba un choque feo. Tres centrales, Luis Helguera y Turiel por delante para apuntalar, y el resto enfangados en alargar la presi¨®n a lo largo de todo el campo. ?se era el Alav¨¦s y, de ah¨ª hacia adelante, s¨®lo lo que pudiese caerle a Ruben Navarro. Pas¨® mucho tiempo hasta que le cay¨® algo, porque el Valladolid tuvo una idea brillante para despachar la presi¨®n. Mor¨¦ coloc¨® a Chema, el te¨®rico interior derecha, entre las dos l¨ªneas defensivas del cuadro vitoriano. A Chema no se le esperaba, y menos as¨ª, pero el revuelo que arm¨® puso a todo el mundo en estado de excepci¨®n, porque comenz¨® a crear ocasiones de gol a diestro y siniestro. En ¨¦sas le cay¨® el primer bal¨®n con peligro a Rub¨¦n Navarro en forma de libre directo que se col¨® por la escuadra ante la fragilidad de las manos de Bizarri.

El Valladolid cay¨® desplomado y sin saber d¨®nde buscar la reacci¨®n. Chema dimiti¨® porque los centrales ya sab¨ªan donde pod¨ªan encontr¨¢rle y los dem¨¢s se quedaron hu¨¦rfanos. El tiempo pas¨® casi cadencioso para el Alav¨¦s, que en un nuevo ejercicio de punter¨ªa fragu¨® el segundo gol en el tercer bal¨®n franco que le cay¨® a Ruben Navarro, que antes hab¨ªa estrellado un disparo en la madera. El gol de Ciric lleg¨® demasiado tarde y a los de Man¨¦ les dio tiempo para anotar el tercero en una jugada est¨²pida del Valladolid, que convirti¨® una falta a favor al borde del ¨¢rea en un contragolpe de tres contra nadie.