El mundo es un pa?uelo

Entre quienes se oponen a la guerra contra Irak -por ejemplo, Jeffrey Sachs- est¨¢ muy extendida la idea de que la raz¨®n ¨²ltima de esta guerra son las reservas de petr¨®leo iraqu¨ªes. En la versi¨®n m¨¢s esquem¨¢tica de esta creencia, los grandes beneficiarios de la guerra ser¨ªan las empresas petroleras de Estados Unidos.

Pero puede que las cosas no sean tan simples: despojar de sus actuales contratos a las empresas europeas abrir¨ªa muchas incertidumbres legales, y es poco probable que un futuro r¨¦gimen democr¨¢tico iraqu¨ª est¨¦ dispuesto a otorgar nuevas y demasiado espl¨¦ndidas concesiones a las compa?¨ªas norteamericanas.

?sta es al menos la idea que Issam al-Chalabi, que fuera ministro del petr¨®leo en Irak entre 1987 y 1990, transmiti¨® en una conferencia sobre energ¨ªa que ha tenido lugar recientemente en Houston. En un art¨ªculo de The New York Times (22 de febrero) se concluye, a partir de la opini¨®n de ¨¦ste y de otros expertos, que las condiciones para explotar el petr¨®leo iraqu¨ª ser¨¢n duras, y que las ¨²nicas compa?¨ªas petroleras que har¨¢n con toda seguridad buenos negocios en Irak tras la guerra ser¨¢n las que se encarguen de reparar y modernizar las instalaciones, empresas como Schlumberger y Halliburton.

?Halliburton? ?La misma empresa que, a trav¨¦s de su participada Brown & Root, se encarga, en condiciones muy ventajosas, del suministro y mantenimiento de las tropas norteamericanas en el Golfo? ?La misma empresa que presid¨ªa Dick Cheney, actual vicepresidente de los Estados Unidos? Caramba, el mundo es un pa?uelo.