Requisa de una campana con historia

El Estado portugu¨¦s, por mediaci¨®n de la Polic¨ªa Judicial espa?ola, impidi¨® ayer en el hotel Ritz de Madrid la exhibici¨®n de una campana singular, a punto de ser subastada. De aspecto a?oso y solemne, fue construida siglos atr¨¢s en una aleaci¨®n de cobre y esta?o. Apenas tiene dos palmos de envergadura, uno de di¨¢metro y catorce kilos de peso. La campana carece de badajo. Se halla muy da?ada por la corrosi¨®n subacu¨¢tica, que ella y ti?e su cono met¨¢lico de un polvoriento verde mate. Fue rescatada del fondo del litoral portugu¨¦s en 1996 por el buceador y ex oficial de la Marina italiana Roberto Mazzara. ?l asegura que perteneci¨® a la nao colombina Santa Mar¨ªa.

Aventurero e ideador de un robot para pesquisas submarinas, Mazzara, tras consultar con expertos de distintas nacionalidades, mantiene que la campana requisada por la polic¨ªa, que ¨¦l rescat¨® de los restos de un gale¨®n espa?ol hundido frente a Portugal, formaba parte de los bastimentos de la nave capitana de la flota con la que Crist¨®bal Col¨®n desembarc¨® el 12 de octubre de 1492 en tierra firme de Am¨¦rica en nombre de la reina de Castilla.

El cono met¨¢lico, muy da?ado por el ¨®xido, iba a ser subastado a partir de un mill¨®n de euros

La subasta por la campana se iba a iniciar este jueves al precio de salida de un mill¨®n de d¨®lares - equivalente a un mill¨®n de euros- pero, al menos de momento, no habr¨¢ tal puja. Sobre Mazzara pende la sospecha de las autoridades portuguesas de haber sacado ilegalmente la campana de territorio lusitano. Inspectores de la brigada policial espa?ola de Investigaci¨®n del Patrimonio Hist¨®rico la requisaron ayer ante el notario de Madrid V¨ªctor Manuel Garrido, que dio fe del lacrado de la maleta que la conten¨ªa.

Desde ayer, la pieza arqueol¨®gica permanece depositada en el cuartel policial de Canillas, lacrada y embutida en foam para evitar fricciones que podr¨ªan fragmentarla irreversiblemente. Francisco Garc¨ªa Santos, anticuario, narra con emoci¨®n su historia: "En la noche del 25 de diciembre de 1492, la nao Santa Mar¨ªa embarranc¨® en unos arenales frente a la costa haitiana, al quedar sin gobernalle, en manos de un grumete sin experiencia", explica. "Col¨®n decidi¨® desmontarla, llevar sus bastimentos a la costa y construir all¨ª un fort¨ªn, el primer enclave hispano en el continente americano, al que llamaron Fuerte Navidad, y donde dej¨® a 39 hombres".

"En su segundo viaje a Am¨¦rica, en noviembre de 1493", prosigue, "Col¨®n descubri¨® que la guarnici¨®n hab¨ªa sido aniquilada y el fuerte calcinado por el fuego, cuyas llamas da?aron tambi¨¦n la parte superior de la campana, como han dictaminado investigadores del Instituto Tecnol¨®gico de Zaragoza. En 1555, Luis, nieto de Col¨®n, quiso recuperar objetos del primer viaje del ilustre almirante. La nave San Salvador I, en la que fuera trasladada la supuesta campana de la nao Santa Mar¨ªa desde Puerto Rico a Sevilla, fue desviada de su ruta por fuertes vientos y naufrag¨® ante el pueblecito portugu¨¦s de Buarcos, cerca de Figueira da Foz, junto al cabo Mondego. Cuatro siglos y medio despu¨¦s de aquel desastre naval", a?ade, "el buceador italiano Mazzara hall¨® restos del gale¨®n San Salvador I a unos 150 metros de la costa portuguesa y a una decena de metros de profundidad".

Expertos consultados por este peri¨®dico destacan que las campanas eran raras en las flotas sureuropeas y usuales en las de naves n¨®rdicas. La bruma transmite bien algunos sonidos.

Luis Lafuente Batanero, subdirector general de Protecci¨®n del Patrimonio Hist¨®rico del Ministerio espa?ol de Cultura, dice por su parte: "Pese a ser una campana con valor arqueol¨®gico indudable, no perteneci¨® a la Santa Mar¨ªa, seg¨²n un informe del Museo Naval. Creemos que es posterior, de finales del siglo XVI". Y a?ade: "Para actuar hemos de saber antes qu¨¦ decide Portugal al respecto, ya que en su exhorto sospecha que Mazzara haya incurrido en contrabando". Y concluye: "Espa?a, superpotencia en patrimonio hist¨®rico, ha de dar ejemplo seg¨²n el Convenio de la Unesco, que persigue descomercializar los tesoros subacu¨¢ticos que, por ser de todos, han de integrarse en museos p¨²blicos".