C¨ªrculos oficiales y de la oposici¨®n mexicana tildan de intromisi¨®n la visita del presidente

La inesperada visita de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar caus¨® un profundo malestar en c¨ªrculos oficiales y opositores de M¨¦xico porque se percibi¨® como forzada, cercana a la intromisi¨®n en los asuntos internos y da?ina para unas relaciones bilaterales que hasta ahora han sido excelentes. Aznar, seg¨²n las fuentes consultadas, se salt¨® los cauces diplom¨¢ticos habituales y aprovech¨® su relaci¨®n personal con el presidente mexicano, Vicente Fox, para acordar una entrevista cuyo solo anuncio desat¨® una pol¨¦mica nacional. Nunca, desde la reanudaci¨®n de las relaciones diplom¨¢ticas en 1977, un presidente espa?ol, y por elevaci¨®n Espa?a, hab¨ªa sido tan objetado o atacada.

Aznar llegaba anoche a M¨¦xico con una misi¨®n casi imposible: tratar de convencer a Fox para sumarse a la coalici¨®n liderada por EE UU. M¨¦xico rechaza un ataque a Irak sin el aval de la ONU. Los partidos pidieron a Fox que no ceda, ¨¦ste manifest¨® que no se dejar¨ªa convencer y el diario La Jornada fue feroz con Aznar. Lo declar¨® "persona non grata" y en una caricatura de portada fue vestido de Mill¨¢n Astray, tocado con el gorro del tercio, alzando, en una pancarta, el salvaje ideario del legionario franquista: "?Viva la muerte!".

Las fuentes mexicanas consultadas subrayan que el viaje de Aznar complica todav¨ªa m¨¢s las relaciones con EE UU y compromete a Fox, al haber transformado en acto p¨²blico y controvertido lo que hubiera debido ser una discreta conversaci¨®n entre presidentes. "Encima que tenemos que estar todos los d¨ªas defendi¨¦ndonos de los gringos, ahora viene Aznar a echarles una mano", agregan. M¨¦xico siente a Espa?a como su socio prioritario en Europa, pero "la guerra es un asunto muy serio como para mezclar el plano institucional con el personal".

Una pinza

Durante tres d¨ªas, la prensa destac¨® la llegada de Aznar y los comentaristas adivinaron una pinza con EE UU. Un grupo de manifestantes protest¨® ante la Embajada de Espa?a y pol¨ªticos e intelectuales, algunos condecorados por Espa?a, lo hicieron en otras tribunas. "Por favor, se?or Aznar, no venga a M¨¦xico a inducirnos a quebrantar una tradici¨®n que ha honrado nuestra vida diplom¨¢tica", escribi¨® el historiador Miguel Le¨®n Portilla, a quien el pr¨ªncipe Felipe concedi¨® en 2001 el Premio Bartolom¨¦ de las Casas.

La posici¨®n de M¨¦xico no es f¨¢cil porque comparte 3.200 kil¨®metros de frontera con EE UU, en cuyos mercados coloca cerca del 90% de sus exportaciones, y reclama un acuerdo migratorio que facilite la progresiva legalizaci¨®n de 3,5 millones de indocumentados. Buena parte de la sociedad es marcadamente antinorteamericana.

"Inoportuna visita del proc¨®nsul", titul¨® ayer Enrique del Val Banco su comentario en El Universal. "S¨®lo a quienes desconocen la historia y no saben que M¨¦xico dej¨® de ser colonia hace ya bastantes siglos, se les ocurre que pueden mandar a convencer".