Desnudas
Mi madre siempre dice que, si uno no quiere, dos no se pelean, y se queda tan ancha. Lo malo es que un aforismo as¨ª exige que una de las partes haga siempre el papel de manso o de payaso de las bofetadas. No hay refriega si el ofendido no responde, por supuesto, como tampoco partida de ajedrez si el rival se marcha sin mover ficha. Pero los conflictos, en general, no se rigen por par¨¢metros tan inocentes. Ahora mismo anda suelto por el mundo un camorrista vocacional que se las da de justiciero y que, al parecer, se la tiene jurada a un b¨¢rbaro solemne que gobierna en Bagdad. Se supone que este ¨²ltimo es un redomado provocador al que conviene bajarle los humos de una vez y, claro, el momento de darle bofetadas a dos manos parece improrrogable. Lo ver¨ªa hasta bien -miren lo que digo- si se enfrentaran los dos, cuerpo a cuerpo, en un cuadril¨¢tero y se jugaran a doce asaltos la hegemon¨ªa del imperio, el petr¨®leo y la amenaza nuclear, pero no lo van a hacer. Lo de ellos ha de ser a lo grande, empleando el estadio mundial y meti¨¦ndonos a todos en la brega. George W. Bush lo tiene claro: la guerra es necesaria y sobran argumentos para bombardear al enemigo. Sadam Husein alberga sus dudas y hasta permite, en un ataque de transigencia y de canguelo, que aviones esp¨ªa U2 sobrevuelen su territorio y verifiquen su retorcida inocencia. El caso es que la batalla tiene fecha y lugar, y ni la coalici¨®n franco-alemana ni las reticencias de Putin o del mism¨ªsimo Papa parecen suficientes para detener la barbarie.
Estoy harto, qu¨¦ quieren que les diga. Ante conflictos de esta magnitud y la inminencia de un error seguramente evitable, a uno le entran ganas de jugarse el tipo de alg¨²n modo o, mejor, de refugiarse en la paz de un cuerpo desnudo y dejar que nos abrace mientras cerramos los ojos. El pasado s¨¢bado, m¨¢s de 700 mujeres de entre 20 y 60 a?os se ofrecieron a ello en la ciudad australiana de Byron Bay, sobre una colina. Desnudas como diosas, dijeron "No War" con el alfabeto de su blanca anatom¨ªa y yo me puse nost¨¢lgico (Vietnam y el 68, ya saben) al recordar otro viejo aforismo: "Haz el amor y no el gilipollas", "Desprecia la guerra y pide lo imposible" o algo as¨ª.
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