Odio a Sadam, miedo a Bush
Ir¨¢n teme verse cercado por EE UU, sospecha que Irak usar¨¢ armas qu¨ªmicas y se prepara para un aluvi¨®n de refugiados
Nadie derramar¨¢ una l¨¢grima en Ir¨¢n por la ca¨ªda de Sadam Husein. El dictador iraqu¨ª es el tipo que invadi¨® Ir¨¢n en 1980 y le forz¨® a librar una guerra de ocho a?os de duraci¨®n, en la que murieron 300.000 de sus habitantes y otros 600.000 resultaron heridos, y que le caus¨® inmensos da?os psicol¨®gicos y econ¨®micos. Y sin embargo, los iran¨ªes no est¨¢n locos de contento ante la perspectiva de que Estados Unidos ataque y elimine a Sadam. Las razones de su aprehensi¨®n son propias, diferentes de las de ¨¢rabes y europeos. Temen verse emparedados por EE UU, sospechan que Sadam puede usar armas qu¨ªmicas y se preparan para un aluvi¨®n de refugiados.
Ir¨¢n conmemora estos d¨ªas el 24? aniversario del triunfo de la revoluci¨®n isl¨¢mica. La mayor¨ªa de su poblaci¨®n lo hace sin entusiasmo. Excepto en una minor¨ªa poderosa, la representada por el sector conservador del r¨¦gimen, el fervor revolucionario se extingui¨® hace a?os. De hecho, hasta comienzan a desvanecerse las esperanzas en que el sector reformista que lidera el presidente Jatam¨ª consiga cambiar de modo significativo las cosas dentro del marco heredado de Jomeini. Los iran¨ªes est¨¢n m¨¢s bien cansados y desencantados. El desempleo es alto y en particular entre los menores de 30 a?os, que constituyen el 60% de los 70 millones de habitantes de la antigua persia; la corrupci¨®n administrativa bordea lo escandaloso; se extienden las drogas, la prostituci¨®n y el sida, y los reformistas de Jatam¨ª se estrellan una y otra vez contra el muro de los conservadores.
Y ahora EE UU prepara una guerra en el territorio de Irak, su vecino occidental; tan s¨®lo un a?o y pico despu¨¦s de que librara otra en Afganist¨¢n, el vecino oriental. Para el r¨¦gimen de Teher¨¢n, la perspectiva de que EE UU tenga presencia pol¨ªtica y militar en uno y otro lado de sus fronteras es muy preocupante. M¨¢xime cuando los sectores conservadores y los reformistas de ese r¨¦gimen comparten la impresi¨®n de que Washington reaccion¨® con ingratitud a la neutralidad de Ir¨¢n en la guerra que puso fin al r¨¦gimen de los talibanes afganos. "Pese a que Ir¨¢n desempe?¨® un papel muy importante y muy constructivo en Afganist¨¢n, el presidente Bush nos incluy¨® en su eje del mal, minti¨® al intentar vincularnos con Al Qaeda y pidi¨® a nuestro pueblo que se sublevara contra el Gobierno", se lamenta Kamal Jarrazi, ministro iran¨ª de Exteriores.
La campa?a norteamericana contra los talibanes no suscit¨® la menor protesta oficial o popular en Ir¨¢n. Esos integristas afganos son vistos universalmente en Ir¨¢n como unos b¨¢rbaros. El caso de Sadam Husein es a¨²n peor. Para el r¨¦gimen de Teher¨¢n, el l¨ªder iraqu¨ª es un enemigo del islam, y tanto para el r¨¦gimen como para el pueblo de Ir¨¢n, un criminal equiparable a Hitler. En relaci¨®n a Irak ni tan siquiera pesan en Ir¨¢n los sentimientos de solidaridad ¨¦tnica y cultural que revuelven las tripas a millones de marroqu¨ªes, egipcios, palestinos o jordanos. Los iran¨ªes son persas, no ¨¢rabes.
As¨ª que la posici¨®n oficial de Ir¨¢n se llama "neutralidad activa". Teher¨¢n se opone a una guerra unilateral de EE UU contra Irak con el objetivo de cambiar su r¨¦gimen, hacerse con su petr¨®leo y mantener all¨ª una presencia permanente. Ahora bien, desea ardientemente el desarme de Irak y cree que debe seguir efectu¨¢ndose a trav¨¦s del sistema de inspectores de Naciones Unidas. "Sadam", dice un portavoz de la diplomacia iran¨ª, "debe cumplir sin la menor excusa la resoluci¨®n 1441 y dejar trabajar a los inspectores; pero tambi¨¦n EE UU debe dejarlos trabajar". Cualquier operaci¨®n militar contra Irak, a?ade el portavoz, "debe ser autorizada expl¨ªcitamente por el Consejo de Seguridad de la ONU y debe ser multilateral y no meramente norteamericana".
Sean autoridades o particulares, los iran¨ªes consultados en Madrid y Teher¨¢n por este diario recuerdan con amargura que EE UU no movi¨® ni una ceja cuando Sadam, que entonces era aliado de Occidente, bombarde¨® las ciudades de su pa¨ªs con misiles Scud y utiliz¨® gases letales contra sus soldados. No se hacen, pues, la menor ilusi¨®n sobre las intenciones actuales de Washington. Hace unos d¨ªas, en el serm¨®n del viernes en la Universidad de Teher¨¢n, el ayatol¨¢ Mohamed Emami-Kashani denunci¨® la "embriaguez" de EE UU en su objetivo de "hacerse con el dominio del mundo". Lo parad¨®jico es que el Gran Sat¨¢n, como Jomeini llamaba a EE UU, exhibe ahora su poder¨ªo frente a Sadam, el l¨ªder m¨¢s odiado por los iran¨ªes.
Ir¨¢n no teme que EE UU aproveche su campa?a iraqu¨ª para atacarle simult¨¢neamente, seg¨²n las fuentes consultadas. Teher¨¢n ha recibido garant¨ªas norteamericanas de que esta guerra no va con ellos. El 10 de enero, Jalal Talabani, jefe de la Uni¨®n Patri¨®tica del Kurdist¨¢n (UKP), visit¨® Teher¨¢n e inform¨® a sus interlocutores de que EE UU "no har¨¢ nada contra Ir¨¢n en esta crisis", puesto que ambos pa¨ªses tienen ahora "intereses comunes". Ir¨¢n, por cierto, estrecha lazos con la oposici¨®n a Sadam. En enero tambi¨¦n estuvo en Teher¨¢n Ahmed Chalabi, l¨ªder del Congreso Nacional Iraqu¨ª y apadrinado por sectores del poder en Washington. Al abordar el futuro de Irak, Teher¨¢n insiste en el mantenimiento de la independencia y la integridad territorial de su vecino, y de la instauraci¨®n all¨ª de "una democracia basada en el sistema de una persona un voto". Esto dar¨ªa una gran fuerza a los chi¨ªes de Irak, correligionarios de los iran¨ªes, que constituyen el 60% de la poblaci¨®n.
Los iran¨ªes conocen bien las capacidades militares de Sadam. Saben que el Ej¨¦rcito iraqu¨ª, que no pudo derrotarles a ellos, no es rival de envergadura para EE UU. Irak no tiene aviaci¨®n -Sadam envi¨® sus mejores aparatos a Ir¨¢n en la guerra del Golfo de 1991 y nunca le han sido devueltos- y sus centros de mando y sistemas de comunicaciones ser¨¢n destruidos sin problemas por los norteamericanos. Pero los iran¨ªes temen que Sadam intente una resistencia numantina en Bagdad, incendie los pozos de petr¨®leo y use armas qu¨ªmicas frente a una invasi¨®n lanzada desde el sur, que el viento podr¨ªa llevar al cercano territorio iran¨ª.
Ir¨¢n, que ya ha tenido que absorber a m¨¢s de un mill¨®n de afganos, prev¨¦ asimismo un gran flujo de refugiados procedentes de las regiones meridionales iraqu¨ªes. Calcula que podr¨ªan llegar a un mill¨®n. Este drama se complica porque hay abundantes zonas minadas en las fronteras entre ambos pa¨ªses desde la guerra de los a?os ochenta. Teher¨¢n est¨¢ cooperando con la ONU para establecer la log¨ªstica de la acogida a los refugiados, incluyendo la apertura de pasos a trav¨¦s de esas zonas minadas.
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