La memoria del Holocausto
Jorge Sempr¨²n evoca ante el Parlamento alem¨¢n la liberaci¨®n de Auschwitz
Como "luchador, y no como v¨ªctima, y, mejor a¨²n, como compa?ero de lucha de los antifascistas alemanes", el escritor y ex ministro espa?ol de Cultura Jorge Sempr¨²n se dirigi¨® ayer al pleno del Bundestag (C¨¢mara baja del Parlamento alem¨¢n), en el 58? aniversario de la liberaci¨®n del campo de concentraci¨®n de Auschwitz, que en Alemania desde 1996 se celebra como D¨ªa de Conmemoraci¨®n de las V¨ªctimas del Nacionalsocialismo.
La constante controversia sobre su propio pasado, muy caracter¨ªstica de la Alemania contempor¨¢nea, fue calificada por Sempr¨²n como un "l¨²cido duelo" que quiz¨¢s haya sido uno de los factores decisivos para la "reconstrucci¨®n de una conciencia nacional alemana, ya democr¨¢tica y con vocaci¨®n europea".
El escritor espa?ol estuvo detenido entre 1944 y 1945 en el campo de Buchenwald
El autor de La escritura o la vida ley¨® su texto en alem¨¢n, ante un auditorio compuesto no s¨®lo por los parlamentarios, sino tambi¨¦n por el presidente, Johannes Rau, el Gobierno en pleno y los l¨ªderes de diversas organizaciones sociales.
En el acto participaron tambi¨¦n una treintena de adolescentes que solemnemente recitaron textos de escritores como Primo Levi, Paul Celan y Hans Magnus Enzensberger. Poco antes de la celebraci¨®n, el canciller, Gerhard Schr?der, hab¨ªa firmado un hist¨®rico convenio con el Consejo Central de los Jud¨ªos en Alemania por medio del cual el Estado, entre otros asuntos, se compromete a aportaciones financieras de tres millones de euros anuales a esta comunidad, que hoy d¨ªa vuelve a agrupar cerca de 100.000 personas en Alemania, cerca de 70.000 de ellas provenientes de los pa¨ªses de Europa del Este.
"Es una se?al de aliento para la convivencia de religiones y culturas, as¨ª como un "s¨ªmbolo de la confianza en la democracia", se?al¨® Schr?der.
Con el acuerdo firmado ayer se garantiza una contribuci¨®n estatal estable al Consejo Central de los Jud¨ªos de Alemania, as¨ª como a la Universidad de Estudios Jud¨ªos y al Archivo Central de Investigaciones de la Historia Germano-Jud¨ªa.
Sempr¨²n estuvo detenido entre 1944 y 1945 en el campo de concentraci¨®n de Buchenwald, en las afueras de Weimar, la emblem¨¢tica ciudad alemana en la que, en el siglo XVIII y XIX trabajaron Bach, Goethe, Schiller y Herder.
Recordando su afinidad con este legado cultural, el escritor reiter¨® que nunca se ha sentido como "un extra?o o extranjero" en el "espacio de la historia, la imaginaci¨®n, los sue?os y los deseos" alemanes. El horror del campo de concentraci¨®n, al mismo tiempo, lo marc¨® de por vida. "Probablemente es la esencia de mi identidad", dijo quien ha vivido a caballo entre Espa?a y Francia, entre la pol¨ªtica y la escritura.
En su discurso ante el Parlamento alem¨¢n, Sempr¨²n record¨® dos voces "jud¨ªas y alemanas": la de Albert Rosenberg, un oficial del Ej¨¦rcito estadounidense que prepar¨® un informe sobre Buchenwald -in¨¦dito hasta 1995 porque en ¨¦l dej¨® constancia de la importancia de la resistencia comunista en este campo de concentraci¨®n-, y la de Edmund Husserl, el creador de la fenomenolog¨ªa, que ya en 1935 invoc¨® una "formaci¨®n espiritual europea" de la que podr¨ªa nacer aquella "supranacionalidad" que hoy se comienza a vislumbrar.
En un posterior encuentro con los estudiantes, el novelista contrast¨® la manera en la que Alemania ha encarado su pasado con la "amnist¨ªa y amnesia" imperantes durante la transici¨®n espa?ola tras la muerte de Francisco Franco. "Estamos en una ¨¦poca hist¨®rica en la que los testigos directos desaparecen", dijo tambi¨¦n Sempr¨²n, antes de pronunciarse a favor de que "dentro de 10 a?os" en este tipo de actos tome la palabra alg¨²n joven que pertenezca a la llamada "tercera generaci¨®n" despu¨¦s del Holocausto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.