El PSOE exige que se aclare cu¨¢ndo acaba el contrato de Valdeming¨®mez

Los servicios jur¨ªdicos del Ayuntamiento de Madrid estudian el recurso presentado por Tirmadrid sobre la duraci¨®n del contrato de la planta incineradora de Valdeming¨®mez, seg¨²n afirmaron ayer fuentes municipales, despu¨¦s de que el grupo socialista reclamase un dictamen sobre la materia por parte del Consejo de Estado. La portavoz adjunta del grupo municipal socialista, Cristina Narbona, reclam¨® ayer que el Ayuntamiento pida al Consejo de Estado un dictamen que aclare cu¨¢l es la fecha de finalizaci¨®n del contrato, que el Consistorio estima en el a?o 2013, mientras que la empresa adjudicataria lo prolonga hasta 2020.

Narbona se?al¨® que el Ayuntamiento "deber¨ªa aproximarse al cierre" de la incineradora de Valdeming¨®mez, en lugar de ampliar el contrato siete a?os m¨¢s de lo previsto, lo que supondr¨ªa, para las cuentas municipales, la prolongaci¨®n del gasto anual de 18 millones de euros y adem¨¢s "la incineraci¨®n de materiales que se pueden reciclar".

Narbona explic¨® que su grupo ha remitido una carta en la que insta al concejal de Medio Ambiente, Adriano Garc¨ªa-Loygorri, a que pida la mediaci¨®n del Consejo de Estado para determinar la fecha de vencimiento del contrato adjudicado a Tirmadrid, que considera que finaliza 20 a?os despu¨¦s de la adjudicaci¨®n de la planta en fase de incineraci¨®n, en 1993, como as¨ª lo ha hecho constar en un recurso.

A pesar de que el Ayuntamiento considera que el contrato vence en 2013 (20 a?os despu¨¦s de la fecha de recepci¨®n de la planta en fase de reciclado), la socialista Narbona critic¨® que en la ¨²ltima Comisi¨®n Informativa de Medio Ambiente no se haya desestimado el recurso de Tirmadrid.

Respecto al control de emisiones de la incineradora, fuentes municipales recordaron que las emisiones de dioxinas y furanos procedentes de esta instalaci¨®n est¨¢n muy por debajo de los l¨ªmites autorizados por la normativa europea. Aseguran que los estudios realizados sobre calidad del aire y de los suelos en el entorno de la planta no registran concentraciones de dioxinas superiores a las existentes antes de ponerse en marcha la planta.