"Escribir es echar un ¨¢cido corrosivo sobre las ideas que cuadriculan la realidad"
Justo Navarro tiene m¨¢s de una cosa en com¨²n con Gabriel Ferrater: la novela negra, la cr¨ªtica literaria, la poes¨ªa y la traducci¨®n. Si Ferrater s¨®lo public¨® tard¨ªamente tres libros de poemas, el autor de La casa del padre no ha vuelto a la poes¨ªa despu¨¦s de Un aviador prev¨¦ su muerte, que obtuvo en 1987 el Premio de la Cr¨ªtica: "He escrito un par de poemas, de memoria. Son f¨¢ciles de recordar porque escribo con rima, pero si no los apunto, a veces se me olvidan. Tampoco se pierde nada", afirma en su luminosa casa de Nerja, todav¨ªa provisional despu¨¦s de una mudanza.
PREGUNTA. ?Por qu¨¦ quiso escribir un libro sobre Ferrater?
RESPUESTA. Existe de entrada un elemento fabuloso -su promesa de matarse antes de los 50 a?os- que desencadena una historia. Uno espera el desenlace desde el principio. Adem¨¢s, para escribir se necesita un enamoramiento, y yo lo tengo con Ferrater.
P. ?Por qu¨¦ cree que ha sido personaje de tantas novelas: de F¨¦lix de Az¨²a, de Masoliver R¨®denas...?
R. Y de poemas (de Gil de Biedma, Jos¨¦ Mar¨ªa Valverde...). Ferrater calcula su muerte, como si fuera Dios, y ese elemento divinizador es fundamental, aunque no ser¨ªa suficiente si el personaje no hubiera hecho antes m¨¦ritos como ser m¨ªtico. Tiene rasgos de personajes que, como S¨®crates, viven en la calle, o como otros que dividen su vida en privada y p¨²blica. Todo acaba con su muerte profetizada. Los mitos en el fondo son figuras que elegimos para pensar nuestra propia vida.
P. ?Sin suicidio no hay mito?
R. Yo me pregunto si los que oyeron a Ferrater decir que iba a matarse, lo recuerdan porque efectivamente se mat¨® o si en caso de que no hubiera cumplido su promesa se acordar¨ªan. De hecho, yo no s¨¦ si ¨¦l mismo se acordaba de que lo hab¨ªa prometido. Lo interesante de su promesa es que nos permite redondear el mito. Nos permite racionalizar la muerte, entender que la vida tiene una especie de sentido. Nosotros lo usamos como consuelo para pensar que la vida y la muerte pueden ser algo medido, domesticable, algo que podemos decidir nosotros.
P. ?En qu¨¦ se diferencia F. de Gabriel Ferrater?
R. He tratado de que cualquier elemento que aparezca en la novela est¨¦ documentado en los papeles que dej¨®. He querido ser veraz, pero no puedo presumir de que ¨¦ste sea el Ferrater de otras personas. Por eso he titulado la novela F., para subrayar su car¨¢cter m¨ªtico, como puede serlo el K. de El proceso, de Kafka, que fue precisamente la ¨²ltima novela que tradujo Ferrater.
P. En la primera p¨¢gina advierte de que los hechos no son ni reales ni ficticios, sino imaginarios. ?Cu¨¢l es la diferencia?
R. Uno de mis modelos es Lenz, una novelita de Georg Buchner sobre la vida de un poeta rom¨¢ntico. Adem¨¢s, de Troya a la Divina Comedia o a Thomas Mann, el recurso de pensar en personajes reales como seres de ficci¨®n siempre ha existido.
P. ?Por qu¨¦?
R. Lo importante es: ?por qu¨¦ necesitamos inventar ficciones? Porque nos permiten ver nuestra propia realidad, algo que no siempre hacen las biograf¨ªas o los libros de historia. Nos dejan cierta libertad, mayor capacidad de movimiento y, sobre todo, de relaci¨®n con nuestra propia memoria. La ficci¨®n es como un reactivo qu¨ªmico que se a?ade a otro elemento -la realidad en este caso- para verlo mejor a trav¨¦s del microscopio.
P. En F. hay elementos que ya aparec¨ªan en otras de sus novelas: la figura del padre, el suicidio...
R. Cada uno tiene los mitos que se merece. Dado que Ferrater era de la generaci¨®n de mi padre, podr¨ªa remitir a su figura. Adem¨¢s, la sombra del suicidio es algo que est¨¢ presente en mi familia... pero creo que esto es secundario. Pertenece a mi equipaje m¨¢s personal.
P. Su Ferrater parece m¨¢s alegre que el de la leyenda.
R. Ferrater era de una cordialidad enorme, tal vez porque no se encontraba a gusto consigo mismo. Lo imagino como alguien que est¨¢ celebrando siempre una fiesta de despedida con los amigos. Cada acto es un anticipo de la despedida y, a la vez, su aplazamiento. Me recuerda a un ni?o que no se quiere dormir porque no quiere separarse del mundo. Yo creo que ten¨ªa ese s¨ªndrome del ni?o que no quiere irse a la cama. Ferrater sab¨ªa que para prolongar la fiesta hab¨ªa que alimentar la m¨¢quina de la alegr¨ªa, inventar algo que entretuviera a los dem¨¢s. De hecho, yo pens¨¦ en titular la novela El seductor. Ya dijo Jaime Gil de Biedma que sus poemas eran a?agazas para que la fiesta continuara.
P. ?Qu¨¦ aport¨® como escritor?
R. Ferrater es alguien con una obra de miles de p¨¢ginas -en informes de lectura y textos de enciclopedias; s¨®lo tres libros de poemas- y que, sin embargo, no se siente escritor, sino un personaje de una industria editorial absurda, mal pagado y maltratado como lector y traductor. Fue siempre clarividente, como cuando dijo aquello de que un poema deb¨ªa tener la misma claridad que una carta comercial. Dec¨ªa: "Tiene que tener m¨¢s cl¨¢ridad, pero como m¨ªnimo, la misma".
P. ?Est¨¢ de acuerdo?
R. Sobre todo con la segunda parte: que tenga la misma claridad. Su idea de escritura era absolutamente pr¨¢ctica. Empieza a escribir poemas porque se siente abandonado por una novia que ni lleg¨® a serlo. Seg¨²n ¨¦l, uno escribe para agradar o para fastidiar. Esa idea sentimental pr¨¢ctica de la literatura me gusta.
P. Estaba dentro de la literatura pero al margen. ?Tambi¨¦n ideol¨®gicamente?
R. En una carta a un peri¨®dico alem¨¢n, ante un reportaje que elogiaba las reformas de los a?os sesenta, Ferrater describe el franquismo, no s¨®lo como un r¨¦gimen pol¨ªtico perverso, sino como un r¨¦gimen de vida totalmente perverso. No obstante, para los de izquierdas parec¨ªa de derechas y para los de derechas, de izquierdas. Dec¨ªa que las ideolog¨ªas son unas gafas que impiden ver con claridad, una caja cerrada en la que se encierran los hechos, deform¨¢ndolos. La literatura ser¨ªa todo lo contrario: trata de ver con claridad donde las ideolog¨ªas ven las cosas ya hechas. Escribir es echar un ¨¢cido corrosivo sobre las ideas que cuadriculan la realidad. Ferrater pod¨ªa ser una persona inc¨®moda, pero siempre estuvo comprometido con una idea de racionalidad, y la Espa?a del franquismo le parec¨ªa muy poco razonable.
P. En la novela dice usted que el escritor est¨¢ siempre intimidado.
R. Intimidado no s¨®lo por lo que dice, sino tambi¨¦n por lo que no dice. Lo que ha dicho tratar¨ªa de cambiarlo, y tratar¨ªa siempre de a?adir algo m¨¢s. Para escribir se necesita valent¨ªa, y creo que Ferrater fue una persona valiente.
P. ?El suicidio es un acto de valent¨ªa?
R. Su suicidio es un gesto de acabamiento, como la mayor¨ªa de los suicidios. Desde fuera, su vida puede tener un car¨¢cter m¨ªtico. Desde dentro, responde a un agotamiento f¨ªsico y moral, a un no poder m¨¢s. A veces pienso que si no se hubiera matado se habr¨ªa muerto.
P. Al final estaba alcoholizado.
R. Es muy sintom¨¢tico el t¨ªtulo que Ferrater puso a la recopilaci¨®n de sus poemas: Las mujeres y los d¨ªas. F. es una novela de amor, y junto a ese modo de detener el tiempo que es el amor hay un elemento qu¨ªmico controlador del tiempo para su generaci¨®n: el alcohol. Las mujeres y los d¨ªas, las mujeres y el tiempo, el tiempo y el alcohol. Algo as¨ª.
P. Ferrater tradujo a Hammet y usted suele hacer cr¨ªtica de novela negra, algo que, vista su obra, parece raro.
R. La novela negra pertenece al mundo de mi padre. Es muy posible que las novelas y cuentos de Hammet que tradujo Ferrater estuvieran en su biblioteca. Los primeros libros que le¨ª fueron ¨¦sos, y la literatura es lo que todav¨ªa me mantiene ligado al mundo de la infancia. Mis ra¨ªces literarias son las novelas policiacas y de misterio. Para m¨ª, leer esas novelas es seguir dentro de ese mundo. A veces leo verdaderas majader¨ªas, pero me digo: bueno, son mis majader¨ªas.
P. ?Es una liberaci¨®n o una condena?
R. Para m¨ª no es ninguna condena, es un acto de reencuentro. Como si cada vez que leo una novela policiaca volviera al cuarto en el que le¨ª las primeras... aunque, por fortuna, ya no estoy en ese cuarto.
BIBLIOGRAF?A
(De Gabriel Ferrater)
Mujeres y d¨ªas. Antolog¨ªa. Traducci¨®n de Jos¨¦ Mar¨ªa Valverde, Jos¨¦ A. Goytisolo y Pere Gimferrer (Seix Barral).
Las mujeres y los d¨ªas. Poes¨ªa completa. Traducci¨®n de Mar¨ªa ?ngeles Cabr¨¦ (Lumen).
Noticias de libros. Informes editoriales (Pen¨ªnsula).
Gabriel Ferrater. Biograf¨ªa. Mar¨ªa ?ngeles Cabr¨¦ (Omega).
(De Justo Navarro)
El alma del controlador a¨¦reo (Anagrama). La casa del padre (Anagrama).
Accidentes ¨ªntimos (Anagrama).
Hermana muerte (Seix Barral).
El doble del doble (Seix Barral).
Un aviador prev¨¦ su muerte (Maillot Amarillo. Diputaci¨®n de Granada).
Los nadadores (Antorcha de Paja).
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