Broma pesada

Todos los d¨ªas voy a mi trabajo en metro, disfrutando de mi lectura durante los aproximadamente 25 minutos que dura el viaje. El pasado d¨ªa 29, siguiendo mi rutina, iba entretenida en un libro c¨®mico cuando por el altavoz interno del tren se oye el siguiente mensaje: "Buenas tardes, se?ores habitantes del vag¨®n perdido, vamos a morir todos, je, je, je".

Al o¨ªrlo se empieza a plantear que alg¨²n desgraciado pretende de veras hacer estallar el tren en mil pedazos. En ese momento, me empec¨¦ a imaginar que eran los ¨²ltimos instantes de mi vida, s¨®lo deseando llegar a la siguiente estaci¨®n, Conde de Casal, para bajarme lo antes posible. Esto ocurr¨ªa a las 19.30 del martes, entre las estaciones de Sainz de Baranda y Conde de Casal.

Cuando por fin llegamos a la estaci¨®n, me baj¨¦, aunque no era ¨¦se mi destino. S¨®lo unas 10 personas nos bajamos. Mi primera intenci¨®n fue averiguar qui¨¦n era el conductor que se permit¨ªa anunciar algo as¨ª de duro.

M¨¢s tarde, ya m¨¢s tranquila, mi hermana me cuenta que el hecho tiene cierta similitud con la pel¨ªcula Mil c¨¢maras velan por tu seguridad. Esto clarifica el tema. Todos deber¨ªamos saber diferenciar la vida real de la ficci¨®n.