Una exposici¨®n del CAF evidencia c¨®mo Stalin manipul¨® fotograf¨ªas para reforzar su imagen
Las instant¨¢neas de la colecci¨®n de David King se muestran en Espa?a por primera vez
La exposici¨®n que el Centro Andaluz de Fotograf¨ªa (CAF) mantiene abierta hasta el 27 de febrero en la Escuela de Artes de Almer¨ªa re¨²ne un centenar de fotograf¨ªas en blanco y negro pertenecientes a la colecci¨®n particular del escritor e historiador fotogr¨¢fico David King. Bajo el t¨ªtulo Stalinfagia. El devorador de im¨¢genes esta muestra, que se presenta por primera vez en Espa?a, pone de manifiesto la brutal manipulaci¨®n que Stalin ejerci¨® sobre el arte de la fotograf¨ªa para impulsar su carrera pol¨ªtica e intentar hacer desaparecer el recuerdo de las v¨ªctimas de su r¨¦gimen.
D¨¦cada de los a?os 30 del siglo XX. Tres personas posan en la cubierta de un barco. Sus nombres son Voroshilov, Molotov y Stalin. Esta es una de las muchas fotograf¨ªas que la ex Uni¨®n Sovi¨¦tica de principios de siglo pretendi¨® hacer pasar a la posterioridad como documentos de la historia del momento. Pero esa foto no es real. A la instant¨¢nea le falta un cuarto personaje. Se trata de Nikolai Yezhov, comisario de transporte mar¨ªtimo de Rusia, ejecutado en 1940.
Entre la fotograf¨ªa en la que se incluye la imagen de Yezhov (la foto original) y la que directamente elimina su presencia en la instant¨¢nea median a?os de manipulaci¨®n, propaganda y trabajo tenaz. A las dos primeras cuestiones se dedic¨® Stalin, todo un genio en el arte de alterar la realidad para impulsar su carrera pol¨ªtica y tratar de escatimar a la historia la memoria de sus miles de v¨ªctimas, tal y como demuestra la exposici¨®n del Centro Andaluz de Fotograf¨ªa (CAF) Stalinfagia. El devorador de im¨¢genes. Al ¨²ltimo aspecto, el trabajo tenaz, se ha entregado durante 30 a?os David King, un escritor e historiador fotogr¨¢fico -editor de arte del Sunday Times entre 1965 y 1975-, cuya colecci¨®n sobre fotograf¨ªa de la ex Uni¨®n Sovi¨¦tica supera las 250.000 copias.
La foto original en la que estaba Yezhov y la manipulada, en la que no aparece, son la carta de presentaci¨®n de esta exposici¨®n que se exhibe por primera vez en Espa?a. Pero son s¨®lo un ejemplo m¨¢s entre el centenar de fotograf¨ªas en blanco y negro que muestra el CAF hasta finales de marzo en la Escuela de Artes de Almer¨ªa.
David King comenz¨® a indagar en la manipulaci¨®n fotogr¨¢fica de la ¨¦poca de Stalin a finales de 1960. Todo comenz¨® en 1970 cuando realiz¨® un viaje a Rusia con motivo del centenario del nacimiento de Lenin. Entonces le llam¨® la atenci¨®n no encontrar documentos gr¨¢ficos de Trotsky. "Me dijeron que Trotsky no hab¨ªa sido importante para la revoluci¨®n. A partir de ah¨ª empec¨¦ a trabajar en la recopilaci¨®n de fotograf¨ªas de esa ¨¦poca", explica.
Ese trabajo llev¨® a King a distintos pa¨ªses europeos y americanos, como M¨¦xico, y se convirti¨® en un reto personal. Despu¨¦s de tres d¨¦cadas recopilando instant¨¢neas hist¨®ricas, King se encontr¨® con el rechazo de m¨¢s de una decena de editores que no estaban dispuestos a publicar su trabajo. Al final el libro sali¨® adelante y la muestra fotogr¨¢fica comenz¨® a moverse por distintos pa¨ªses. Antes que en Espa?a, esta exposici¨®n, que tiene m¨¢s valor como documento hist¨®rico que por la calidad fotogr¨¢fica, ha estado en Viena, Mil¨¢n, Berl¨ªn y Budapest. Despu¨¦s viajar¨¢ a Praga y Estocolmo.
David King, quien aprovech¨® su estancia en Almer¨ªa para participar en la manifestaci¨®n contra la guerra, considera que la ex Uni¨®n Sovi¨¦tica que presidi¨® Stalin ten¨ªa dos modos de manipulaci¨®n de las fotograf¨ªas.
"Por un lado estaba la manipulaci¨®n oficial que se llevaba a cabo en los departamentos de arte de peri¨®dicos o revistas de la ¨¦poca. En esos casos se hac¨ªan simples recortes o se emborronaba con tinta lo que no interesaba. Por otra lado, estuvo tambi¨¦n el denominado concepto de responsabilidad personal. Eso provoc¨® que mucha gente tuviera que eliminar de sus ¨¢lbumes familiares o personales a aquellas personas que el r¨¦gimen de Stalin consideraba enemigos", concluye el historiador.
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