"Cuanto m¨¢s trabajas, peor te va"
Un grupo de docentes interinos relata los avatares que supone vivir de centro en centro
Mar¨ªa Isabel L¨®pez Vergara tiene 41 a?os, est¨¢ casada y es madre de una ni?a. De sus 41 a?os de edad, trece los ha invertido en la ense?anza, aunque en unas condiciones bastante precarias. Esta profesora de F¨ªsica y Qu¨ªmica ha pasado ya por 11 centros distintos, movilidad de la que se queja pero de la que asegura ha de sentirse afortunada.
Mar¨ªa Isabel L¨®pez Vergara tiene 41 a?os, est¨¢ casada y es madre de una ni?a. De sus 41 a?os de edad, trece los ha invertido en la ense?anza, aunque en unas condiciones bastante precarias. Esta profesora de F¨ªsica y Qu¨ªmica ha pasado ya por 11 centros distintos, movilidad de la que se queja pero de la que asegura ha de sentirse afortunada. Todos sus destinos han sido en la provincia de Sevilla, algo que ha facilitado un poco a esta interina el compaginar su inestable vida laboral con lo que realmente le importa, su familia, que no se ha visto afectada por los numerosos inconvenientes que le habr¨ªa supuesto el que la madre hubiese sido destinada a un centro de otra provincia.
"Yo s¨ª he preparado oposiciones, las he aprobado, pero me he quedado a las puertas de obtener una plaza", afirma Mar¨ªa Isabel, "y despu¨¦s de tantos a?os de experiencia te encuentras que para obtener estabilidad en tu trabajo s¨®lo te dejan la v¨ªa de la oposici¨®n, mientras t¨² sigues ejerciendo y asumiendo cargas familiares", explica esta profesora, que denuncia el maltrato que este colectivo sufre por parte de la Consejer¨ªa de Educaci¨®n. "Me hierve la sangre al ver el tratamiento que se les da a otros interinos de la Administraci¨®n andaluza", dice en referencia a los beneficiosos acuerdos que han conseguido los interinos del Servicio Andaluz de Salud para normalizar su situaci¨®n laboral. "Mientras a nosotros nos siguen dando patadas por todos lados. Parece que cuanto m¨¢s trabajas, peor te va", afirma.
Como Mar¨ªa Isabel, ninguno de sus compa?eros se niega a volver a opositar, pero s¨ª consideran injusto el actual sistema de acceso, que reduce de tres a dos el n¨²mero de pruebas. "Sigue primando m¨¢s lo memor¨ªstico que la experiencia", se quejan. Todos resaltan que juegan con desventaja ante los opositores reci¨¦n licenciados. "C¨®mo vas a tener el mismo tiempo para prepararte una oposici¨®n si durante el d¨ªa tienes a tu cargo tres o m¨¢s asignaturas, grupos de tutor¨ªa y encima tienes una familia que atender", indica Alfredo Troncoso, un profesor sevillano de F¨ªsica que a sus 38 a?os lleva 11 como interino y ha estado destinado en "pueblos remotos" de tres provincias. Adem¨¢s de la continua movilidad -"Reci¨¦n casado logr¨¦ plaza en Sevilla y a los seis meses me destinaron a La L¨ªnea", cuenta-, Troncoso se queja de que las peores tareas siempre recaen en los interinos. "Llegas nuevo y te tienen guardado lo que los funcionarios no quieren: los peores cursos, las peores tutor¨ªas o montar talleres como cometido espec¨ªfico. Y siempre en centros que distan unos 100 kil¨®metros de tu domicilio".
Estas quejas las hace suyas Gema Cabanes, una profresora de Lengua y Literatura de 39 a?os que lleva 12 "y pico" de interina por centros de cinco pueblos de Sevilla y varios de Granada y C¨¢diz. "Llegas nueva a un centro y te reciben con reservas. Cuando pasados tres meses vences esas reticencias y logras adaptarte empiezas a pensar que a lo sumo estar¨¢s all¨ª un curso. Esta circunstancia no s¨®lo me afecta a m¨ª, sino tambi¨¦n a los alumnos, que pierden calidad en la ense?anza que reciben debido a tanto cambio", relata Cabanes. "A m¨ª esto me est¨¢ afectando a la memoria. Me tengo que aprender 400 nombres al a?o para que despu¨¦s se me olviden al siguiente, que llego a otro centro y es volver a empezar", explica con sorna mientras recuerda los perjuicios familiares que esta situaci¨®n le ha provocado. "A Cazalla [Sevilla] me fui embarazada de seis meses porque si no me ca¨ªa de la bolsa de interinos. Expliqu¨¦ que el m¨¦dico me recomend¨® tener cerca un hospital y les dio igual", dice.
En lo que todos coinciden es en el sentimiento que guardan de sentirse utilizados por la Administraci¨®n educativa cuando ¨¦sta los necesit¨®. "Nosotros implantamos la LOGSE", afirman. Sus "justas" reivindicaciones: que se reconozca sus muchos a?os de trabajo para la comunidad y que se les ofrezca una "soluci¨®n inmediata" similar a la ofrecida a los interinos del SAS para acabar con su inestabilidad laboral.
"Deben pasar por el mismo cauce que todos"
"Comprendo la situaci¨®n de los opositores que llevan 10 o 15 a?os de interinos y que con los puntos de antig¨¹edad se ven cerca de poder elegir un destino cercano a sus domicilios, pero algunos, encima de que ya tienen un trabajo se permiten el lujo de exigir m¨¢s. Ellos deben pasar por el mismo cauce que pasamos los dem¨¢s y no deben pedir que se retire una oferta de empleo [4.500 plazas para infantil y primaria] de la que est¨¢ pendiente much¨ªsima gente como yo". As¨ª ve el problema de los interinos Loles S¨¢enz de Tejada, una sevillana de 28 a?os que prepara sus cuartas oposiciones al cuerpo de maestros de infantil " en el rato libre" que le deja el trabajo. "Algunos est¨¢n acomodados y no quieren este sistema de oposiciones por si les toca plaza en la Conchinchina", afirma esta opositora, que, no obstante, echa la culpa de esta situaci¨®n a la Administraci¨®n educativa "por haber dejado que crezca y se complique tantos a?os".
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