De f¨¢brica textil a piscina ovalada

De f¨¢brica textil y sala de ventas de finales del siglo XVIII a moderno polideportivo con una piscina de forma ovalada. ?sta es la transformaci¨®n que experimentar¨¢ en el pr¨®ximo mandato municipal Can Ricart, una antigua f¨¢brica situada en el n¨²mero 10 de la calle de Sant Oleguer, en el Raval, encajonada entre el polideportivo que lleva el nombre del barrio y las viviendas que dan a la calle de las T¨¤pies.

No hay certeza sobre la fecha exacta de construcci¨®n de la f¨¢brica, pero se sit¨²a a finales del siglo XVIII o inicios del XIX, cuando las naves ocupaban todo el frente que da a la calle de Sant Oleguer y casi llegaban hasta la iglesia de Sant Pau del Camp. Un informe municipal atribuye la construcci¨®n de las naves a Josep Fontser¨¨, uno de los arquitectos m¨¢s importantes de aquella ¨¦poca y autor de la reconversi¨®n de la fortaleza de la Ciutadella en parque.

La piscina, situada en la calle de Sant Oleguer, tendr¨¢ 100 metros de largo

La estancia donde se vend¨ªan las telas ser¨¢ una sala de 'fitness' y musculaci¨®n

El propietario de la f¨¢brica fue Federico Ricart Gisbert, marqu¨¦s de Santa Isabel, que en el a?o 1875 encarg¨® la reforma de alguna de las construcciones de Can Ricart. De ello hay constancia por una inscripci¨®n del registro de la propiedad de 1887. Coincidiendo en el tiempo, entre 1883 y 1887, el marqu¨¦s de Santa Isabel encarg¨® a Fontser¨¨ la construcci¨®n de una residencia se?orial en el paseo de Sant Joan con Diputaci¨®: el Palauet, que actualmente es la sede del grupo Aguas de Barcelona. Por esas circunstancias y por la existencia en la f¨¢brica de Can Ricart de elementos arquitect¨®nicos, como estructuras de hierro y algunos ornamentos, habituales en las obras de Fontser¨¨, el informe municipal atribuye la construcci¨®n de la f¨¢brica del Raval al arquitecto de la Ciutadella.

Pese a que el estado actual de Can Ricart es pr¨¢cticamente de ruina -de hecho, los restos de las edificaciones han sido ocupados y desocupados repetidas veces-, la estructura de las naves se mantiene. Y llaman la atenci¨®n las escalinatas de entrada, de doble tramo, y las que comunican los dos pisos de la nave. Dentro, lo que deb¨ªa de ser la sala de contrataci¨®n, en dos pisos, muestra cuatro pares de esbeltos pilares de hierro que sostienen la estructura. Las dos edificaciones laterales deb¨ªan de tener parecida estructura, aunque son m¨¢s peque?as.

El proyecto de convertir la antigua f¨¢brica en un polideportivo respetar¨¢ la estructura de la nave. Lo que fue la sala noble donde se vend¨ªan las telas se transformar¨¢ en una sala de fitness y musculaci¨®n, seg¨²n el proyecto arquitect¨®nico. El nuevo complejo deportivo municipal del Raval se comunicar¨¢ con las instalaciones del pabell¨®n deportivo que da a la calle de Sant Pau. El complejo abarcar¨¢ la manzana comprendida entre las calles de Sant Oleguer, de la Riereta, de Sant Pau y de las T¨¤pies. La fachada de la f¨¢brica se mantendr¨¢ y se restaurar¨¢n las escaleras.

Por detr¨¢s, donde ahora hay pistas, se construir¨¢ lo que sin duda ser¨¢ el elemento m¨¢s singular del poliderportivo municipal: una piscina ovalada de 100 metros de largo y unos 10 de ancho. En su arco interior la piscina tendr¨¢ otras dos centrales, de 10 metros por 10 metros, que contendr¨¢n las actividades gimn¨¢sticas acu¨¢ticas y otra de hidromasaje. Asimismo contar¨¢ con un ¨¢rea de termas.

El peculiar dise?o de la piscina fue el proyecto ganador del concurso que convoc¨® el Ayuntamiento. Fue la sociedad Ubae, que gestiona otros polideportivos municipales en Barcelona, como el de Can Drag¨® y el del Front¨®n Col¨®n, la que pens¨® en una forma el¨ªptica y tom¨® como referencia una piscina de Copenhague. Ricard Llorens, gerente de Ubae, precisa que se trata de un dise?o m¨¢s pr¨®ximo al de una piscina de balneario "pensada para una actividad de ocio y salud, no de competici¨®n". Con todo, Llorens asegura que 100 metros dan para mucho y dice que, si es necesario, se podr¨ªa instalar alg¨²n sistema para crear carriles de nataci¨®n.

De hecho, parte de los usuarios de la futura piscina podr¨ªan ser los que antes frecuentaban las piscinas Folch i Torres, junto a la Ronda de Sant Pau, que fueron cerradas en mayo del a?o pasado por problemas estructurales. Tal vez por el uso ciudadano que tendr¨¢, algunos representantes vecinales ya mostraron ciertas reticencias ante el dise?o de la futura piscina en el plenario del distrito de Ciutat Vella en el que se dio el visto bueno inicial al proyecto, que cuenta con un presupuesto inicial de 5,5 millones de euros, cantidad que incluye las instalaciones y la rehabilitaci¨®n de toda la estructura de Can Ricart. Pero eso ser¨¢ en el mandato pr¨®ximo.