?Y ahora qu¨¦?

Con motivo del dram¨¢tico refer¨¦ndum que Gonz¨¢lez propuso en 1986 al pa¨ªs para la permanencia de Espa?a en la OTAN despu¨¦s de haber jugado con las emociones, prejuicios y partis pris de buena parte de la opini¨®n entonces de izquierdas que creyeron en la campa?a anterior del PSOE donde de entrada se dec¨ªa no a la OTAN, y ante el peligro de que pudiese ganar el ?No! acab¨® imponi¨¦ndose en el c¨¢lculo de las consecuencias del voto negativo la necesidad de responder a la pregunta de qui¨¦n habr¨ªa de administrar la derrota del gobierno.

En aquellos d¨ªas se vio claro que el planteamiento mendaz de la cuesti¨®n por parte de los socialistas invitaba a IU, a los nacionalistas catalanes, vascos, gallegos... y a los votantes de la derecha a unir su voto donde m¨¢s le doliera al PSOE (el no gan¨® en Euskadi, en Catalu?a por muy poco y en Navarra). El resultado global del refer¨¦ndum, claramente favorable al s¨ª (52,53 %), dej¨® claro que a pesar de la tentaci¨®n buena parte del voto entonces de izquierda y centro-izquierda, del voto de centro-derecha y derecha acab¨® inclinando la balanza hacia el ¨²nico resultado que garantizaba una administraci¨®n sin sobresaltos de la cuesti¨®n, a pesar de que la abstenci¨®n tuviera un papel bastante destacado en algunas comunidades (espectacular en Galicia, y del 40,26 en el total); la perspectiva de un triunfo del no hubiera convertido a IU en imposible administrador virtual de la derrota gubernamental, habr¨ªa puesto a las derechas en una dif¨ªcil posici¨®n ante Europa y a la sociedad espa?ola dentro de un fiasco de graves consecuencias. El actual l¨ªder de IU, un poco amn¨¦sico de lo que ocurri¨® entonces, suger¨ªa hace pocas horas que quiz¨¢s el gobierno deber¨ªa convocar un refer¨¦ndum para resolver la posici¨®n de Espa?a en el Consejo de Seguridad de la ONU, se supone que tambi¨¦n en la OTAN, y, de paso, en la UE. Por su parte, el l¨ªder del PSOE, coloc¨¢ndose temerariamente en el lugar de la IU de entonces pretende que todo lo que se moviliz¨® en las manifestaciones del fin de semana pasado debe sumarse estricta y espec¨ªficamente en un abstracto haber anti-gubernamental como si el resto de relevantes elementos que configuran la voluntad pol¨ªtica de este Estado hubiesen dejado de tener relevancia. A quienes entienden (o as¨ª lo proclaman) que las decisiones de la ONU, de la OTAN, o de la UE que se opongan a sus particulares y sobrevenidos innegociables no deben ni escucharse, ni obedecerse, ni tenerse en cuenta deber¨ªa exig¨ªrseles que expliquen claramente una vez conseguido deslegitimar a las organizaciones internacionales en las que el Estado tiene adquiridos poderosos compromisos qu¨¦ es lo que podr¨ªa guiar hacia el orden justo del mundo por el que parece que claman.

La barbaridad es de tal tama?o que s¨®lo la torpeza del Gobierno espa?ol a la hora de explicar lo f¨¢cilmente explicable enmascara la de sus contradictores. En lo que est¨¢ ocurriendo estos d¨ªas, la oposici¨®n, en su objetivo de triturar la credibilidad del Gobierno pretende incluso que el com¨²n de los ciudadanos desconf¨ªe hasta de las instituciones internacionales, pero ni siquiera les importa qu¨¦ es lo que habr¨ªa m¨¢s all¨¢ de la ONU de ser cre¨ªble este maximalismo tremendista ni si las posiciones de Francia y Alemania son tan indefendibles como las de Espa?a o Gran Breta?a. El debate de ayer corrobora que la oposici¨®n de izquierda tendr¨¢ que responderse muy pronto qui¨¦n va a administrar sus propios errores.

Vicent.franch@eresmas.net