Peculiares marginados
Llega con tres a?os de retraso esta primera pel¨ªcula del franc¨¦s Denis Bardiau, protegido del avispado Luc Besson, quien no s¨®lo le pag¨® su primer cortometraje, sino que lo tuvo a su lado en diversos proyectos. Y sin embargo, la tardanza no molesta: poco tiene que ver, a la luz de lo que expresa este El mundo de Marty, el cine del reci¨¦n llegado con la trepidante, volc¨¢nica y a menudo anestesiante producci¨®n de Besson.
Antes al contrario, lo que aqu¨ª se impone es una cierta calma, una mirada inteligente que ordena una historia de marginados un tanto especiales y, aunque compartan tantas cosas, de alguna forma tambi¨¦n en las ant¨ªpodas: un ni?o enfermo de c¨¢ncer y un anciano afectado por un riguroso deterioro cerebral que le impide (casi) cualquier movimiento.
EL MUNDO DE MARTY
Director: Denis Bardiau. Int¨¦rpretes: Michel Serrault, Jonathan Demurger, Ennick Alane, Camille Japy, Jean Christophe Barc, Patrick Bouchitey, Christian Charmetant, Miriam Moszko. G¨¦nero: Drama, Francia, 1999. Duraci¨®n: 90 minutos.
No es nuevo, en el cine, el recurso de hacer que una persona imposibilitada de voz y movimiento pueda expresarse: ah¨ª est¨¢ Johnny cogi¨® su fusil, el impresionante ¨²nico filme de uno de los guionistas m¨¢s importantes del Hollywood cl¨¢sico, Dalton Trumbo, un t¨ªtulo antimilitarista, por cierto, de necesaria revisi¨®n en tiempos b¨¦licos. Y si all¨ª era un inv¨¢lido radical herido en batalla, aqu¨ª es un viejo gru?¨®n y al tiempo tierno (Serrault, que repite un registro en el que se ha demostrado insuperable: v¨¦ase La chica de Par¨ªs, reci¨¦n estrenada) quien, mediante un recurso tramposillo, pero muy efectivo, una voz en off que expresa sus sentimientos, nos har¨¢ sentir qu¨¦ le pasa.
Tortura
Y, tal vez, lo m¨¢s curioso y original de este filme irregular pero interesante, hecho con pinceladas de inspiraci¨®n, aunque a veces un poco moroso de m¨¢s, sea no ya la relaci¨®n entre el imposibilitado anciano y el turbulento ni?o enfermo de c¨¢ncer, sino la manera en que ¨¦ste, bastante consentido e insoportable, dicho sea de paso, tortura literalmente a su imposibilitada v¨ªctima.
Que entre tan peculiar torturador y su v¨ªctima surja un irresistible sentimiento de amistad, incluso algo parecido a un c¨®digo de comunicaci¨®n, es la apuesta que Bardiau intenta llevar a buen puerto, casi siempre con resultados ¨®ptimos. El mundo de Marty supera el aparentemente invencible obst¨¢culo de la l¨¢grima f¨¢cil -que tambi¨¦n existe, pero siempre bajo control- a que parece condenarlo su contenido, hasta erigirse en un s¨®lido canto a la amistad, a la supervivencia, a la superaci¨®n de la desesperanza. Un filme que gustar¨¢ a los amantes del melodrama cl¨¢sico, m¨¢s que a los frecuentadores de pel¨ªculas con ni?o, esa siniestra condena.
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