La guerra del m¨²sculo
Los gimnasios de Vitoria denuncian al Ayuntamiento por "regalar" los cursos deportivos
Quien no practica deporte en Vitoria es porque no quiere. La oferta es, sin duda, la m¨¢s extensa de las ciudades espa?olas. Y la demanda, espectacular: casi 100.000 personas, la mitad de la poblaci¨®n, est¨¢n abonadas a la red de centros c¨ªvicos municipales. En cada barrio, hay una instalaci¨®n con polideportivo, piscina y gimnasio. Y muchas personas participan activamente en los cursos organizados por el Ayuntamiento. Los hay de todo tipo: gimnasia de mantenimiento, nataci¨®n, aer¨®bic, tai-chi, badminton, hockey subacu¨¢tico... En la ¨²ltima campa?a, se ofrecieron 40.239 plazas y se cubrieron 35.785. Entre otras razones, porque el coste es rid¨ªculo, unos 15 euros al trimestre por t¨¦rmino medio.
Este chollo, el summun de la sociedad del bienestar, tiene sin embargo un lado anverso, los gimnasios privados. La asociaci¨®n que agrupa a 11 de los 18 que existen en ?lava se siente perjudicada y ha decidido presentar batalla legal. Lo hace con varios a?os de retraso, porque los cursillos municipales funcionan desde hace m¨¢s de una d¨¦cada. Pero el paso es firme. La Asociaci¨®n de Empresarios Deportivos de ?lava (AEDA) presentar¨¢ en breve, se espera que esta semana, una denuncia contra el Ayuntamiento por "competencia desleal".
Los argumentos que defiende son sencillos. Los gimnasios, para sobrevivir, deben cobrar por sus servicios entre 40 y 50 euros mensuales. El Ayuntamiento ofrece lo mismo por casi una cuarta parte; incluso, critican, "por menos de lo que cuesta el propio servicio". Los gimnasios, sin embargo, han esperado tanto por una cuesti¨®n de desorganizaci¨®n. Hasta 1999 no constituyeron la asociaci¨®n. Desde entonces, han tratado de llevar sus reivindicaciones ante el gobierno municipal. "No estamos en contra de los cursillos, en absoluto", aclara el presidente de la asociaci¨®n, el ex ciclista Manu Murga. "Pero hay algunos, como los de musculaci¨®n, aer¨®bic o mantenimiento, que compiten directamente con nosotros, y no es legal venderlo por debajo de su coste". A eso se le llama dumping. Mart¨ªn Rodr¨ªguez, due?o de otro de los gimnasios m¨¢s grandes de Vitoria, tiene la misma queja: "Que vayan a coste cero, que no ganen ni pierdan. Pero es que el coste real es tres veces mayor que el precio que cobran. Que hagan lo mismo con la carne, que la regalen. Ser¨ªa una medida muy social". Rodr¨ªguez no sabe cuantificar las p¨¦rdidas que le produce, aunque calcula que a los gimnasios les queda un potencial m¨¢ximo de 8.000 clientes.
Los gimnasios presentaron una oferta al Ayuntamiento, con un borrador de convenio, que no fue aceptada. As¨ª que, hace un a?o, solicitaron la suspensi¨®n cautelar de los cursillos. Recibieron la misma respuesta. El Ayuntamiento ha escuchado a los gimnasios, pero no ha cambiado sus criterios. Seguir¨¢ ofreciendo el mismo n¨²mero de cursillos, y al mismo precio. El Gobierno municipal asegura que sus cursos son de tipo "b¨¢sico" y quienes quieran perfeccionar deben acudir luego a los lugares especializados. "Tenemos que responder a la demanda", aduce un portavoz municipal. "Adem¨¢s, cubrimos el coste con los precios actuales", afirma.
Los precedentes
Los gimnasios de Vitoria han decidido acudir al Tribunal de Defensa de la Competencia despu¨¦s de comprobar que iniciativas similares han tenido ¨¦xito en otros lugares. Su abogado, Juan Manuel Rodr¨ªguez, ha encontrado los precedentes m¨¢s claros en Castell¨®n, donde los centros deportivos privados denunciaron al Ayuntamiento de Vila-real por "conducta abusiva", al ofrecer cursos de aer¨®bic a precios "predatorios". El tribunal acept¨® parcialmente la denuncia en cuanto a la "competencia desleal".
En Bilbao, un gimnasio denunci¨® a la asociaci¨®n de padres de alumnos del instituto de Zorroza por ofrecer actividades deportivas a personas ajenas al centro. El Juzgado de Primera Instancia n¨²mero 10 acept¨® su reclamaci¨®n y oblig¨® a la APA a pagar una indemnizaci¨®n de 6.000 euros. En Gallarta, otro gimnasio prepara una denuncia contra el Ayuntamiento por construir un centro p¨²blico con el que compite directamente.
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