De las Casas: enmienda a la totalidad
Un libro sorprendente, inquietante, revulsivo, provocativo, sin duda, el del historiador Clavero, sobre la Destrucci¨®n de las Indias, como se titula la gran obra del autor preferido de la izquierda espa?ola, el gran Bartolom¨¦ de las Casas.
El religioso m¨¢s odiado de la l¨ªnea conservadora de este pa¨ªs, aqu¨¦l a quien Men¨¦ndez Pidal estigmatiz¨® de no estar completo de la cabeza; el que salv¨® el honor de la Espa?a de Fernando de los R¨ªos, el m¨¢s amado de la Instituci¨®n Libre de Ense?anza, era, seg¨²n el autor de este libro, un reaccionario con may¨²sculas.
No ya lo que todos sab¨ªamos; que toda la tolerancia y comprensi¨®n que mostraba hacia el indio, lo regateaba para el negro; o tambi¨¦n que el espa?ol y el europeo de su tiempo pensaba al negro en clave que lo relegaba al ¨²ltimo lugar de la creaci¨®n; el color, las razias, que entonces empezaban a penetrar en el ?frica profunda para obtener brazos con los que suplir a los comedores de ma¨ªz, hac¨ªan que De las Casas recibiera el nihil obstat. El dominico era intocable.
GENOCIDIO Y JUSTICIA
Bartolom¨¦ Clavero
Marcial Pons. Madrid, 2002 173 p¨¢ginas. 12 euros
Y hete aqu¨ª que el autor formula un ataque multidimensional contra el defensor de los ind¨ªgenas americanos, al que califica de racista impenitente, porque pensaba el continente reci¨¦n descubierto, o el del Encuentro como se ha dicho para suavizar el futuro, como propiedad inalienable de la Corona de Castilla.
Uno no necesita comulgar con el razonamiento fuertemente encadenado, inteligente y llamativo de Clavero para reconocer en la obra una mirada nueva, terrible, desmitificadora, como sin duda ¨¦l pretend¨ªa. Uno puede pensar que la anacron¨ªa es un terreno siempre resbaladizo; que la extrapolaci¨®n de ¨¦pocas y sensibilidades nos expone a graves patinazos; y no por ello, sin embargo, si en el mensaje de la Ilustraci¨®n hay algo permanente para todos los seres humanos, deja de contener verdad el hecho de que la conquista fue un expolio y que De las Casas, comprensiblemente incapaz de pensar las cosas desde su exterior, fuera un servidor del mayor ultraje . Y su pol¨¦mica con Gin¨¦s de Sep¨²lveda, una muestra de moderaci¨®n dentro del horror m¨¢s que de audacia en la cr¨ªtica del otro.
Un texto apasionante, formidable, discutible, preocupante. Socialdem¨®cratas de buen tono, abstenerse; si hay que pensar Am¨¦rica Latina desde esos par¨¢metros, m¨¢s vale comenzar de nuevo.
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