Un jud¨ªo asesina a Rabin en Tel Aviv
Un estudiante de extrema derecha dispar¨® al primer ministro en una manifestaci¨®n por la paz
Jerusal¨¦n Las balas de un asesino jud¨ªo pusieron anoche fin a la vida del primer ministro israel¨ª, el laborista Isaac Rabin, durante una manifestaci¨®n de apoyo al sue?o de paz que comparti¨® con los ¨¢rabes. El estado de conmoci¨®n que se abati¨® anoche en Israel era tan s¨®lo un p¨¢lido reflejo del miedo al futuro. Mientras los l¨ªderes gubernamentales trataban de adoptar medidas para llenar el vac¨ªo en la c¨²pula, la gente, en las calles de Tel Aviv, lloraba de rabia y decepci¨®n. "Ahora s¨ª que se acab¨® todo", sollozaba una mujer no muy lejos de la plaza principal en la que Rabin, con esa voz ronca de soldado viejo, hab¨ªa abogado vehementemente por el proyecto de paz con los palestinos. Nadie pod¨ªa dar anoche una respuesta coherente a las preguntas de "?por qu¨¦? y ?para qu¨¦?".
Seg¨²n la televisi¨®n israel¨ª, el asesino de Rabin es un jud¨ªo de 27 a?os, Ygal Amir, vinculado a la extrema derecha y estudiante de derecho en la Universidad de Bar llan. Con anterioridad hab¨ªa participado en asentamientos ilegales en Cisjordania. El m¨¢ximo dirigente de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP), Yasir Arafat, expres¨® su horror e indignaci¨®n por el atentado. Asistir¨¢, junto a Bill Clinton, Felipe Gonz¨¢lez (en representaci¨®n de la UE), Hosni Mubarak y el rey Hussein de Jordania, al funeral de Estado, que se celebrar¨¢ el lunes. El ministro de Exteriores, Sim¨®n Peres, art¨ªfice con Arafat del acuerdo de paz, es ya primer ministro en funciones. El asesino fue detenido minutos despu¨¦s de disparar al menos cuatro balas de pistola autom¨¢tica, tres de las cuales se incrustaron en la espalda y el t¨®rax del primer ministro. Uno de sus guardaespaldas agonizaba anoche en un hospital de Tel Aviv. Nadie, salvo los que estaban cerca de Rabin, pudo ver entonces la cara del asesino, pero una de las personas que s¨ª pudo hacerlo mientras era conducido a un coche de la polic¨ªa lo describi¨® como "un hombre delgado y visiblemente nervioso". Contra todos los pron¨®sticos, el proceso de paz palestino-israel¨ª ha entrado en su m¨¢s cr¨ªtica etapa (aunque no necesariamente letal) no ya a causa de los ataques suicidas de los extremistas isl¨¢micos, sino por la frecuentemente ignorada furia de los terroristas jud¨ªos.
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