Un hist¨®rico de los 'sin papeles'
Un senegal¨¦s que asegura que lleg¨® a Espa?a en 1981 busca la uni¨®n de fuerzas entre los subsaharianos de Moguer
Destaca entre sus compa?eros de campamento por su peque?a estatura. Enjuto y de habla queda, el senegal¨¦s Louis Dione lleg¨® a Espa?a cuando la inmigraci¨®n ni se imaginaba y a¨²n estaba fresca la emigraci¨®n econ¨®mica de los propios espa?oles. Con 23 a?os, en 1981, le bast¨® un visado de la Embajada en Mauritania para presentarse en Espa?a sin ning¨²n tipo de problema. Hoy se ha despertado en una choza hecha de pl¨¢sticos sobre el suelo arenoso de un pinar de Moguer (Huelva), adonde regres¨® ayer, sin dinero y perplejo por la sorprendente decisi¨®n del Gobierno de trasladar a 97 subsaharianos hasta Algeciras (a casi 300 kil¨®metros), s¨®lo para que regresaran despu¨¦s con un billete de autob¨²s pagado por el alcalde de la localidad gaditana.
"Hasta la polic¨ªa me dec¨ªa en Algeciras que qu¨¦ hac¨ªa yo metido en esto", bromea Dione. "Llegu¨¦ a Huelva hace alrededor de tres semanas despu¨¦s de ganar dinero en la recogida de la aceituna en Ja¨¦n y pasar unos d¨ªas en donde tengo mi casa, en Roquetas de Mar (Almer¨ªa)".
Dione se gana la vida en cualquier campo en el que se necesiten un par de brazos. Dice haber trabajado en Madrid, Barcelona, Lleida, La Rioja, Ja¨¦n, Almer¨ªa y Huelva, entre otros sitios que ya se le escapan de la memoria, pero nunca vivi¨® un caso tan extra?o como el del pasado fin de semana. "En Ja¨¦n hay albergues en los que pueden quedarse tanto los que tienen trabajo como los que no. Lo de la campa?a de la fresa de Huelva no lo entiendo. No hay albergues, y otros a?os no los hubo ni para los que trabaj¨¢bamos, y cuando hemos ido a pedir comida al Ayuntamiento, un asistente social nos ha dicho que no hay nada hasta abril ?Qu¨¦ vamos a hacer?".
La edad y su impecable castellano le hacen ¨²til tanto para la polic¨ªa como para sus compa?eros de chabola y miseria. En la Comisar¨ªa de Algeciras le usaban de int¨¦rprete, al tiempo que le advert¨ªan de que "no se metiera en berenjenales" y que se alejara de los otros inmigrantes, en su mayor¨ªa de Mal¨ª, Burkina Fasso y Costa de Marfil. Dione asegura que solicit¨® su residencia por primera vez en 1991. Tras seis a?os de papeleo le fue denegada y, adem¨¢s, dice que perdi¨® la documentaci¨®n que ten¨ªa. Ahora lleva encima el resguardo de una solicitud pendiente en la Delegaci¨®n del Gobierno en Almer¨ªa.
Este senegal¨¦s no niega que ejerza un papel de catalizador (algunos lo llamar¨ªan agitador) para que los otros inmigrantes luchen por los derechos m¨¢s esenciales. Fue uno de los participantes del plante ante el Ayuntamiento de Palos. Le acompa?aban otros hombres africanos que en su mayor¨ªa llegaron a Fuerteventura en patera tras atravesar Argelia y Marruecos. El Gobierno les traslad¨® a la Pen¨ªnsula y les dej¨® en libertad con anuncio de expulsi¨®n (no hay convenio con sus pa¨ªses) hace algunos meses. Desde entonces, vagan en busca de un trabajo que no obtienen, precisamente por no tener papeles. Sobreviven sin comida, sin documentos, casi como si no existieran, en los pinares de Huelva.
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