Lo jondo y la dulzura
El flamenco de Maite Mart¨ªn y Bel¨¦n Maya, de pronto, se me antoja lo m¨¢s pr¨®ximo a la felicidad que el flamenco pueda darnos. Cante y baile que emanan una intensa dulzura, aunque oigamos el grito quejado de la siguiriya y veamos el drama ¨ªntimo y sin consuelo que emana del taranto.
Mart¨ªn y Maya son dos flamencas que no pueden herir con su arte, que acarician con ¨¦l. En estos tiempos en que vivimos acongojados por amenazas terribles que hielan el coraz¨®n, en cierto modo maravillas como las que estas dos mujeres son capaces de transmitirnos nos parecen casi un refugio para tanto desasosiego.
Y quede claro que no es un capricho literario enfocar as¨ª este comentario: el p¨²blico sal¨ªa relajado de la sala, encantado no s¨®lo por la belleza del espect¨¢culo en s¨ª, sino tambi¨¦n recompensado por la sensaci¨®n de paz recibida, por un estado de serenidad, de disfrute de un bien poco com¨²n.
Flamenco de c¨¢mara
Cante: Maite Mart¨ªn. Baile: Bel¨¦n Maya. Viol¨ªn: Olvido Lanza. Guitarras: Juan Ram¨®n Caro y Jos¨¦ Luis Mont¨®n.
Teatro Villamarta, Jer¨¦z de la Frontera, 8 de marzo.
Del arte de Mart¨ªn y Maya ?qu¨¦ voy a decir? No hay mucho que a?adir, cuando las reacciones de toda la audiencia son un¨¢nimes, un reconocimiento enfervorizado de gratitud hacia dos artistas que ponen por encima de todo su propio sentimiento. Se trasciende as¨ª el propio valor del arte para acceder a un estado superior de entrega espiritual.
Grado de eminencia
Maite Mart¨ªn cant¨® en grado de eminencia, como sabemos que canta desde hace muchos a?os. Aunque le d¨¦ la risa en medio de las canti?as y entre con Bel¨¦n en un juego de complicidades que no da?a la est¨¦tica. Y Bel¨¦n Maya baila con una madurez que parece haberse estabilizado ya a niveles de genialidad; sin perder la elegancia, sin ceder al zapatazo efectista, con cordura ejemplar. ?sta es la mejor bailaora que hay en ella, la que est¨¢bamos deseando ver.
Llevan un tiempo juntas y ello se ha traducido en la excelencia de su arte. Son ya una pareja para la historia, no s¨®lo en el flamenco, sino en el ¨¢mbito de la m¨²sica y la danza espa?ola. Podemos esperar de ellas muchas otras p¨¢ginas gloriosas, y desde luego no nos va a faltar esa sensaci¨®n de paz y maravilla que ahora tanta falta nos hace. Es otra cara del arte que nos parece tan valiosa como la meramente est¨¦tica.
Babelia
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