"La ley antibotell¨®n andaluza s¨®lo es un parche"
Con 28 a?os reci¨¦n cumplidos, lleva casi media vida, desde los 15, dedicado a la pol¨ªtica. A los 20 fue el candidato del PP a la alcald¨ªa de Tarifa; a los 24, presidente provincial en Sevilla de Nuevas Generaciones (NN GG) y un a?o m¨¢s despu¨¦s, concejal en el Ayuntamiento de la capital. Ahora compatibiliza su cargo en la presidencia regional de NN GG con el de diputado por Sevilla en el Congreso.
Pregunta. ?Cu¨¢les son los principales problemas de los j¨®venes andaluces?
Respuesta. Los mismos que cualquier joven de Espa?a, pero m¨¢s graves. Aqu¨ª los ¨ªndices de paro son superiores; los de fracaso escolar, m¨¢s altos; las universidades andaluzas copan los ¨²ltimos puestos, y el problema de la vivienda es tambi¨¦n peor.
"Que no nos diga nadie que estamos a favor de la guerra porque eso es falso"
P. ?Problemas agravados por circunstancias pol¨ªticas?
R. Yo soy de los que opina que los ciclos pol¨ªticos son directamente proporcionales a la acci¨®n de un gobierno determinado. Si no hay un impulso definitivo del gobierno andaluz para reformar la sociedad y hacerla m¨¢s competitiva, siempre estaremos a la cola, y no s¨®lo Andaluc¨ªa, sino Extremadura y Castilla la Mancha.
P. ?Qu¨¦ papel deben jugar los j¨®venes pol¨ªticos en las elecciones municipales?
R. Quiero que la gesti¨®n para los j¨®venes de los alcaldes del PP sea un ejemplo para aquellos sitios en los que no gobernamos y se traslade a todos los programas electorales. En el Parlamento Andaluz presentamos hace dos a?os el primer texto de Ley de Juventud de toda Espa?a. Nos dijeron que no. Ahora estamos presentando a las asociaciones de j¨®venes un plan integral que desarrolle la ley. Pronto lo traeremos al Parlamento y ser¨¢ la base de nuestro programa electoral para las municipales y para las pr¨®ximas auton¨®micas.
P. En el caso de Sevilla, ?cu¨¢les deber¨ªan ser los compromisos de un buen programa electoral para los j¨®venes?
R. Fundamentalmente una pol¨ªtica de impulso a los j¨®venes emprendedores. A un joven que arriesga su dinero, su credibilidad y su tiempo en montar una empresa hay que darle un aplauso aunque falle. A veces, sin embargo, se convierten en fracasados sociales, y eso hay que cambiarlo. Otro tema fundamental en Sevilla es la vivienda. No se entiende c¨®mo el Ayuntamiento va a vender un solar a 1.200 euros el metro cuadrado.
P. ?Va a haber gente joven en los puestos de salida de las listas de las capitales?
R. Yo, como presidente de NN GG, voy a hacer una apuesta decidida para que haya mucha gente joven, y s¨¦ que mi partido tiene ese compromiso. Y mi obligaci¨®n es que los presidentes provinciales de NN GG vayan en los puestos de salida de las capitales. S¨¦ que la predisposici¨®n es positiva, pero ese mel¨®n no est¨¢ abierto todav¨ªa.
P. ?Qu¨¦ soluci¨®n aportar¨ªa NN GG para paliar los efectos negativos de la movida?
R. Cuando fui concejal en Sevilla ped¨ª que se creara una mesa de di¨¢logo en la que estuvieran representadas todas las partes implicadas: los j¨®venes, la polic¨ªa, los vecinos, los empresarios de bares, etc¨¦tera. Me dijeron que no. Y a los tres meses la pusieron en marcha. Lo que ocurre es que naci¨® muerta, s¨®lo para que el alcalde se hiciera la foto. Pero yo tengo el convencimiento de que esa es la f¨®rmula para encontrar una soluci¨®n que haga compatible el descanso con la diversi¨®n. Porque no se puede criminalizar a la juventud porque unos cuantos la l¨ªen por la noche. En un estudio que hicimos hace dos a?os llegamos a la conclusi¨®n de que hay tres razones por las que se produce en Andaluc¨ªa el botell¨®n: el factor climatol¨®gico, el econ¨®mico y la necesidad de relacionarse. Un joven que lleva toda la semana estudiando o trabajando no se puede meter en una discoteca, necesita tomarse una copa tranquilamente con los amigos y eso no lo encuentra en otro sitio que no sea en la calle.
P. ?Se deduce que usted ha hecho muchos botellones?
R. He hecho botell¨®n, pero no mucho porque llevo desde los 15 a?os en pol¨ªtica y eso requiere viajar los fines de semana, prepararte discursos, entrevistas, etc¨¦tera. Pero estoy convencido de que si no, hubiera hecho muchos m¨¢s, como la inmensa mayor¨ªa de los j¨®venes en Andaluc¨ªa. Hay que tomar una decisi¨®n valiente, pero consensuada.
P. ?Esa decisi¨®n podr¨ªa pasar por prohibir el consumo de alcohol en la calle como se ha hecho en Madrid?
R. No, en Sevilla eso no servir¨ªa. En todo caso, s¨®lo podr¨ªa hacerse si se consens¨²a un sitio alternativo.
P. ?Botell¨®dromos?
R. No me gustan los guetos, pero a lo mejor se pod¨ªan habilitar varios sitios. No lo s¨¦, no es una propuesta.
P. ?La ley andaluza que proh¨ªbe la venta a partir de las 22.00 horas no sirve para solucionar el problema?
R. Creo que s¨®lo es un parche. Lo que puede ocurrir es que la gente compre antes de esa hora. Aunque s¨ª que se consigue que establecimientos que antes lo vend¨ªan ilegalmente ahora no lo hacen.
P. ?C¨®mo valora la movilizaci¨®n de los j¨®venes contra la LOU y la Ley de Calidad?
R. Se dijo que el PP iba a privatizar las universidades, a quitar las becas. Insist¨ªamos en que estaban mintiendo y el tiempo nos ha dado la raz¨®n. La LOU ya se aplica y no ha pasado nada. La Junta se queja tambi¨¦n de que no puede financiar su aplicaci¨®n, pero es que cuando se asumen competencias se asumen tambi¨¦n responsabilidades.
P. ?Qu¨¦ opini¨®n le merece la reacci¨®n de los j¨®venes en el caso del Prestige?
R. Me parece magn¨ªfico que miles de j¨®venes andaluces hayan ido a ayudar al pueblo gallego. Yo mismo estuve all¨ª. Al final se ha demostrado que la actuaci¨®n del Gobierno era la ¨²nica t¨¦cnicamente viable para que los efectos de esa gran tragedia fueran los menores posibles. Que me diga a m¨ª alguien del PSOE qu¨¦ hubiera hecho. Lo que no es de sentido de Estado es que ante una cat¨¢strofe ecol¨®gica as¨ª, la oposici¨®n meta el dedo simplemente por intentar ara?ar un pu?ado de votos.
P. ?Comparte el argumento de que el PSOE ha sido desleal?
R. Hay cuestiones de Estado en las que el Gobierno, la oposici¨®n y todos los partidos pol¨ªticos tienen que ser una pi?a. Despu¨¦s habr¨¢ valoraciones, se podr¨¢n depurar responsabilidades, pero ante una tragedia as¨ª no se puede hacer pol¨ªtica.
P. ?Ir¨¢ a la manifestaci¨®n contra la guerra del pr¨®ximo s¨¢bado [por ayer]?
R. Ir¨ªa si no fuera una manifestaci¨®n politizada. Sadam Husein supone una amenaza para el mundo porque expuls¨® a los inspectores de Naciones Unidas en 1998 cuando descubrieron un gran arsenal de destrucci¨®n masiva. La resoluci¨®n 683 del 3 de abril de 1991 y la 1.441 de noviembre dec¨ªa muy claro que Huseim ten¨ªa que demostrar qu¨¦ ha hecho con esto, pero ¨¦l se niega. Se le ha ofrecido un exilio y ha dicho que no; su viceprimer ministro ha amenazado directamente a Espa?a. Nosotros, lo que tenemos muy claro es que vamos a estar con la legalidad internacional. Y que no nos diga nadie que estamos a favor de la guerra porque eso es rigurosamente falso.
P. Aunque no le quieran llamar guerra, s¨ª que justifican un ataque preventivo.
R. Me remito a la resoluci¨®n 1.441 de noviembre que emplazaba a Irak a desarmarse. Si no lo hac¨ªa, la intervenci¨®n militar estaba plenamente justificada. Fue una resoluci¨®n un¨¢nime. La ¨²nica alternativa a la guerra es que Sadam cumpla la resoluci¨®n o se exilie. La v¨ªa diplom¨¢tica se ha agotado. La intervenci¨®n militar es lo m¨¢s indeseable, pero no hay m¨¢s remedio.
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