Agresi¨®n
Rosario Carrero, presidenta de la Junta de Personal del Ayuntamiento de C¨¢diz, denunci¨® que, el pasado 23 de enero, dos personas encapuchadas asaltaron su domicilio y la golpearon. Adem¨¢s, le produjeron decenas de cortes en su cuerpo con un cuchillo y la violaron. Una denuncia que ha dado lugar a que el juzgado llame a declarar como imputados a dos dirigentes sindicales. Esta llamada ha sido contestada por el sindicato CC OO, al que pertenecen estos sindicalistas, apostando por su inocencia. Una apuesta que es razonable, por cuanto est¨¢ avalada por el sistema legal que hoy por hoy rige nuestra sociedad. Nadie por ser llamado a declarar por unos hechos presuntamente delictivos puede ser considerado responsable de los mismos. Es la sentencia firme y condenatoria la que determina la tacha de culpabilidad. Una tacha que no alcanza a los sindicalistas. Menos a¨²n cuando el juez, despu¨¦s de recibirles declaraci¨®n, ha acordado su puesta en libertad.
Sin embargo, la llamada al proceso de dos sindicalistas y el hecho de que la agresi¨®n se produjera apenas 24 horas despu¨¦s de que si filtrara un informe de la Intervenci¨®n municipal, en el que se alertaba de numerosas anomal¨ªas en las cuentas del Fondo de Acci¨®n Social, hasta el punto de que m¨¢s de 50.000 euros estaban sin justificar, hacen que hayan tratado de anudarse la presunta agresi¨®n, la agresi¨®n y la filtraci¨®n. Se piensa que algo tienen que ver las unas con la otra.
En ¨¦stas, y con estas circunstancias, se hace mucho m¨¢s necesario, si cabe, que la Administraci¨®n de Justicia act¨²e con eficacia y celeridad para que puedan conocerse las razones que han dado lugar a estos hechos y pueda determinarse su alcance.
El retraso en la instrucci¨®n, o su conclusi¨®n sin encontrar a los autores de la agresi¨®n, adem¨¢s de ser un fracaso de investigaci¨®n y judicial, mantendr¨ªa y arrojar¨ªa un elemento de incertidumbre. Una incertidumbre que podr¨ªa hacer dudar de la veracidad de los hechos denunciados y salpicar¨ªa a los imputados, ya que se mantendr¨ªan en el tiempo las dudas sobre unos hechos, sobre su autor¨ªa y sus razones. Es la ¨²nica forma de saber la verdad, para conocer qui¨¦n o qui¨¦nes son responsables de un comportamiento que huele, de lejos, a canallesco.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.