Vaya, para que te f¨ªes
A la cabra que me he comprado
?C¨®mo se echa de menos a Gila en estos d¨ªas! "?Est¨¢ Sadam? Que se ponga. ?Sadam! Oye, majo, ?qu¨¦ tal?"
para invadir Irak (cuando diga la ONU; yo no soy como Zapatero, que obedece a la ONU cuando quiere) la tengo con crisis de ansiedad. Que nos vamos, que no nos vamos, que mejor invadimos Francia... Los triunfitos gritaron contra la guerra sin considerar el ¨²ltimo argumento de Federico Trillo: Sadam Husein tiene misiles de alcance medio y, si le dejamos, pronto tendr¨¢ misiles que alcanzar¨¢n a Espa?a. ?La leche! Sadam va a atacar Espa?a con misiles. ?Pero no iba a pegarnos la viruela? ?Ahora qu¨¦ hacemos con las vacunas? No s¨¦ de d¨®nde saca la informaci¨®n el Gobierno espa?ol, pero deber¨ªa pasarle sus fuentes al inspector Blix de Naciones Unidas, que encima de tener nombre de dibujo animado japon¨¦s (?Las aventuras del inspector Blix en Irak!), no caza ni media. ?C¨®mo es posible que se le hayan pasado por alto los misiles antiespa?oles? No es la primera vez que a este Blix se le pasa algo gordo. Ya Aznar asegur¨® que Sadam facilita armas a Al Qaeda, y Blix en la luna. Ahora tampoco sabe nada de los misiles Bagdad-M¨®stoles. Muy mal, este Blix.
Por suerte, Aznar y Bush han puesto a la ONU en su sitio con una resoluci¨®n simple y tajante: "?Sad¨¢n, en quince d¨ªas vamos pall¨¢ y tarrancamos las pelotillas!" Simple y tajante s¨ª es. Lo que encaja menos es lo del consenso europeo que guiaba a Aznar antes de que una lengua de fuego se posara sobre su cabeza y rompiera a hablar con acento tejano en el rancho de Bush. Tras oirle junto a Bush, muchos esperaban que junto al Papa cantara gregoriano, pero no. Por hache o por be, este hombre siempre decepciona.
?C¨®mo se echa de menos a Gila en estos d¨ªas! "?Est¨¢ Sadam? Que se ponga. ?Sadam! Oye, majo, ?qu¨¦ tal? Te iba a decir: ?t¨² no podr¨ªas invadir alg¨²n pa¨ªs vecino o algo? Es que, para hacerte la guerra, ya no sabemos qu¨¦ contar. ?C¨®mo dices? No, qu¨¦ va, por petr¨®leo nosotros no vamos. Si a nosotros el petr¨®leo nos sobra. Aqu¨ª lo tenemos por Galicia, t¨® tirao...".
En el PP est¨¢n preocupados por el efecto mariposa (500.000 personas mueren en Irak y Gallard¨®n pierde dos concejales en Madrid) y deber¨ªan preocuparse del efecto Pinocho (si la nariz sigue creciendo, un simple resfriado puede ser fatal). Por encontrarle l¨®gica al Gobierno, he buceado en La antolog¨ªa del disparate: "los siete pecados capitales destacan por ser siete, y son la envidia cochina, la soberbia, y varios tipos de mentira, como la podrida, la normal, la piadosa, etc". No s¨¦ en qu¨¦ categor¨ªa incluir el episodio de los argelinos detenidos en Girona con fairy (muy concentrado, puede, pero no "explosivo", como dijo Aznar). Desde la conspiraci¨®n entre Felipe Gonz¨¢lez y Mohammed VI, ya hab¨ªamos asistido a algunas verdades creativas, llam¨¦moslas as¨ª, del Gobierno, pero se han pasado de dosis, Aznar se ha convertido en el hombre incre¨ªble y parece ser el ¨²nico que no se da cuenta. Recurro a la parodia que Manuel Rivas hizo del poema If, de Ruyard Kipling: "Si puedes conservar tu cabeza serena cuando todos a tu alrededor la pierden y te cubren de reproches; si puedes tener fe en ti mismo cuando todos los dem¨¢s dudan de ti... es que no te enteras de nada".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.