La 'canguro' habla
Dos neoyorquinas narran sus historias de ni?eras
No hay nada como inmiscuirse en las intimidades ajenas. Y si son las de una familia pudiente y disfuncional de un barrio adinerado de Nueva York, mejor. En esta ocasi¨®n, la voyeur y protagonista es una ni?era de lujo para familias m¨¢s interesadas por lo superfluo que por sus ni?os. Emma McLaughlin y Nicola Kraus, dos j¨®venes neoyorquinas que hace unos a?os ocuparon esa posici¨®n privilegiada, lo cuentan con humor en Los diarios de Nanny, el ¨¦xito editorial del a?o pasado en Estados Unidos, que acaba de llegar a Espa?a editado por Alfaguara.
Emma y Nicola ya no son nannies. Son autoras que disfrutan de una fama inesperada y, aprovechando el tir¨®n, sacar¨¢n dentro de poco un nuevo libro, Citizen girl, sobre las desventuras de una principiante en el mundo empresarial estadounidense. Se conocieron en la universidad. Simpatizaron, pero su amistad no cuaj¨® hasta unos a?os despu¨¦s, cuando descubrieron por casualidad que ambas trabajaban de canguros para financiar sus estudios. La idea del libro tard¨® algo m¨¢s. Nicola se meti¨® a actriz, Emma se dedic¨® a la consultor¨ªa de empresa. "Una tarde, empezamos a recordar nuestra etapa de nannies y poco a poco se nos ocurri¨® que pod¨ªa ser un libro divertido", cuenta Nicola.
El diario desvela una vida de lujo, privilegio y enorme vac¨ªo emocional, una existencia de superficie y glamour donde los ni?os tienen poca cabida. Pasan desapercibidos en las inmensidades desiertas de los apartamentos del Upper East Side. "Habitaciones y m¨¢s habitaciones. Y todas est¨¢n vac¨ªas. Hay vestidores, habitaciones de m¨²sica, habitaciones para invitados, y en alg¨²n lado seguro que un conejito llamado Arthur debe tener seis metros cuadrados para ¨¦l solo", cuenta la protagonista.
En este universo de lujo y espacio, vive la se?ora X, madre del peque?o Grayer, del que deber¨¢ ocuparse la ni?era. La se?ora X guarda meticulosamente su ropa interior en bolsas de pl¨¢stico y dedica gran parte de su tiempo a combinar adecuadamente sus zapatos de Prada. Aunque cuida con rigor la alimentaci¨®n de su hijo, pocas veces come con ¨¦l.
Tanto lujo tiene un rev¨¦s disfuncional. Durante una fiesta infantil, una antigua reina de belleza empieza a tirar ultracongelados a los invitados en un ataque de ira y un fin de semana infernal en Nantucket (una lujosa isla cerca de Boston) acaba en cat¨¢strofe. "Nunca te vayas de vacaciones con ellos", concluye la ni?era. Las reglas b¨¢sicas de convivencia empiezan con una desoladora constataci¨®n: "T¨®male cari?o al ni?o porque odiar¨¢s todo lo dem¨¢s".
Los diarios de Nanny fueron acogidos con cierto malestar en el Upper East Side. "No fue tan dram¨¢tico como dijo la prensa. Creo que esperaban m¨¢s esc¨¢ndalos. Trabajamos en total para 30 familias y seguimos manteniendo muy buenas relaciones con todas ellas", cuenta Nicola; "mis padres siguen viviendo en el barrio y voy a menudo por ah¨ª".
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