?C¨®rdoba, ciudad de un mes?
De las ocho capitales de provincia andaluzas, con toda seguridad es C¨®rdoba la que ofrece m¨¢s expectativas de cara a las pr¨®ximas elecciones municipales del 25 de mayo.
Expectativas en el propio marco municipal, y expectativas tambi¨¦n en el provincial e incluso auton¨®mico ante los posibles acuerdos que pudieran establecerse en funci¨®n de los resultados obtenidos.
PP, IU y PSOE optan a obtener una mayor¨ªa, que dif¨ªcilmente ser¨¢ absoluta para ninguna de las tres fuerzas pol¨ªticas, y que hoy presenta claras interrogantes en cuanto a cual de ellas vaya a conseguirla.
El cambio cualitativo m¨¢s importante puede establecerse en funci¨®n de que sean IU o PSOE -esta ¨²ltima posibilidad es m¨¢s dudosa-, quienes obtengan la mayor¨ªa simple, superando con ello los resultados electorales del PP -que parece descartado para acceder al n¨²mero de quince concejales-, no necesitandose la una a la otra para la designaci¨®n de alcalde, lo que podr¨ªa condicionar otros pactos e incluso el tipo de acuerdos que pudieran producirse.
Pero si ello est¨¢ sujeto a lo que los electores decidan en las urnas, lo que no ofrece duda alguna es la necesidad de que la ciudad de C¨®rdoba, Patrimonio de la Humanidad, goce de un gobierno municipal con un proyecto claramente definido, socialmente aceptado y estructuralmente ejecutable, que responda a las demandas de una sociedad que no logra superar la endogamia que tanto empobrece su futuro.
No nos enfrentamos a un reto ideol¨®gico, que poco podr¨ªa aportar en el plano municipal, sino que lo hacemos al reto de la capacidad de planificar y gestionar por parte de aquellos que accedan al poder municipal.
Se trata de atraer recursos externos, no s¨®lo p¨²blicos sino fundamentalmente privados, a trav¨¦s de la adecuada aplicaci¨®n de los propios en aquellos procesos productivos que mejor puedan compatibilizarse con la realidad hist¨®rica y sociol¨®gica de C¨®rdoba.
El objetivo es establecer un mecanismo de ¨®smosis que generando un medio interno en el que los cordobeses se sientan c¨®modos, permita el intercambio de recursos con el exterior, todo ello en un equilibrio estable que a¨²n no se ha conseguido.
Se trata, incluso, de despertar a la ciudadan¨ªa de una actitud pasiva y hasta cierto punto conformista, para adentrarla en el riesgo que supone la participaci¨®n activa y el debate p¨²blico.
C¨®rdoba debe dejar de ser ciudad de un s¨®lo mes -el de mayo-, para convertirse en destino econ¨®mico, industrial, tur¨ªstico y social de todo un a?o, y para ello es fundamental que quienes gestionen una empresa de tal envergadura superen los complejos y condicionantes que hasta ahora han venido mostrando.
En unos y otros mandatos, desde las primeras elecciones municipales, o bien las pol¨ªticas o bien las personas encargadas de llevarlas a cabo han fallado en el consistorio municipal, en un fen¨®meno que se ha querido identificar con la propia idiosincrasia del cordob¨¦s, pero que es s¨®lo imputable a la incapacidad de las fuerzas pol¨ªticas para, por s¨ª mismas o conjuntamente, provocar unas corrientes de movimientos centr¨ªfugos y centr¨ªpetos que nos proyectasen hacia el exterior en unos casos y nos permitiesen atraer desde fuera, en otros, aquellos recursos de todo tipo que sirven para identificar el desarrollo integral de una sociedad.
Se trata de ganarse y ostentar un liderazgo social y pol¨ªtico, hoy ausente, que consiga poner en marcha y conducir un proyecto en el que se produzca una implicaci¨®n de las fuerzas sociales, hasta ahora desconocida, con toda seguridad, por la desconfianza existente.
No hablamos de ofrecer el mejor slogan o protagonizar la mejor pose fotogr¨¢fica en las vallas publicitarias. Lo hacemos de saber transmitir esa ilusi¨®n que s¨®lo unos pocos consiguen cuando afrontan el reto de dirigir y coordinar los recursos humanos.
No soy optimista al respecto y mucho me temo que ese porcentaje de indecisos que ahora establecen las encuestas, no encuentren un destino ¨²til a su voto y, o bien se abstengan de ir a las urnas, o bien acudan a ellas sin la seguridad de encontrar en la opci¨®n votada la respuesta que cabr¨ªa esperar.
Enrique Bellido Mu?oz es senador del PP por C¨®rdoba
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.