"El futuro no puede ser igual"

Jos¨¦ Antonio L¨®pez Gil es de San Pedro de Alc¨¢ntara (M¨¢laga) y tiene 26 a?os. Sentado en una silla, los ojos abiertos como platos, L¨®pez observa admirado todo el jaleo que se mueve alrededor. Es un reci¨¦n llegado al ciclismo profesional, el ¨²ltimo llegado al ibanesto.com. Vive sentado la presentaci¨®n del equipo. Su primera presentaci¨®n profesional. Quiz¨¢s la ¨²ltima. Se ha hecho las fotograf¨ªas con todos sus compa?eros, ha cogido una silla y, mientras los dem¨¢s toman una tapa y un vino o una cerveza, ¨¦l ha cogido una silla. "Me entren¨¦ muy fuerte ayer y me duelen las piernas", explica.

As¨ª pasa un d¨ªa hist¨®rico: el ¨²ltimo d¨ªa en que se present¨® el Banesto, el equipo que naci¨® en 1989 cuando Mario Conde era Midas y se sent¨ªa omnipotente, cuando la Espa?a ciclista s¨®lo cre¨ªa en Perico Delgado; el equipo que liderado por Miguel Indurain marc¨® la d¨¦cada de los 90 en el ciclismo mundial; el equipo que dio espacio y tiempo a Jos¨¦ Miguel Ech¨¢varri, el visionario del ciclismo espa?ol, para expresarse, hacer realidad su filosof¨ªa, intentar reiventar el ciclismo, nadar como siempre contra corriente.

Ese equipo ¨²nico, ese patrocinador hist¨®rico, no seguir¨¢ en 2004.

Su desaparici¨®n, decidida por el banco hace un par de a?os, llega en un momento cr¨ªtico, cuando el modelo estructuralmente d¨¦bil de funcionamiento del ciclismo mundial parece agotado para siempre. Cuando otros grandes patrocinadores tambi¨¦n han empezado a abandonar al ciclismo. "El flujo econ¨®mico entre los diferentes actores del ciclismo no parece que haya seguido un modelo eficiente", dicen fuentes de Banesto. "S¨®lo los organizadores tienen ingresos: derechos televisivos, patrocinadores propios... Es un orden insostenible. Creemos que los ingresos de los corredores no tendr¨ªan que depender s¨®lo de sus equipos, que, por otra parte, no reciben nada de los organizadores".

Los gestores de Banesto, que intentar¨¢n ayudar a Ech¨¢varri y Eusebio Unzue a buscar nuevos patrocinadores, no creen, de todas maneras, que en los tiempos actuales haya muchas empresas con potencial suficiente para gastarse seis millones de euros anuales en patrocinar un equipo. "Y las campa?as ahora se organizan para promocionar un producto concreto un tiempo limitado. Se acab¨® lo de una marca para todo el a?o".

"El futuro no puede ser igual", dice Ech¨¢varri. "Nosotros, supongo, no tendremos problemas en encontrar nuevo patrocinador, pero no s¨¦ si tiene sentido seguir con este sistema".

El director navarro ha observado los ¨²ltimos a?os, admirado, c¨®mo el poder de decisi¨®n mundial, paralelamente al econ¨®mico, se ha concentrado en los organizadores, que dominan las federaciones nacionales y tambi¨¦n la Uni¨®n Ciclista Internacional (UCI); y c¨®mo el proceso de globalizaci¨®n y concentraci¨®n que se ha dado entre los organizadores (el Tour, el Giro y la Vuelta organizan las principales carreras de Francia, Italia y Espa?a, respectivamente) deber¨ªa darse tambi¨¦n entre los equipos y sus patrocinadores. Cuenta una an¨¦cdota. Dice que un director fue a una empresa a buscar dinero para montar un equipo y, cuando le dijo al responsable de mark¨¦ting cu¨¢nto necesitaba, el ejecutivo se le rio en la cara. "No se moleste", le dijo. "Por tan poco dinero nosotros no nos movemos, no sacamos ning¨²n beneficio". "Y as¨ª estamos", dice Ech¨¢varri, "un deporte con imagen pobre y un potencial tremendo. Porque el ciclismo s¨ª que funciona como soporte publicitario".

Tel¨¦fonica no ha confirmado su patrocinio de la Vuelta para esta temporada, con lo que Unipublic, organizador de la ronda espa?ola, se ha convertido en rival de los directores de equipo en busca de patrocinador: otro mal s¨ªntoma. "Miremos a otros deportes", dice Ech¨¢varri. "Miremos al automovilismo, por ejemplo, a todo el sistema puesto en marcha por Ecclestone, a los contratos televisivos, al poder de las escuder¨ªas".

Hace uno a?os, los poderes f¨¢cticos del ciclismo cerraron filas cuando el International Management Group (IMG) intent¨® abrirse paso en su mundo. IMG supon¨ªa, seg¨²n muchos, una oportunidad de modernizaci¨®n ¨²nica que hab¨ªa mostrado su eficacia en otros deportes, como el golf, donde la misma empresa es due?a al mismo tiempo de jugadores, torneos, derechos televisivos y hasta de las cadenas de televisi¨®n. "Es un modelo con peligros, a veces un puro monopolio, pero tambi¨¦n con atractivos, con posibilidades de generar riquezas para el ciclismo tambi¨¦n", dice Ech¨¢varri.

Quiz¨¢s sea el modelo que permita a Jos¨¦ Antonio L¨®pez, el neoprofesional malague?o, alcanzar sus sue?os de gloria y dinero.