"EE UU afrontar¨¢ serios problemas si la guerra se alarga"
Un conflicto r¨¢pido en Irak no deber¨ªa tener graves consecuencias para la econom¨ªa mundial
Un conflicto b¨¦lico en Irak no deber¨ªa tener graves consecuencias para la econom¨ªa mundial si es r¨¢pido y, sobre todo, no conlleva un elevado coste en vidas humanas, seg¨²n afirma el economista Michel Mussa. Sin embargo, este ex miembro del Consejo de Asesores Econ¨®micos de la Administraci¨®n Reagan y antiguo economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), advierte que si la campa?a militar se enquista, con elevadas bajas entre la poblaci¨®n civil iraqu¨ª, Estados Unidos tendr¨¢ que enfrentarse m¨¢s que a un problema econ¨®mico a uno "pol¨ªtico y diplom¨¢tico".
Pregunta. ?Qu¨¦ efectos puede tener sobre la econom¨ªa mundial una posible guerra contra Irak?
Respuesta. Hay dos o tres retos. En primer lugar, los precios del crudo est¨¢n subiendo por la incertidumbre ante una posible guerra. Lo que no sabemos es qu¨¦ pasar¨¢ con el precio del crudo despu¨¦s del conflicto. Creo que bajar¨¢ dr¨¢sticamente cuando termine, pero nadie lo sabe. Depende de si resulta da?ada la producci¨®n de petr¨®leo. Si no es as¨ª, seguir¨¢ bajando. Adem¨¢s, hay una gran incertidumbre que est¨¢ afectando negativamente al consumo y a la actividad empresarial. Cuando la situaci¨®n se resuelva, tampoco sabemos lo que pasar¨¢, pero, en mi opini¨®n, habr¨¢ una gran recuperaci¨®n del consumo y la inversi¨®n, si la guerra se resuelve r¨¢pidamente como creo.
"No sabemos qu¨¦ pasar¨¢ con el crudo despu¨¦s del conflicto, aunque creo que los precios bajar¨¢n dr¨¢sticamente"
"La pol¨ªtica monetaria del BCE tiene que estar dirigida al conjunto de la eurozona, pero creo que se ha equivocado al no bajar antes los tipos"
"Los efectos del enfrentamiento ser¨¢n muy negativos en la primera mitad de este a?o, pero a partir de ah¨ª, ser¨¢n positivos"
Los efectos todav¨ªa ser¨¢n muy negativos en la primera mitad de este a?o, pero a partir de ah¨ª, los efectos ser¨¢n positivos. El riesgo real no es tanto la duraci¨®n de la guerra como el coste en vidas humanas. Si el Ej¨¦rcito estadounidense se embarca en un ataque prolongado sobre Bagdad habr¨¢ muchas bajas; no entre sus propias filas, sino entre la poblaci¨®n iraqu¨ª. A corto plazo no afectar¨¢ a la econom¨ªa mundial, pero a medio y largo plazo el desgaste en t¨¦rminos pol¨ªticos podr¨ªa ser insostenible. Si la operaci¨®n militar es r¨¢pida y termina con pocas bajas, tanto entre la poblaci¨®n iraqu¨ª como entre las filas estadounidenses, ser¨¢ un gran ¨¦xito y acallar¨¢ las voces de los que se oponen a la guerra. Pero, en caso contrario, EE UU tendr¨¢ que enfrentarse a serios problemas, ya que no ser¨¢ tanto un problema econ¨®mico como pol¨ªtico y diplom¨¢tico.
P. ?Qu¨¦ opina de las interpretaciones que explican esta guerra en el contexto de una crisis econ¨®mica mundial?
R. No creo que la situaci¨®n de crisis econ¨®mica sea un hecho importante en el calendario militar o la situaci¨®n de Irak. Ya se conoc¨ªa al presidente Bush antes de ser elegido y su posici¨®n sobre el r¨¦gimen de Sadam Husein y, entonces, la econom¨ªa estadounidense estaba boyante.
P. ?Qu¨¦ margen de maniobra tiene el Banco Central Europeo (BCE) para evitar un posible riesgo de deflaci¨®n en Alemania como apuntan algunos an¨¢lisis? ?Ha reaccionado con rapidez el BCE en bajar los tipos?
R. La pol¨ªtica monetaria del BCE tiene que estar dirigida al conjunto de la eurozona como un todo. Alemania es una parte muy importante, pero estamos hablando de un tercio del producto interior bruto (PIB) del ¨¢rea, y no est¨¢ en deflaci¨®n. La inflaci¨®n en eurolandia est¨¢ en torno al 2%, justo en el objetivo del BCE.
De todas maneras, creo que el BCE se ha equivocado en no actuar antes bajando los tipos de inter¨¦s. En 2001 debi¨® de haber bajado los tipos en tres cuartos de punto y, probablemente, otro medio punto en 2002. De esta forma la pol¨ªtica monetaria habr¨ªa estado m¨¢s en consonancia con lo que se necesitaba en aquellos momentos. Creo que ahora deber¨ªa bajar los tipos, pero una gran parte de la oportunidad de amortiguar la desaceleraci¨®n econ¨®mica (en la Uni¨®n Monetaria) ya se ha perdido.
P. ?Cree que est¨¢ justificada la revalorizaci¨®n que ha registrado el euro frente al d¨®lar?
R. En mi opini¨®n, el euro permanece todav¨ªa depreciado frente al d¨®lar. A medio plazo podr¨ªa cotizar a 1,20 o 1,25 d¨®lares, pero no creo que se aprecie a corto plazo.
La apreciaci¨®n del euro en el ¨²ltimo a?o ha sido moderada y, si bien ha contribuido a moderar los efectos estimuladores de la bajada de los tipos de inter¨¦s por el BCE, tambi¨¦n ha supuesto un efecto negativo para el crecimiento econ¨®mico en la eurozona. Una apreciaci¨®n del euro significa una inflaci¨®n menor, por lo que su revalorizaci¨®n es otra raz¨®n para que el BCE pueda bajar los tipos.
P. ?Es sostenible el creciente d¨¦ficit p¨²blico que presenta la econom¨ªa estadounidense?
R. Probablemente es sostenible a medio y largo plazo si no hay m¨¢s reducciones sustanciales de impuestos, o grandes incrementos del gasto. El factor m¨¢s favorable para el crecimiento econ¨®mico estadounidense y tambi¨¦n para su presupuesto, es que contin¨²en los fuertes aumentos de la productividad. La recuperaci¨®n est¨¢ siendo m¨¢s lenta, pero la productividad sigue subiendo. Si, a largo plazo, la econom¨ªa de EE UU crece un 3,4% o un 3,5%, la situaci¨®n fiscal ser¨¢ manejable. El problema en Europa es el bajo crecimiento y el incremento del gasto p¨²blico, junto con un envejecimiento de la poblaci¨®n. Al menos EE UU tiene el beneficio de la duda de que podr¨¢ seguir creciendo s¨®lidamente y de no tener un problema de envejecimiento de su poblaci¨®n.
P. ?Podemos hablar de crisis espec¨ªficas en Latinoam¨¦rica, con caracter¨ªsticas propias frente a las desatadas, por ejemplo, en Asia?
R. Hay algunas importantes diferencias entre las crisis de Latinoam¨¦rica y las de Asia. Por ejemplo, en Asia el sistema bancario privado que financiaba a las empresas era muy d¨¦bil, mientras que en Latinoam¨¦rica est¨¢ relativamente en mejor situaci¨®n, si excluimos la suspensi¨®n de pagos del Gobierno argentino. Tanto en Asia como en Latinoam¨¦rica los tipos de cambio y factores externos jugaron un importante papel en el tiempo, sobre todo los flujos de capital externos que desempe?aron un papel muy atractivo en los a?os previos a la crisis, hasta que la situaci¨®n se dio la vuelta precipitando la crisis. Hay tambi¨¦n otras importantes diferencias entre las crisis de Latinoam¨¦rica y Asia. En Argentina, el tipo de cambio, ligado al d¨®lar, lleg¨® a estar sobrevalorado. Por el contrario, Brasil cuenta con un tipo de cambio flotante y cuando las autoridades decidieron devaluar la moneda permiti¨® absorber las presiones cambiarias, lo cual no fue posible en Argentina.
En Argentina, gran parte del crecimiento de su econom¨ªa y de los dep¨®sitos bancarios estaban ligados al d¨®lar. Cuando la econom¨ªa argentina se colaps¨®, ese factor cre¨® grandes dificultades. En Brasil, tanto la econom¨ªa local como su sistema financiero no estaban tan dolarizados. En Brasil la depreciaci¨®n de su moneda ayud¨® a la balanza comercial mitigando los efectos que sobre su econom¨ªa tuvo en su momento el descenso de los flujos de capital externos.
P. ?Cree que Brasil goza de la suficiente confianza por parte de la comunidad financiera internacional y de los mercados para gestionar con ¨¦xito la crisis?
R. La comunidad internacional, incluyendo el FMI, ha ofrecido una ayuda financiera a Brasil por unos 60.000 millones de d¨®lares. Ya han sido entregados 20.000 millones, y otros 40.000 millones est¨¢n condicionados a los resultados de la pol¨ªtica econ¨®mica de las autoridades brasile?as. La opini¨®n de los mercados financieros respecto a Brasil ha mejorado sustancialmente desde las elecciones, pero el diferencial de sus tipos de inter¨¦s es muy alto. El a?o pasado ese diferencial estaba en unos 700 puntos b¨¢sicos y ahora casi se ha duplicado. Si Brasil tuviera que renovar deuda con ese diferencial, la situaci¨®n fiscal en los pr¨®ximos tres o cuatro a?os no ser¨ªa sostenible. Por lo tanto, el Gobierno necesita mejorar sus compromisos con los mercados.
El Gobierno de Luiz In¨¢cio Lula da Silva tendr¨¢ que desarrollar sus promesas electorales de una pol¨ªtica fiscal y monetaria sanas. Pienso que ser¨ªa de gran ayuda si el Gobierno anunciara e implementara algunas medidas ambiciosas: un objetivo de d¨¦ficit fiscal primario, que podr¨ªa ser de alrededor del 5% del PIB m¨¢s o menos, pero, sobre todo, y m¨¢s importante, contribuir¨ªa a mejorar las condiciones en los mercados. Una reducci¨®n del diferencial de los tipos de inter¨¦s en unos 400 o 500 puntos b¨¢sicos ser¨ªa necesaria.
Los interrogantes brasile?os
Algunos analistas ven como algo inevitable una reestructuraci¨®n de la deuda brasile?a. Pero Michel Mussa cree que eso no est¨¢ claro, ya que s¨®lo un 20% de la deuda p¨²blica brasile?a es externa y el 80% es dom¨¦stica, y de ¨¦sta, alrededor del 40% est¨¢ vinculada a la divisa estadounidense y el resto est¨¢ denominada en reales.
Pregunta. ?Deber¨¢ Brasil reestructurar su deuda p¨²blica?
Respuesta. El problema es que la deuda en moneda local est¨¢ mayoritariamente vinculada al tipo de inter¨¦s del interbancario a un d¨ªa, cuyo nivel es del 25,5%, y la inflaci¨®n, que ha subido en los ¨²ltimos meses, est¨¢ reflejando la depreciaci¨®n de la moneda, pero posiblemente esta tendencia vaya invirti¨¦ndose. Ahora, es posible que si la inflaci¨®n baja, el Banco Central reduzca los tipos, pero mientras tanto el coste financiero de la deuda dom¨¦stica es muy alto.
La deuda externa, ligada al d¨®lar, es la principal partida del gasto presupuestario y depende del tipo de cambio. Si los diferenciales bajan, el tipo de cambio sube; por lo tanto, el servicio de la deuda tambi¨¦n ser¨¢ menor, pero si no es as¨ª habr¨¢ un gran problema fiscal. Por lo tanto, en estos momentos no podemos decir nada. Todo depender¨¢ de c¨®mo evolucionen estos factores locales y externos. El a?o pasado, en octubre, cuando el FMI present¨® su programa a Brasil, el diferencial de los bonos brasile?os era de 240 puntos b¨¢sicos. Por lo tanto, los mercados financieros eran muy esc¨¦pticos. Pero ahora la percepci¨®n de los mercados ha mejorado, tienen m¨¢s confianza.
P. ?Cree que puede producirse en Brasil una situaci¨®n como la de Argentina?
R. La situaci¨®n en Brasil ahora es bastante diferente a la de Argentina en 2001, pero hay una importante similitud y es una deuda p¨²blica con altos tipos de inter¨¦s, y tambi¨¦n dudas sobre la sostenibilidad de la situaci¨®n fiscal. Las diferencias son que Brasil ha tenido en los ¨²ltimos a?os una pol¨ªtica fiscal m¨¢s disciplinada que Argentina y el Gobierno de Lula goza de un fuerte respaldo social. Por el contrario, el Gobierno argentino de De la R¨²a era muy d¨¦bil.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.