La ESA logra rescatar el sat¨¦lite 'Artemis' de comunicaciones tras 18 meses de trabajo
Un tenaz esfuerzo de ingenier¨ªa ha corregido el mal lanzamiento del Ariane 5 en 2001
Una buena noticia en el sector aerospacial europeo, despu¨¦s de tantas malas. Ingenieros de la Agencia Europea del Espacio (ESA) y de varias empresas han conseguido situar en su posici¨®n de trabajo, a 36.000 kil¨®metros de altura, el sat¨¦lite de telecomunicaciones Artemis, 18 meses despu¨¦s de que un mal lanzamiento le dejara inservible en una ¨®rbita baja. La operaci¨®n de rescate ha sido posible gracias a que el sat¨¦lite, esencial para el funcionamiento de otros y del m¨®dulo europeo en la Estaci¨®n Espacial Internacional, ten¨ªa un innovador sistema complementario de propulsi¨®n.
El sat¨¦lite Artemis es el mayor de comunicaciones que ha encargado la ESA en su historia y es h¨ªbrido, en el sentido de que tiene funciones definidas como enlace entre otros sat¨¦lites y las estaciones terrestres pero tambi¨¦n sirve para experimentar nuevas tecnolog¨ªas de comunicaci¨®n, como la transmisi¨®n por laser y el enlace con veh¨ªculos m¨®viles en tierra. Cuando se lanz¨® en un Ariane 5, el 12 de julio de 2001, el fallo del motor de la segunda fase del cohete le dej¨® situado en una ¨®rbita inservible, muy baja y el¨ªptica. Entonces se lleg¨® casi a dar por perdida la misi¨®n.
Luego, una interesante labor de ingenier¨ªa en coordinaci¨®n con las empresas Alenia Spazio (contratista principal en la fabricaci¨®n del sat¨¦lite), Astrium (que dise?¨® el sistema de propulsi¨®n i¨®nica), y Telespazio, responsable del funcionamiento del sat¨¦lite desde el centro de control de Fucino (Italia) permiti¨® primero albergar esperanzas, y luego llegar a completar la dif¨ªcil misi¨®n.
Factor clave
Un factor clave en el ¨¦xito ha sido el novedoso sistema de propulsi¨®n i¨®nica que inicialmente deb¨ªa servir ¨²nicamente para corregir la ¨®rbita del sat¨¦lite una vez ¨¦ste estuviera en su posici¨®n de trabajo. Su uso ha permitido realizar la ¨²ltima fase del rescate, en la que la ¨®rbita se elev¨® de 31.000 kil¨®metros a los casi 36.000 kil¨®metros finales. La propulsi¨®n i¨®nica se basa en la ionizaci¨®n o carga el¨¦ctrica de las mol¨¦culas de una gas, que luego es acelerado por campos el¨¦ctricos y emerge del sat¨¦lite a una velocidad de 30 kil¨®metros por segundo, proporcionando el empuje necesario. Este proceso ha sido muy lento, y los especialistas se?alan que es parecido a gobernar un trasatl¨¢ntico con un motor fueraborda.
Antes de empezar la operaci¨®n de rescate, fue preciso reprogramar toda la misi¨®n y desarrollar nuevos programas inform¨¢ticos, en muy poco tiempo. En principio, el sat¨¦lite fue llevado en bastante poco tiempo mediante el uso de su motor de apogeo convencional a una ¨®rbita de aparcamiento situada m¨¢s all¨¢ del cintur¨®n de radiaci¨®n de Van Allen. A partir de febrero de 2002 entraron en juego los peque?os motores i¨®nicos que subieron el sat¨¦lite en espiral a una media de 15 kil¨®metros diarios hacia la ¨®rbita geostacionaria. Se sucedieron peque?os problemas y ajustes durante casi un a?o hasta que se alcanz¨® el objetivo el pasado 31 de enero.
Desde entonces, los ingenieros han estado repasando el funcionamiento del sat¨¦lite, cuyos instrumentos se han mantenido en hibernaci¨®n, para poder anunciar su recuperaci¨®n total. Durante todo este tiempo, sin embargo, el sat¨¦lite no ha permanecido inactivo, ya que mientras estaba empezado la ¨²ltima fase de la operaci¨®n se ensay¨® con ¨¦xito el enlace por l¨¢ser con el sat¨¦lite franc¨¦s de observaci¨®n de la Tierra Spot 4, que transmiti¨® im¨¢genes al Artemis para su posterior transmisi¨®n a la Tierra. Fue la primera vez que se demostraba en el espacio esta tecnolog¨ªa.
Los ingenieros esperan que el recuperado sat¨¦lite empiece ahora una vida de trabajo de 10 a?os, un poco menos de la m¨¢xima calculada antes del accidente. Entre sus misiones est¨¢ servir al gran sat¨¦lite europeo Envisat de observaci¨®n de la Tierra, as¨ª como a otros sat¨¦lites y servir de enlace entre usuarios terrestres (fijos y m¨®viles). En el futuro deber¨¢ servir al m¨®dulo Columbus de la Estaci¨®n Espacial Internacional.
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