No hay balas contra Agassi

Parece inmune al paso del tiempo. Cuantos m¨¢s a?os va cumpliendo, mejor le responde su cuerpo. Andre Agassi es uno de aquellos viejos rockeros para los que el tiempo parece haberse parado. Son incombustibles, inasequibles al desaliento, seguros de s¨ª mismos y capaces de seguir deleitando con su guitarra, o en este caso con su raqueta. Ya no quedan muchos. Pero no hay balas capaces de poner fin a su leyenda. "?Retirada?", reflexion¨® ayer este estadounidense de 32 a?os; "me ir¨¦ cuando jugando a mi mejor nivel no consiga ganar t¨ªtulos".

Eso no sucede ahora. Agassi concluy¨® ayer uno de los torneos m¨¢s completos que ha jugado en su vida y agreg¨® a su palmar¨¦s el octavo t¨ªtulo del Grand Slam. En la final del Open de Australia destroz¨® literalmente al alem¨¢n Rainer Schluetter, 36? mundial, por 6-2, 6-2, 6-1 en menos de una hora y media. Esta octava corona, la cuarta en Australia, le sit¨²a en sexto lugar en la lista de ganadores del Slam, que encabeza su compatriota Pete Sampras (31 a?os), con 14. Pero Agassi no es s¨®lo el jugador m¨¢s carism¨¢tico del circuito, sino tambi¨¦n uno de los cinco jugadores de la historia que ha ganado en los cuatro grandes, algo que le une a una restringida lista formada, adem¨¢s, por Fred Perry, Donald Budge, Roy Emerson y Rod Laver.

Sin embargo, los r¨¦cords no preocupan a Agassi. Ahora mismo asegura que no se plantea recuperar el liderato mundial, que ostenta el australiano Lleyton Hewitt. "No es eso lo que me motiva", asegura, "sino ser capaz de dar lo mejor de m¨ª mismo siempre que entro en una pista de tenis". Y agrega: "Podr¨ªa vivir sin trabajar y, obviamente, sin jugar al tenis. Pero no sin saber que tengo nuevos retos que afrontar en mi vida".