"Aznar vino a Galicia a mentir y amenazar a los gallegos"
Xos¨¦ Manuel Beiras, de 66 a?os, afirma que si el movimiento ciudadano Nunca M¨¢is no encuentra una traducci¨®n pol¨ªtica positiva no tendr¨¢ salida. El l¨ªder del BNG revela que su acercamiento institucional a Fraga le ha causado graves problemas dentro del Bloque y que algunos que no compart¨ªan ese comportamiento le torpedearon.
Pregunta. Las mareas y el paso del tiempo se le est¨¢n llevando el chapapote, se?or Beiras. Y no s¨¦ yo si se van a llevar tambi¨¦n su sue?o de un vuelco electoral en Galicia...
Respuesta. Yo no s¨¦, y no es mi c¨¢lculo, lo que puedan hacer las mareas con el chapapote. Pero lo que s¨ª le puedo asegurar es que precisamente el paso del tiempo le est¨¢ dando a la gente la oportunidad de reflexionar sobre lo que han sido estos 13 a?os de fraguismo para esta tierra. Y eso es lo que explica la vigencia del movimiento ciudadano Nunca M¨¢is, m¨¢s all¨¢ de una bonanza o una encalmada, m¨¢s all¨¢ de si llega m¨¢s o menos chapapote a las costas, que, por cierto, sigue llegando.
"Me lanzaron muchos torpedos dentro del Bloque por mi acercamiento a Fraga"
"Para el Partido Popular, Fraga ya es un estorbo, una piedra en el camino"
P. Va a hacer usted buena la acusaci¨®n del PP de que los del Bloque est¨¢n felices de poder vivir pol¨ªticamente del desastre.
R. Quienes est¨¢n viviendo del desastre son los intereses que existen en el entramado del PP. Por ejemplo, Tragsa o la historia de Xos¨¦ Cui?a... Pero, sobre todo, el poder del Estado que intenta, sistem¨¢ticamente, arrojar toda su capacidad de coacci¨®n sobre la ciudadan¨ªa, ejerciendo una presi¨®n realmente insoportable. El Bloque no s¨®lo no est¨¢ viviendo pol¨ªticamente del chapapote sino que lo que hemos hecho es ayudar a que la cat¨¢strofe no se extendiera en algunos lugares en los que pudimos echar una mano. Trabajamos de forma muy activa en el tejido ciudadano y desde ah¨ª impulsamos determinadas cosas de las que luego surgi¨® la din¨¢mica en la que, a trav¨¦s de una autoconvocatoria, naci¨® Nunca M¨¢is. Gracias a las estructuras de poder municipal que mantuvieron intactas sus responsabilidades y sus competencias se pudo hacer frente a una situaci¨®n tan l¨ªmite como ver que el Estado se desmoronaba en los momentos m¨¢s graves. Le puedo asegurar que el Bloque nunca se va a beneficiar de los desastres del pa¨ªs, porque nosotros no somos can¨ªbales.
P. O sea, que no est¨¢n practicando la doctrina del buen marxista: "Cuanto peor, mejor..."
R. Eso es lo que hace el PP atrincherado en posiciones numantinas, mientras todo se les derrumba a su alrededor.
P. Ustedes han estado listos a la hora de acoger las protestas de la Galicia airada que no sab¨ªa para d¨®nde mirar. Pero no s¨¦ si les va a ser f¨¢cil mantener todo el cabreo que han conseguido juntar hasta las elecciones municipales...
R. Tengo claro que el movimiento ciudadano que ha aglutinado Nunca M¨¢is es algo que se mueve en un determinado plano, pero, que si no tiene el trasunto profundo, si no tiene una traducci¨®n en una instancia pol¨ªtica, en positivo, no tendr¨¢ salida. En el Bloque tenemos muy claro que el movimiento ciudadano es algo muy importante, que nutre... pero al que hay que dar respuesta en t¨¦rminos pol¨ªticos y positivos. El Bloque no va a ganar las elecciones municipales porque haya una movilizaci¨®n ciudadana y nosotros tengamos una cierta presencia en esa movilizaci¨®n. Ganaremos si hacemos aquello que es necesario para que las alternativas que presentamos en los gobiernos municipales sean cre¨ªbles como gobierno municipal. Por lo dem¨¢s, el Bloque no est¨¢ empe?ado en mantener la tensi¨®n de aqu¨ª a las elecciones municipales. Es la ciudadan¨ªa la que sigue manteniendo la tensi¨®n. Es verdad que nosotros no somos cuatro gatos metidos en un despacho, pero no somos los que estamos dirigiendo el proceso ciudadano; s¨®lo participamos. El movimiento ciudadano que representa Nunca Mais no es la correa de transmisi¨®n de las consignas del Bloque... ?Ojo con esa confusi¨®n! El Bloque no utiliza la estrategia de la tensi¨®n, porque incluso se podr¨ªa volver contra nosotros. Lo tenemos muy claro, porque si se nos ve como los que estamos manipulando por detr¨¢s Nunca Mais, la gente se alejar¨¢ de nosotros.
P. Mientras usted se empe?a en hacer la cuenta de la lechera, el PP se ha puesto las pilas y le pueden romper el c¨¢ntaro a golpe de talonario...
R. Por supuesto... Pero no tengo intenci¨®n de hacer la cuenta de la lechera; lo que no me impide tener muy claro que el primer reto que tenemos por delante son las elecciones municipales. Pero tambi¨¦n s¨¦ que no son unas elecciones al Parlamento de Galicia o unas elecciones generales, en las que la actitud de la gente tendr¨ªa una traslaci¨®n pol¨ªtica mucho m¨¢s f¨¢cil. Sabemos que es m¨¢s dif¨ªcil que el impacto del Prestige se traduzca ahora en un batacazo electoral del PP. En cuanto al golpe de talonario... ?pero si no tienen cuartos, no tienen nada!
P. ?Y esos 12.000 millones que trajo Aznar a Galicia?
R. Es pura fantas¨ªa, porque no hay compromiso presupuestario alguno. Es una declaraci¨®n de intenciones, ?es una estafa! ?Por qu¨¦ el consejero de Pesca quer¨ªa abrir la veda a todo trance? Pues porque se comprometi¨® a dar las subvenciones a todo el sector contando con que s¨®lo ser¨ªa en la Costa da Morte. Y hoy es toda la costa, y eso supone que la Xunta tiene que soltar cada mes 30 millones de euros. La Xunta no tiene ese dinero, y por eso quieren que se salga a faenar cuanto antes; para dejar de pagar las subvenciones. Si hay algo claro en todo esto es que Aznar vino a Galicia a mentir, a tratar de enga?ar a los gallegos, una vez m¨¢s. Porque, al final, la aportaci¨®n real del Estado se reduce a 300 millones, de los cuales s¨®lo 36 son para el sector pesquero. Le aseguro que la gente no se ha cre¨ªdo nada de lo que dijo Aznar, salvo las amenazas y las agresiones a los perros que ladramos por las esquinas, incluidas muchas cofrad¨ªas que est¨¢n en la ¨®rbita del PP y que est¨¢n indignadas.
P. Pero no creo que pueda evitar ni pueda reprochar a la gente que vuelva a las andadas, que tome resignadamente lo que les den y, encima, que den las gracias.
R. No excluyo que se produzca, pero en muy peque?a magnitud. Fue lo que pas¨® al principio en la Costa da Morte. Pero luego, el movimiento de protesta en las ciudades removi¨® a las gentes de all¨ª, que se dieron cuenta de que no se resuelve nada a base de ayudas enga?osas. Y le aseguro que la mayor¨ªa de los gallegos no son "comprables".
P. Pero la vida es dura, se?or Beiras. Y ustedes no van a solucionarles la vida a la gente con soflamas de resistencia, ?no le parece?
R. Es que no hay que presionarlos para la resistencia. Hay que orientarlos e incentivarlos para el voto. Lo que le digo a la gente es algo muy claro: no teng¨¢is miedo a impulsar el cambio en Galicia, porque ahora el que tiene miedo es el poder. Con que vean eso, ya est¨¢... Todo habr¨¢ cambiado. Por lo dem¨¢s, es muy probable que el PP obtenga sus mejores resultados en la Galicia que controlan Cui?a y el sector castigado del PP, que se van a frotar las manos viendo c¨®mo los se?oritos se llevan un batacazo en zonas que controla el Bloque. Porque la batalla psicosocial se va a dar en las ciudades. La Galicia rural representa s¨®lo un tercio del electorado. Los mismos dirigentes del PP rural dicen: "Cada vez que muere alguien perdemos un voto, y cada vez que nace alguien se lo llevan los del Bloque". Ellos lo tienen muy claro y yo tambi¨¦n. ?O es que si no tuvieran las cosas tan oscuras habr¨ªa venido Aznar a lanzar la consigna de reactivar o montar una especie de somatenes como las famosas "secciones de asalto" de la Alemania de los a?os treinta? ?Cu¨¢nta gente del PP ha salido a dar la cara desde que Aznar les invit¨® a que lo hicieran "sin verg¨¹enza"? ?Nadie!
P. Perdone que se lo diga, pero el castigo de Cui?a le viene a usted de cine, porque le facilita algo m¨¢s el acceso a su territorio rural y galleguista por el que siempre se han peleado, ?no?
R. Sin duda, pero eso no puede ocultar que la decapitaci¨®n de Cui?a representa un punto de inflexi¨®n del conflicto de intereses y tambi¨¦n ideol¨®gico que existe en el PP desde los a?os 80. Los de la boina, como dicen ellos, los populistas de base, tienen una red de intereses que est¨¢ en conflicto con los grandes poderes econ¨®micos representados por los del "birrete", por el PP de Madrid o por Rajoy. Y, por otra parte, el PP de Cui?a tiene una visi¨®n ideol¨®gica que les lleva a hablar de galleguismo, que es... una manera de hablar. Pero la cuesti¨®n de fondo es que los de la boina necesitan un PP con m¨¢s autonom¨ªa respecto a Madrid, sencillamente porque si no no pueden defender sus intereses. Por ejemplo, en la construcci¨®n, en los concursos para obras del Estado o l¨ªneas de construcci¨®n de viviendas. Por eso, la estrategia de Cui?a es hacerse fuerte en la Galicia rural, para exhibir su fuerza ante quienes le han defenestrado. Y, sobre todo, ante Fraga... que por lo dem¨¢s ahora ya no es sino un estorbo, una piedra en el camino para que todo este proceso llegue a su fin. Pero tengo claro que si yo hago le?a de Cui?a estoy trabajando para Aznar. Y, bueno, comprender¨¢ que es lo ¨²ltimo que se me podr¨ªa ocurrir...
P. Pero s¨ª que ha trabajado para Fraga, o con Fraga. En los ¨²ltimos tiempos, era p¨²blico y notorio el idilio pol¨ªtico que les un¨ªa.
R. Lo que es p¨²blico y notorio es que he mantenido una intensa relaci¨®n institucional con el presidente Fraga, aunque no me ve¨ªa con ¨¦l ni todos los d¨ªas ni a todas horas. Fraga desea reforzar el poder pol¨ªtico de las instituciones gallegas y dio buena prueba de ello en sus intervenciones publicas. El ¨²ltimo gesto que hizo, como expresi¨®n de su voluntad de di¨¢logo, fue dar la consigna de que fueran aprobadas ?nada menos que 17 propuestas de resoluci¨®n del Bloque! A ra¨ªz del encrespamiento entre Gobierno y Pa¨ªs Vasco, ¨¦l empez¨® a recular, en junio. Luego, su actuaci¨®n tan incomprensible y penosa en la crisis del Prestige se ha llevado todo por delante. ?l podr¨¢ decir lo que quiera, pero la verdad es que yo intent¨¦ ayudarle en los peores momentos y que he actuado con responsabilidad y mesura.
P. Pues su actuaci¨®n daba para pensar que lo que le preocupaba sobre todo era alejarse de Fraga como alma que lleva el diablo, como un blanco cormor¨¢n luchando para no ser engullido por el chapapote...
R. Nosotros no ten¨ªamos intenci¨®n de plantear una moci¨®n de censura. Lo que le plante¨¦ a Fraga fue la necesidad de cerrar filas, para hacer frente a la cat¨¢strofe. Pero reclamamos una comisi¨®n de investigaci¨®n a cambio, que se hizo de mala gana y acab¨® como acab¨®. Estuvimos esperando hasta el ¨²ltimo momento un mensaje de Fraga, que nunca lleg¨®. Lo que pasa es que Fraga crey¨® que el di¨¢logo institucional que hab¨ªamos iniciado le daba derecho a esperar de m¨ª una actitud de sumisi¨®n a sus deseos. Es algo cong¨¦nito en ¨¦l... En cuanto a esa contaminaci¨®n que me pod¨ªa producir Fraga, ya la padec¨ª entre enero y octubre de 2002. La padec¨ª entre la ciudadan¨ªa, pero sobre todo en mi casa pol¨ªtica... A la altura de noviembre o diciembre, le dije a un amigo: mira, a m¨ª me dispararon tantos torpedos a lo largo de este a?o que hubo muchos que me hicieron da?o; lo que pasa es que todav¨ªa no me acertaron la santab¨¢rbara, pero si alg¨²n d¨ªa me aciertan en la santab¨¢rbara, salto por los aires. As¨ª que el efecto contaminaci¨®n de Fraga lo he aguantado hasta el l¨ªmite, y en unas condiciones internas muy fastidiadas. No lo he dicho hasta ahora. Mire... le dir¨¦ que, incluso en los momentos de m¨¢s tensi¨®n que he tenido dentro de mi propia casa, cuando me advert¨ªan de la confusi¨®n que se pod¨ªa estar generando en nuestra base y en nuestro espacio electoral, yo les dec¨ªa: os est¨¢is preocupando mucho por nuestros problemas, pero a ver si pensamos un poco en los problemas que se le est¨¢n generando a Fraga con su partido. Es que yo soy una persona sensible. No soy capaz de ser feroz.
P. ?Qu¨¦ cosas dice, se?or Beiras! Como si aquella imagen suya sac¨¢ndose el zapato en el Parlamento de Galicia hubiera sido un invento. ?Es que ya ni se acuerda? ?Tanto ha cambiado?
R. Aquello fue s¨®lo un gesto. Pero Fraga s¨ª es capaz de ser feroz. Y autoritario. Pero, parad¨®jicamente, hizo dejaci¨®n de su autoridad cuando m¨¢s le necesit¨¢bamos todos. Creo que no tuvo coraje pol¨ªtico porque tuvo mucho miedo a Aznar. Y porque est¨¢ rodeado de pusil¨¢nimes.
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