La radioterapia de intensidad modulada, un "traje a medida" para cada c¨¢ncer

En el tratamiento del c¨¢ncer, la radioterapia (un 65% de los tumores se trata con este procedimiento) presenta un inconveniente: no preserva del todo los tejidos sanos que rodean al tumor, provocando, a veces, da?os irreparables. Ajustar la dosis exacta de radiaci¨®n de acuerdo con la morfolog¨ªa del tumor es el sue?o de onc¨®logos y radiof¨ªsicos, siempre preocupados por los perjuicios perif¨¦ricos de la radiaci¨®n tumoral. A veces, las dosis de radiaci¨®n emitidas, o son excesivas o resultan insuficientes; es decir, o se da?a al tejido sano o se le permite al tumor volver a reproducirse.

Pero la ¨²ltima generaci¨®n de aceleradores de part¨ªculas incluye ya un sistema de l¨¢minas capaz de conformar las ¨¢reas irregulares tumorales con alta precisi¨®n. Y esto, unido a la posibilidad de variar la intensidad del haz de radiaci¨®n confirma, definitivamente, que el sue?o de radiof¨ªsicos y onc¨®logos est¨¢ a punto de realizarse. En definitiva, la radioterapia de intensidad modulada (IMRT, en sus siglas en ingl¨¦s), como se denomina a este sistema de terapia tumoral, permite la escalada de dosis de radiaci¨®n hasta conseguir el 100% de eficacia. "Lo que perseguimos es algo as¨ª como hacerle un traje radiol¨®gico a medida a cada c¨¢ncer", explica Rafael Arrans, radiof¨ªsico del hospital Macarena de Sevilla.

El sue?o de f¨ªsicos y onc¨®logos de respetar los tejidos sanos est¨¢ a punto de realizarse

Despu¨¦s de seis a?os investigando, y de innumerables c¨¢lculos matem¨¢ticos, un equipo multidisciplinar del citado hospital sevillano y de la propia Universidad hispalense, en el que participan f¨ªsicos nucleares, radi¨®logos, onc¨®logos y bi¨®logos, entre otros especialistas, ha puesto a punto un sistema de c¨¢lculo que permite abordar con esperanza el tratamiento de ciertos tumores, empleando la dosis exacta de radiaci¨®n, seg¨²n su forma y ubicaci¨®n. "Con la radioterapia de intensidad modulada podemos adaptar la radiaci¨®n a la morfolog¨ªa tumoral sin que afecte a tejidos sanos contiguos o a aqu¨¦llos que atraviesa hasta llegar al tumor", a?ade Luis Errazquin, jefe del Servicio de Oncolog¨ªa y Radioterapia del hospital.

El desarrollo tecnol¨®gico hace posible este avance hoy. La tomograf¨ªa axial computerizada (TAC), por ejemplo, facilita la imagen tridimensional del tumor, necesaria para el posterior abordaje terap¨¦utico. Y una vez obtenida, los investigadores sevillanos la traducen, mediante su expresi¨®n geom¨¦trica, a un programa inform¨¢tico num¨¦rico llamado Monte Carlo (se denomina as¨ª porque se basa en el c¨¢lculo de probabilidades de la ruleta que se usa en los casinos), que ser¨¢ el que determine, teniendo en cuenta los tejidos que rodean al tumor y la densidad de los mismos, la dosis exacta de radiaci¨®n a emitir.

Medio centenar de potentes ordenadores completar¨¢n el proceso realizando las operaciones necesarias, a raz¨®n de cuatro horas de media por tumor, seg¨²n la complejidad del mismo, para que cada part¨ªcula at¨®mica (unos 100 millones de ellas por cada haz de radiaci¨®n) llegue a su destino, en el punto exacto, salvando cualquier obst¨¢culo.

El reto para los investigadores sevillanos, sin embargo, no es ya resolver t¨¦cnicamente el proceso, que aseguran haber logrado, sino "verificar los resultados", dice Arrans. "Lo que estamos tratando de confirmar ahora es que esos c¨¢lculos matem¨¢ticos que hacemos son, efectivamente, exactos y dan el resultado perseguido en cada tumor", a?ade.

"Ya no es el onc¨®logo el que le pide al radiof¨ªsico que le ponga tal o cual dosis. Ahora es ¨¦ste el que, de acuerdo con los c¨¢lculos realizados, dice qu¨¦ dosis de radiaci¨®n debe suministrarse al enfermo. Y en esta fase estamos", concluye Errazquin. "La verificaci¨®n de los datos es fundamental", resume Arrans.