Torturados y asesinados tres militares opuestos a Ch¨¢vez
Hip¨®tesis de todo g¨¦nero han corrido en torno al asesinato de tres soldados venezolanos vinculados al grupo de militares rebeldes que se encuentra desde octubre en una plaza del este de Caracas, declarados en desobediencia a sus mandos y al presidente Hugo Ch¨¢vez.
Para el l¨ªder de este grupo de oficiales, el general Enrique Medina G¨®mez, lo ocurrido es un crimen de lesa humanidad y el responsable es el Gobierno de Ch¨¢vez. Como prueba expone el hecho de que varios testigos, cuya identidad no ha sido precisada, vieron c¨®mo los tres j¨®venes militares, junto a dos mujeres que les acompa?aban, fueron detenidos y obligados a abordar dos camionetas por hombres vestidos de negro y con las caras cubiertas con pasamonta?as. Para el general, ¨¦sta es una prueba de que el crimen fue cometido por la polic¨ªa pol¨ªtica.
Los asesinados, Zaida Peraza, de 28 a?os; Darwin Arg¨¹ello, de 21; ?ngel Salas, de 21, y F¨¦lix Pinto, de 22, fueron encontrados en dos lugares diferentes de las afueras de Caracas con signos de haber sido torturados, atados de pies y manos. Les mataron con tiros de escopeta a corta distancia.
La polic¨ªa judicial se inclina por el m¨®vil de la venganza y espera el testimonio de la segunda acompa?ante, Roxana Rivero, una joven de 14 a?os que fue gravemente herida en la cabeza. Los detectives tambi¨¦n buscan a una tercera mujer, pues sospechan que los j¨®venes iban a asistir con parejas a una fiesta la noche del s¨¢bado. De la hip¨®tesis de la venganza derivan varias posibilidades. Algunas fuentes indican que exist¨ªa una rivalidad entre los militares atrincherados en la plaza de Altamira, que podr¨ªa haber degenerado en este crimen. El factor pasional tampoco se ha descartado. El abogado Carlos Bastidas, asistente legal de oficiales insurrectos, a?adi¨® otro elemento al se?alar que la asesinada Zaida Peraza estaba presente en la plaza el 6 de diciembre cuando tres personas murieron y veinte resultaron heridas por disparos. Del lado gubernamental no ha habido pronunciamientos, pero un vocero coment¨®: "Siempre hay que preguntarse a qui¨¦n favorece un crimen para imaginarse qui¨¦n lo cometi¨®".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.