Un francotirador de las im¨¢genes
El tel¨¦fono de Carlos P¨¦rez Siquier (Almer¨ªa, 1930) comunica m¨¢s de lo normal desde el pasado mi¨¦rcoles, cuando se hizo p¨²blico el reconocimiento de la comunidad a toda una vida de trabajo con la concesi¨®n de la Medalla de Andaluc¨ªa. Aunque abundan m¨¢s las llamadas "de fuera" que "de dentro" de la ciudad, el fot¨®grafo m¨¢s internacional que ha dado Almer¨ªa no puede disimular su satisfacci¨®n.
P¨¦rez Siquier "nunca" ha pedido nada a nadie y "siempre" ha esperado a que le ofrecieran la oportunidad de exhibir sus trabajos. Convencido de que la fotograf¨ªa es decisiva para detener el instante y la vida misma, este francotirador de im¨¢genes supo comprar su independencia all¨¢ por la d¨¦cada de los ochenta precisamente para sobrevivir. "Fotografiar es una manera de mantenerse vivo, dejar un rastro personal para el futuro en im¨¢genes imperecederas", defiende.
?l, que trabaja intuitivamente para despu¨¦s reflexionar, ha sabido mudar la piel como artista para ser un hombre de su tiempo y reflejar los fen¨®menos sociales, t¨¦cnicos y propios del desarrollo. "Para m¨ª la fotograf¨ªa es mirar, no pensar", declara. Por eso, se pas¨® al color en los a?os setenta y apunt¨® su objetivo hacia el desarrollo de Almer¨ªa, que coincidi¨® con la apertura del aeropuerto y la entrada de europeos del norte. De ah¨ª una de sus m¨¢s c¨¦lebres etapas: las fotograf¨ªas fragmentadas de cuerpos de turistas, convertidos en pura geograf¨ªa de la carne y de sus trajes de ba?o. Color, forma e iron¨ªa se encontraban entonces con la corriente norteamericana del pop art y el hiperrealismo.
Pero, quiz¨¢s el m¨¦rito m¨¢s grande de su dilatada trayectoria consista en haber intervenido decisivamente como redactor jefe de la revista AFAL. El artista fue uno de los fundadores de la Agrupaci¨®n Fotogr¨¢fica Almeriense y del grupo del mismo nombre que en los a?os 50 aglutin¨® las voluntades de los fot¨®grafos m¨¢s inconformistas del territorio nacional. Este fen¨®meno naci¨® en Almer¨ªa y fue liderado desde Andaluc¨ªa por Carlos P¨¦rez Siquier. A ¨¦l se sumaron catalanes, vascos y madrile?os. Fot¨®grafos que han escrito en im¨¢genes la historia de su tierra, como Xavier Miserachs (1937-1998) y Oriol Maspons, condecorados en su d¨ªa con la Cruz de Sant Jordi que otorga la Generalitat catalana; Gabriel Cuallad¨®, que obtuvo la medalla del C¨ªrculo de Bellas Artes; o Alberto Schommer, acad¨¦mico de Bellas Artes de San Fernando (Madrid). El c¨ªrculo se cierra, de alguna manera, con la Medalla de Andaluc¨ªa otorgada ahora al fot¨®grafo almeriense. Y es que desde la provincia andaluza m¨¢s oriental se imprimi¨® ritmo y car¨¢cter al grupo y a la revista, desaparecida en 1963, que consigui¨® colocar a la profesi¨®n espa?ola en el lugar que hoy tiene en todos los tratados sobre historia de la fotograf¨ªa.
En aquellos inicios, el trabajo de P¨¦rez Siquier, am¨¦n de coordinar al grupo AFAL, se enfoc¨® en reflejar el paso social del tiempo en el humilde barrio almeriense de La Chanca. De acuerdo con la ¨¦poca, sus fotograf¨ªas de ese per¨ªodo conectaban con el neorrealismo y el documento humanista: la dignidad de las personas humildes y las circunstancias de la Espa?a de la posguerra en un tiempo gris y de silencio, tal y como reflejaba Mart¨ªn Santos en su c¨¦lebre novela Tiempo de silencio.
Desde los ochenta hasta el inicio del nuevo siglo, P¨¦rez Siquier quiso captar la sociedad de consumo, la invasi¨®n de los medios de transporte y los objetos encontrados. Con el nuevo milenio dedica instant¨¢neas al viaje en tren, trabajo que recoge el ¨²ltimo libro editado por la Consejer¨ªa de Obras P¨²blicas y Transportes en el que trata de reflejar, desde el interior de un vag¨®n, la fugacidad del paso del tiempo "como un viajero somnoliento" que ve pasar las estaciones. Realidad y ficci¨®n se funden con el enga?o permanente del ojo en un libro que trata de ser intemporal, como el mismo autor. Convencido de que "somos lo que miramos", Carlos P¨¦rez Siquier no cuenta los a?os sino las fotograf¨ªas que le restan por hacer. Fotos inmortales. Infinitas fotos.
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