La carnicera y el escritor celoso
No escribe para la escena y sin embargo es uno de los autores espa?oles vivos m¨¢s estrenados fuera de nuestro pa¨ªs. Javier Tomeo lleg¨® al teatro gracias al olfato del director franc¨¦s Jacques Nichet, que pidi¨® los derechos de su novela Amado monstruo al d¨ªa siguiente de leerla y la puso en escena en el Th¨¦?tre Nacional de la Colline, de Par¨ªs, con dos actores superlativos. Corr¨ªa 1989, y desde entonces sus obras narrativas van pasando una a una del papel a la escena, a menudo con gran fortuna. Ahora le llega el turno a La agon¨ªa de Proserpina (Espasa). "Me propusieron inaugurar el Centro Dram¨¢tico de Arag¨®n, creado recientemente, con la adaptaci¨®n de una de mis novelas, y plante¨¦ que fuese ¨¦sta, que es de las m¨¢s teatrales", explica Tomeo. "Tambi¨¦n suger¨ª que la dirigiera F¨¦lix Prader (Z¨²rich, 1952), que es quien adapt¨® y mont¨® Amado monstruo, en la Schaub¨¹hne de Berl¨ªn, y El castillo de la carta cifrada, en el Studio Th¨¦?tre de la Com¨¦die-Fran?aise".
Eso fue el verano pasado. Despu¨¦s, Tomeo redact¨® una primera adaptaci¨®n teatral, Prader la reelabor¨® y director y autor volvieron a rehacerla, ya con los actores en escena. "La agon¨ªa de Proserpina narra el encuentro pasional entre un escritor y la dependienta de una carnicer¨ªa", resume Prader. "Se puede decir que tambi¨¦n es un encuentro entre ficci¨®n y realidad: Juan est¨¢ encerrado en su literatura y busca lo real, Anita busca lo imaginario, y su encuentro produce una cat¨¢strofe". El lector de la novela ve la peripecia desde el punto de vista de Juan, que ejerce de narrador. "En la versi¨®n teatral, la perspectiva del p¨²blico es la de la carnicera, que llega a su casa sin saber lo que le aguarda. Los espectadores y ella se encuentran en id¨¦ntica situaci¨®n: est¨¢n a punto de descubrir las fantas¨ªas de Juan".
Este cambio de perspectiva es fundamental. "Cuando sobre un escenario hay dos personajes en lucha, es necesario que exista equilibrio entre ellos", prosigue el director. "Si Juan fuera todo el tiempo el m¨¢s fuerte, no habr¨ªa acci¨®n. Ser¨ªa como si estuviera solo. Por eso, Anita ha ganado en importancia. Por eso y porque en la realidad el desenlace de la lucha entre hombres y mujeres est¨¢ hoy m¨¢s abierto que nunca. La novela est¨¢ llena de fantas¨ªas masculinas que vienen de muy lejos (el piso de Juan es el santuario de un soltero), mientras que en la versi¨®n teatral est¨¢ tambi¨¦n el universo de la carnicera. El texto es divertido, terrible y feroz, y mi montaje no va a ser en absoluto realista".
Para escribir La agon¨ªa de Proserpina, Tomeo (Quicena, Huesca, 1932) se inspir¨® en el mito. "Proserpina, hija de Ceres, diosa de los campos, fue raptada por Plut¨®n, que la llev¨® consigo al Hades", resume Tomeo. "Su pena, y la de su madre, trajeron el invierno a la tierra. Finalmente, Plut¨®n consinti¨® en que Proserpina regresara unos meses al a?o con Ceres, y con ella vuelve la primavera. Mi Anita es tambi¨¦n una fuerza de la naturaleza: una mujer alegre, vital y con ganas de sexo. Juan es un personaje siniestro, un s¨¢dico que la tortura". Sus int¨¦rpretes son Balbino Lacosta y Beatriz Ortega.
?Qu¨¦ le da m¨¢s alegr¨ªas a Javier Tomeo, la novela o el teatro? "Me producen satisfacciones distintas. Cuando veo una obra m¨ªa bien dirigida e interpretada, me siento demiurgo. Mis personajes, que antes ten¨ªan dos dimensiones, tienen tres, pesan, fuman... Con eso disfruto. Pero cuando los actores apuran las pausas, me da miedo de que se hayan podido olvidar el texto. Sufro tambi¨¦n si un actor sale a escena con fiebre, si no entran las luces, si el p¨²blico tose... Viendo Amado monstruo, que posiblemente es lo mejor que he hecho, una mujer que estaba sentada a mi lado y que no sab¨ªa que yo era el autor, al cabo de quince minutos de funci¨®n exclam¨®: 'Joder, esto deprime', ?y se larg¨®! En teatro te expones a estas cosas". A pesar de sus ¨¦xitos en Europa y Am¨¦rica (ahora se prepara el estreno argentino de Historias m¨ªnimas), Tomeo no se anima a escribir directamente para la escena. "Lo intent¨¦, y alg¨²n amigo inteligente me dijo que me sal¨ªan culebrones. Puedo escribir versiones dialogadas de mis novelas, pero necesito que un dramaturgo con una visi¨®n m¨¢s condensada de la acci¨®n entre luego con la tijera de podar. Me he dado cuenta durante los ensayos de La agon¨ªa de Proserpina, en Par¨ªs. Los actores espa?oles se trasladaron all¨ª porque la mujer de F¨¦lix Prader est¨¢ trabajando en Fedra, de Racine, que dirige Patrice Ch¨¦reau. Ver esta funci¨®n me ha animado a escribir mi propia Fedra. Y en ¨¦sas estoy".
La agon¨ªa de Proserpina. Del 13 al 16 de marzo. Teatro Principal. Zaragoza.
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