'The Washington Post' se explica
No es habitual que un peri¨®dico dedique un editorial a responder a las inquietudes de sus lectores. Pero el caluroso debate suscitado por la crisis iraqu¨ª y la posibilidad de una guerra inminente ha llevado a The Washington Post a defenderse p¨²blicamente de las acusaciones de patrioterismo y beligerancia lanzadas contra ¨¦l por su posici¨®n favorable a las tesis del presidente George W. Bush.
"He sido fiel lector de The Washington Post durante casi diez a?os", escribe un lector en una carta al director. "?ltimamente, sin embargo, me estoy hartando de sus prejuicios y su incesante redoble de tambores en la guerra contra Irak". Otro comprador habitual del peri¨®dico opina: "Es verdaderamente deprimente ser testigo de la profundidad que la direcci¨®n de The Washington Post ha alcanzado con su prisa patriotera por ir a la guerra".
"?sa es una acusaci¨®n seria y merece una respuesta seria", afirma el peri¨®dico en su editorial de ayer, titulado ?Redoble de tambores en Irak? Una respuesta a los lectores. El peri¨®dico aprovecha la ocasi¨®n para explicar detalladamente su posici¨®n sobre el conflicto de Irak y comienza recordando a los lectores la dr¨¢stica separaci¨®n entre informaci¨®n y opini¨®n reinante en la redacci¨®n. "Quienes escribimos los editoriales no tenemos influencia alguna sobre los editores o reporteros que cubren las noticias y que practican el periodismo m¨¢s imparcial y completo posible en la crisis de Irak. A cambio, ellos no tienen influencia alguna sobre nosotros".
Los editorialistas del peri¨®dico -c¨¦lebre por destapar el esc¨¢ndalo Watergate- responden primero a la acusaci¨®n de tener "prisa por ir a la guerra". Y lo hacen recordando los reiterados incumplimientos por parte de Sadam Husein de las condiciones del alto el fuego posterior a la guerra del Golfo, en 1991, que le permiti¨® conservar el poder y, al mismo tiempo, le exigi¨® eliminar sus armas de destrucci¨®n masiva. The Washington Post describe a Sadam Husein como un "dictador fuera de la ley" que ha desafiado las resoluciones de la ONU y que, "sin duda, posee o busca armas qu¨ªmicas y biol¨®gicas". Al responder a las acusaciones de "patrioterismo", el peri¨®dico afirma que el peor pecado de la p¨¢gina editorial de un diario ser¨ªa hacer un llamamiento a la guerra con un objetivo trivial o pol¨ªtico, y sostiene que en absoluto se toma a la ligera el peligro que un enfrentamiento b¨¦lico supondr¨ªa tanto para los estadounidenses como para los iraqu¨ªes, sean civiles o militares. Para The Washington Post, la cuesti¨®n fundamental es: ?qu¨¦ acarrea m¨¢s riesgos: la guerra o la falta de acci¨®n ante la amenaza que Sadam representa?
El peri¨®dico, que parece decantarse por lo segundo, sostiene que no hay pruebas de que dar tres meses m¨¢s a los inspectores vaya a ser de ayuda alguna, y afirma que si es esencial para la seguridad nacional de EE UU, ser¨¢ mejor obviar las objeciones de Alemania y Francia. "Respetamos a los lectores que creen que la guerra es la peor de las opciones", concluye el editorial, "pero creemos que, en ese caso, ser¨¢ mejor para una paz a largo plazo actuar mediante la fuerza que mediante las concesiones".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.