La universidad en el ojo del hurac¨¢n
Sostiene la autora que una universidad presencial
Desde hace algunas semanas la Universidad del Pa¨ªs Vasco se encuentra, desgraciadamente, en el epicentro de la actualidad. Ello es debido b¨¢sicamente a dos cuestiones vinculadas con el terrorismo que asola al Pa¨ªs Vasco. Una de ellas se encuentra relacionada con la obtenci¨®n de una plaza de profesor titular por parte del presunto etarra Joseba Mikel Garmendia, y la segunda gira en torno a las acusaciones de trato de favor hacia el importante n¨²mero de presos de la banda terrorista ETA que cursan estudios en la UPV.
Este ¨²ltimo aspecto ha sido objeto de un reciente art¨ªculo de mi compa?ero de facultad Imanol Zubero y publicado en este mismo peri¨®dico bajo el t¨ªtulo Presos en la UPV. En ¨¦l, y situ¨¢ndose en su propia experiencia "como profesor de esa sufrida UPV", se pon¨ªa en entredicho cualquier trato de favor a los presos de ETA que cursaban sus estudios en nuestra Universidad, manifestando tambi¨¦n que ni defensores ni detractores del actual sistema de integraci¨®n de los presos como alumnos de la UPV-EHU se hab¨ªan pronunciado acerca de las carencias t¨¦cnicas de ¨¦sta para asumir esa tarea. Respetando profundamente la opini¨®n del profesor Zubero, no puedo por menos que poner de manifiesto mi discrepancia con algunas de las afirmaciones que realiza en su art¨ªculo.
En primer lugar, afirma que "los presos tienen vetado, por razones obvias, cursar licenciaturas experimentales, es decir, aquellas que exigen la realizaci¨®n de pr¨¢cticas en laboratorios, ya sean estas cient¨ªficas o tecnol¨®gicas". Las razones obvias que no cita es que, al encontrarse el preso recluido en un centro penitenciario, no puede llevar a cabo ninguna de esas pr¨¢cticas, por otro lado obligatorias para la obtenci¨®n del t¨ªtulo acad¨¦mico. Pues bien, en la UPV existen presos de ETA matriculados en licenciaturas experimentales, y este es un dato comprobable. Lo que procede preguntarse es c¨®mo logran superar los cr¨¦ditos pr¨¢cticos de las carreras respectivas.
En segundo lugar, resulta significativo, que alrededor de 300 presos de ETA que realizan estudios universitarios opten por hacerlo a trav¨¦s de la UPV y no de la UNED, instituci¨®n que, por estar dise?ada para la formaci¨®n a distancia, cuenta con la estructura y los medios materiales y humanos adecuados para asumir dicha funci¨®n. Este tema, que hab¨ªa sido cuestionado internamente en la UPV-EHU y respecto del que no se hab¨ªa llegado a ning¨²n consenso, fue planteado hace varios meses por un grupo de docentes en un programa de TVE-1, cuesti¨®n que gener¨® un cierto malestar entre responsables del equipo rectoral de nuestra universidad.
La UPV es una universidad presencial. Ello supone, ni m¨¢s ni menos, que carece de los mecanismos adecuados para asegurar desde el punto de vista t¨¦cnico el proceso formativo de los alumnos a distancia, como son los presos de ETA. Veamos, por poner s¨®lo un ejemplo, el sistema de ex¨¢menes a alumnos presos en la UNED y en la UPV. Mientras la primera instituci¨®n env¨ªa un tribunal compuesto por miembros de su profesorado a los centros penitenciarios con el fin de controlar el proceso examinador, el profesor de la UPV que debe evaluar a un alumno preso deposita el examen en la secretar¨ªa de la facultad correspondiente, en un sobre dirigido al preso. Desde all¨ª, y a trav¨¦s de una instituci¨®n acad¨¦mica interpuesta utilizada como soporte administrativo, se env¨ªa el examen al responsable educativo de la c¨¢rcel, quien despu¨¦s de realizar la prueba vuelve a remitir el examen, recorriendo el mismo camino de vuelta hasta llegar al profesor para que lo eval¨²e.
?En cu¨¢ntos momentos del recorrido descrito pueden darse interferencias? La respuesta es clara: desde hace 15 a?os y hasta el momento presente la UPV-EHU, carece de controles directos durante todo el proceso examinador sobre lo que est¨¢ ocurriendo. No me negar¨¢n que las garant¨ªas resultan infinitamente menores en el segundo caso y que no parece serio que el sistema de control se realice de esta manera. Pero adem¨¢s, el examen no es la forma mas com¨²n de evaluar salvo en determinadas licenciaturas. Mi compa?ero Imanol Zubero reconoce que los alumnos presos que se presentan a la evaluaci¨®n en sus asignaturas realizan trabajos, puntualiza, "similares a los que han de hacer los alumnos normales". La diferencia entre un alumno presencial, al que se le permite la posibilidad de un trabajo, es que ¨¦ste puede y debe ser controlado. ?Podemos dar fe de qui¨¦n ha realizado el trabajo si no se efect¨²an dichos controles?
Partiendo de lo anterior, cabe preguntarse acerca de qu¨¦ inter¨¦s anima a amplios sectores de la comunidad pol¨ªtica y acad¨¦mica vasca en seguir manteniendo a los presos de ETA como alumnos de la UPV-EHU. Sin hacer demagogias, no se puede invocar en este sentido el derecho a la educaci¨®n al objeto de asegurar una reinserci¨®n efectiva de los reclusos. Este derecho se ver¨ªa en mayor medida garantizado si se pasara a integrar al referido colectivo en la UNED.
En mi opini¨®n, la limpieza del proceso educativo (con especial referencia a la faceta evaluadora) no puede ser adecuadamente garantizada en una universidad como la UPV-EHU, fuertemente sacudida por el impacto del fen¨®meno terrorista. ?O cree alguien con dos dedos de frente que la decisi¨®n de suspender a un preso etarra carece de consecuencias para el profesor que la adopta? En la UPV hay miedo, y es evidente que el mismo condiciona fuertemente toda actuaci¨®n que se adopte en este sentido.
En las ¨²ltimas fechas, destacadas personalidades pol¨ªticas empezando por la consejera de Educaci¨®n del Gobierno vasco, Anjeles Iztueta, han defendido la permanencia de los presos de ETA en la UPV en aras a garantizar el derecho a la educaci¨®n, en este caso universitaria, y a trav¨¦s de la misma la reinserci¨®n de los reclusos. El argumento, cuando menos, me parece falaz, porque pretende dar a entender que aquellos que nos hemos manifestado favorables a la asunci¨®n de los presos de ETA por la UNED deseamos negar el referido derecho a estos ciudadanos. Nada m¨¢s lejos de la realidad, ?o es que puede alguien dudar que las personas que cursan carreras en la UNED no ejercen el derecho a la educaci¨®n en igualdad de condiciones con un alumno de una universidad presencial?
Lo que queremos garantizar es, simplemente, la limpieza del sistema. Y guste o no la UPV-EHU no est¨¢ actualmente en condiciones de hacerlo. Es evidente que la UNED se encuentra m¨¢s preparada para asumir la formaci¨®n a distancia, ya que esa es su raz¨®n de ser. Pero, adem¨¢s, puede garantizar absolutamente la transparencia del proceso, cosa que la UPV no est¨¢ en condiciones de asegurar.
Gotzone Mora es profesora de la UPV-EHU.
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