Blair convence a Bush para buscar una segunda resoluci¨®n antes de atacar a Irak

George W. Bush est¨¢ dispuesto a buscar una nueva resoluci¨®n de la ONU, si es "definitiva" y se alcanza "en un plazo breve", antes de dar la orden de ataque contra Irak. El presidente de Estados Unidos acept¨® ayer las propuestas del primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, con quien se reuni¨® en la Casa Blanca para fijar el calendario de la "fase final" antes de un conflicto b¨¦lico aparentemente inevitable. En principio, los dos aliados acordaron esperar unas semanas m¨¢s y dedicar ese tiempo a buscar el apoyo, mayoritario si no un¨¢nime, del resto de los miembros del Consejo de Seguridad.

Blair confiaba en que esa f¨®rmula permitiera cerrar las divisiones abiertas en la UE por la crisis iraqu¨ª, y proporcionara a la campa?a militar planeada por Washington un respaldo internacional masivo. Bush y Blair, que se definieron a s¨ª mismos como "amigos de verdad", representaron en su comparecencia ante la prensa algo muy parecido a la vieja escena del polic¨ªa bueno y el polic¨ªa malo. Mientras el estadounidense amenazaba con su ya firme decisi¨®n de acabar con Sadam Husein por la v¨ªa militar, con la ONU o sin ella, el brit¨¢nico recordaba la necesidad de "movilizar el m¨¢ximo apoyo internacional" antes de la guerra. Blair conced¨ªa un margen de esperanza a la diplomacia. Bush s¨®lo parec¨ªa creer en la actuaci¨®n de su Ej¨¦rcito.

Tony Blair asumi¨® de forma impl¨ªcita la responsabilidad de atraer a Francia hacia las posiciones del eje Washington-Londres, y de obtener al menos la aquiescencia de Alemania, un pa¨ªs que, de todas formas, carece de veto en el Consejo de Seguridad. El Gobierno estadounidense no cre¨ªa, por su parte, que Rusia y China fueran a plantear objeciones insalvables llegado el momento, seg¨²n indic¨® una fuente de la Casa Blanca.

Bush y Blair coincidieron en que las "maniobras de Sadam Husein" frente a las inspecciones de la ONU eran "inaceptables" y en que el presidente iraqu¨ª s¨®lo dispon¨ªa ya de "unas semanas" de margen. "Sadam Husein ha tenido 12 a?os para aprender a enga?ar a los inspectores, que no volvieron a Irak como detectives, sino para verificar un desarme iraqu¨ª que no se ha producido", explic¨® Blair, para quien el Gobierno de Irak hab¨ªa incurrido ya en una "violaci¨®n flagrante" de la resoluci¨®n 1.441. En un importante matiz mostraron divergencias: mientras Bush aseguraba que los v¨ªnculos entre Sadam Husein y la organizaci¨®n terrorista Al Qaeda eran "indudables", Blair pareci¨® indicar que esa relaci¨®n a¨²n no exist¨ªa: "Si no acabamos con ambos peligros, acabar¨¢n uni¨¦ndose y har¨¢n todo lo posible por conseguir las armas m¨¢s mort¨ªferas y por realizar los ataques m¨¢s devastadores", coment¨®.

La visita de Blair a Washington, que la prensa estadounidense compar¨® con la realizada por Winston Churchill en 1942, para fijar con Franklin Roosevelt el rumbo de la Segunda Guerra Mundial, era de gran importancia para el primer ministro brit¨¢nico: necesitaba de su aliado alg¨²n argumento que le permitiera capear la oposici¨®n a la guerra de su propia opini¨®n p¨²blica y que ayudara a cerrar la brecha abierta en la UE, ahondada por la carta de apoyo a Bush de los dirigentes de nueve pa¨ªses, Espa?a entre ellos, sin contar con Francia, Alemania y Grecia, que ostenta la presidencia semestral de la UE.

Blair consideraba que s¨®lo una segunda resoluci¨®n pod¨ªa normalizar las relaciones europeas y proporcionar a EE UU el respaldo necesario para una guerra que podr¨ªa ser breve y una ocupaci¨®n de Irak que podr¨ªa ser larga. Obtuvo de su aliado las cruciales "semanas, no meses" que, en principio, deber¨ªan permitir una nueva ronda de negociaciones en el Consejo y una nueva comparecencia de los inspectores a mediados de febrero. El mes que empieza hoy ser¨¢, salvo una gran sorpresa procedente de Irak, el ¨²ltimo de la diplomacia.

"Creo que lo correcto es buscar una segunda resoluci¨®n, porque eso expresar¨ªa con claridad que la comunidad internacional no se escabulle del problema", declar¨® Blair a CNN poco antes de llegar a Washington. "S¨®lo una determinada conjunci¨®n de circunstancias", dijo el pasado domingo, podr¨ªa hacer que las tropas brit¨¢nicas se sumaran a las estadounidenses para una invasi¨®n de Irak sin contar con una nueva resoluci¨®n: que los jefes de los equipos de inspectores de la ONU, Hans Blix y Mohamed el Baradei, declararan una "violaci¨®n flagrante" de la resoluci¨®n 1.441 por parte de Irak, y que un miembro permanente del Consejo de Seguridad (Francia, Rusia o China) anunciara su prop¨®sito de vetar "de forma poco razonable" esa nueva resoluci¨®n.

En estos momentos, el d¨²o Washington-Londres carece de la mayor¨ªa necesaria en el Consejo, sin contar con que no es totalmente descartable el uso del veto por parte de franceses, rusos o chinos. Despu¨¦s de escuchar el informe de los jefes de UNMOVIC y de la Agencia Internacional de la Energ¨ªa At¨®mica, el pasado mi¨¦rcoles, nueve de los quince miembros del Consejo (Francia, Rusia, China, Alemania, M¨¦xico, Chile, Siria, Camer¨²n y Guinea) expresaron su deseo de que los inspectores dispusieran de m¨¢s tiempo para realizar su trabajo. Tony Blair cree que con un plazo adicional, de entre cuatro y seis semanas, bastantes de esos pa¨ªses se dar¨ªan por satisfechos y considerar¨ªan agotadas las inspecciones, lo que dar¨ªa paso a una intervenci¨®n militar.