Tres cad¨¢veres an¨®nimos
Un mes despu¨¦s del incendio en la comisar¨ªa de M¨¢laga s¨®lo se ha identificado a cuatro de los siete inmigrantes muertos
Estuvieron semanas en manos de una mafia que los encerr¨® en unacasa de Ceuta, les daba una comida al d¨ªa y les cobraba 4.000 euros por la traves¨ªa. Se quedaron tres d¨ªas a la deriva en el Estrecho, sin agua ni comida, porque se rompi¨® el motor del barco. Acabaron 17 de ellos encerrados en un calabozo de la comisar¨ªa de M¨¢laga, de 4,5 metros por 7. Un c¨²mulo de circunstancias permiti¨® el 27 de diciembre que se abrasaran en la celda. Un detenido prendi¨® fuego a mantas y colchones. No funcion¨® ning¨²n sistema antiincendios.
El polic¨ªa de guardia abri¨® la puerta del calabozo y aunque la mayor¨ªa acab¨® saliendo, el abundante humo y la temperatura, que pudo llegar a 400 grados, provoc¨® un tr¨¢gico balance: siete muertos. Para tres de ellos el infortunio no termina ah¨ª: permanecen en dep¨®sitos judiciales como cad¨¢veres an¨®nimos. Nadie los ha reclamado.
El humo incandescente provoc¨® envenenamiento por mon¨®xido de carbono y quemaduras en las v¨ªas respiratorias, que causaron la mayor parte de las muertes. M¨¦dicos, bomberos y polic¨ªas cuentan que "el calabozo se convirti¨® en un horno lleno de humo". "Salieron con las pesta?as quemadas, la cara achicharrada, la piel acartonada, uno con la mano carbonizada; muchos ten¨ªan la piel y los pulmones abrasados, pero la ropa, que en algunos casos eran varios pantalones superpuestos, estaba casi intacta, no le hab¨ªa llegado la llama", seg¨²n los testigos.
Seg¨²n todos los testimonios, el culpable del incendio fue Ahmed Ahagan, el gu¨ªa de la expedici¨®n. Uno de los supervivientes, un argelino de 39 a?os de nombre Azzidine Abdillah, ha declarado que "un polic¨ªa facilit¨® por la noche tabaco, marca Winston, y un peque?o mechero de color blanco a Ahagan". El comisario jefe de M¨¢laga, Florentino Villabona, lo niega. Pero la noche del incendio el subdelegado del Gobierno, Carlos Rubio, dijo que no era extra?o que manejaran mecheros o cerillas porque "estas personas, en sus celdas, fuman con normalidad".
La expedici¨®n de 20 personas -dos menores, una mujer y 17 hombres adultos- hab¨ªa salido de Ceuta el 24 de diciembre, hacia las ocho de la tarde. Pretend¨ªan llegar en plena Nochebuena a Puerto Ban¨²s (Marbella), en un yate de lujo, el Miriam, matriculado en Ceuta a nombre de un vecino del barrio de El Pr¨ªncipe, que cumple condena en la prisi¨®n de Algeciras.
El lugar de partida, seg¨²n los testimonios de dos supervivientes, debi¨® ser la cala de la Potabilizadora, una peque?a playa rodeada de costa rocosa. Los dos pasajeros, en declaraciones separadas, describen el cuartel del Monte Hacho, que domina la zona, y a los soldados espa?oles. Este sitio est¨¢ cerca de Punta Almina, la zona m¨¢s al este de Ceuta, lejos de las fronteras mar¨ªtimas con Marruecos de Benz¨², al oeste (cerca de la isla Perejil) y Tarajal, al sur, camino de Tetu¨¢n.
Interrogado el te¨®rico due?o del barco, declar¨® que presta sus datos personales a mafiosos para que pongan propiedades a su nombre. La Polic¨ªa est¨¢ convencida de que esta banda est¨¢ compuesta por ciudadanos marroqu¨ªes y espa?oles y el pasado martes organiz¨® una redada en Ceuta en busca de sus cabecillas, sin ¨¦xito. Un testigo describe al jefe como "un hombre fuerte, cejijunto, de cabeza pelada, unos 45 a?os y 1,80 de altura".
Siete muertos, uno grave, ocho devueltos a Marruecos, dos que intentan conseguir papeles en Espa?a y dos menores bajo la tutela de la Junta de Andaluc¨ªa ha sido la suerte de los pasajeros del Miriam.
Los siete fallecidos ten¨ªan quemado entre el 12% y el 60% de su cuerpo, pero, siendo graves estas heridas, los jefes de las unidades de cuidados intensivos que les trataron atribuyen la causa principal de las muertes a la insuficiencia pulmonar. "El pulm¨®n no es capaz de coger el ox¨ªgeno necesario, ni de eliminar el gas carb¨®nico que producen las c¨¦lulas. El mon¨®xido de carbono se une fuertemente a la hemoglobina de la sangre, le impide transportar ox¨ªgeno de los pulmones a las c¨¦lulas y se producen lesiones irreversibles", se?ala Jos¨¦ Carpintero, del hospital Cl¨ªnico.
Los dos primeros muertos, el 30 de diciembre, fueron los presuntos autores del fuego y ten¨ªan un 60% de la superficie corporal quemada. La tercera v¨ªctima, a¨²n sin identidicar, falleci¨® el 1 de enero.Ten¨ªa quemaduras en el 30%.
Reduane Chahbune muri¨® en Sevilla el 2 de enero. Ten¨ªa quemaduras en el 50%. El d¨ªa 7 muri¨® en el Cl¨ªnico de M¨¢laga otra v¨ªctima an¨®nima, el m¨¢s joven de los fallecidos (de entre 15 y 20 a?os), que ten¨ªa los pulmones tan destrozados que daban completamente blancos en las radiograf¨ªas. S¨®lo presentaba quemaduras en el 12% de su cuerpo. El tercer inmigrante sin identificar muri¨® en Sevilla el d¨ªa 12. Ten¨ªa quemaduras en el 43%. El ¨²ltimo, fallecido el 14, se llamaba Mohamed El Bakali. Seg¨²n explic¨® su familia, le amputaron la mano izquierda y varios dedos de la derecha, le trataron graves quemaduras en la cara y le hicieron injertos de piel del muslo en el brazo. Ten¨ªa quemado el 30% de su cuerpo, pero muri¨® por una infecci¨®n.
Uno de los mejor librados de este tr¨¢gico viaje es el argelino Abdillah. Hab¨ªa regresado a Ceuta despu¨¦s de haber estado ocho meses trabajando en Torremolinos (M¨¢laga) en un taller mec¨¢nico en el que cobraba "1.000 ¨® 1.200 euros al mes en negro". Fue el primero en salir de la celda en llamas. Este superviviente explica que ¨¦l y otro inmigrante salieron "hacia el fondo del pasillo de los calabozos, hasta uno vac¨ªo que ten¨ªa puerta". "Al final ¨¦ramos siete; pusimos la ropa en las rendijas para que no entrara humo y esperamos hasta que llegaron los bomberos". Abdillah afirma que "el polic¨ªa que abri¨® el calabozo se asust¨®, se fue corriendo y cerr¨® la puerta de entrada" al recinto de las doce celdas de la comisar¨ªa. Este extremo fue considerado "completamente falso" por el comisario Villabona y tambi¨¦n se contradice con la versi¨®n de los bomberos.
Entre las escasas circunstancias casuales que jugaron a favor de los detenidos estuvo que, antes de que se fuera la luz, el polic¨ªa de guardia acert¨® a abrir electr¨®nicamente el port¨®n blindado de acceso a los calabozos, por donde entraron los bomberos. Los polic¨ªas de servicio no sab¨ªan abrirlo manualmente...
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