El Gobierno de Serbia declara la guerra a las mafias tras el asesinato de Djindjic
El ministro del Interior asegura que "el que se resista a su detenci¨®n, ser¨¢ liquidado"
El Gobierno de Serbia ha declarado la guerra a las mafias que act¨²an con absoluta impunidad en el pa¨ªs. Un d¨ªa despu¨¦s del asesinato del primer ministro Zoran Djindjic, el Gobierno se?ala al grupo mafioso de Zemun, un barrio al oeste de Belgrado, como responsable del atentado que cost¨® la vida a Djindjic. Todo indica que el magnicidio estaba m¨¢s que anunciado. Un semanario, aparecido en la ma?ana del crimen, titulaba en primera p¨¢gina con el anuncio de un atentado contra Djindjic. El ministro del Interior de Serbia dijo: "El que se resista a su detenci¨®n, ser¨¢ liquidado".
Ver para creer. La realidad supera en ocasiones lo que ni las imaginaciones m¨¢s calenturientas podr¨ªan concebir. El mismo d¨ªa del asesinato de Djindjic apareci¨® por la ma?ana en los quioscos de Belgrado, con fecha del d¨ªa anterior, el semanario Identitet (Identidad), una publicaci¨®n dise?ada con el estilo de la prensa amarilla. Los expertos la sit¨²an como pr¨®xima a las fuerzas especiales de la polic¨ªa serbia, conocidas como boinas rojas.
El semanario, aparecido en la ma?ana del crimen, public¨® en primera p¨¢gina un titular a toda plana que anunciaba: "Djindjic, objetivo de francotirador. Serbios de La Haya pidieron atentado". La ausencia de art¨ªculos en serbio impide interpretar si se trataba de un o el francotirador y de el o un atentado. No obstante, queda de manifiesto, de forma palpable, que la muerte de Djindjic estaba m¨¢s que anunciada.
La informaci¨®n que sirve de base al escandaloso titular es un material elaborado por varios agentes de servicios de informaci¨®n. En tres p¨¢ginas se recogen los informes de los agentes y en un p¨¢rrafo se cita una conversaci¨®n de un antiguo miembro de las unidades especiales de la polic¨ªa, los boinas rojas, que hab¨ªa pasado a la escolta del primer ministro asesinado: "Djindjic estableci¨® muy buenas relaciones con la gente de Surcin y ¨¦l seguramente no ve en ello un peligro para su seguridad, pero tiene miedo, como ¨¦l mismo asegura, de que un francotirador acabe con ¨¦l por dinero y a petici¨®n de la gente que personalmente entreg¨® a La Haya". Surcin, el barrio donde se encuentra el aeropuerto de Belgrado, da nombre a uno de los grupos mafiosos m¨¢s importantes. Se atribu¨ªan a Djindjic contactos con este grupo. El ex presidente de Yugoslavia, Vojislav Kostunica, lo denunci¨® en sus campa?as electorales frustradas por la presidencia de Serbia. A pesar de estas acusaciones, Djindjic hab¨ªa anunciado una campa?a contra el crimen organizado y las mafias.
En una investigaci¨®n sobre los grupos mafiosos de Belgrado, la periodista Gordana Igric hab¨ªa manifestado su escepticismo ante estos planes. En un art¨ªculo publicado el pasado 7 de marzo, Igric conclu¨ªa: "El problema para Zoran Djindjic es que, enfrentado a fuerzas toleradas por largo tiempo, ahora se arriesga a darse cuenta de que ellos tienen m¨¢s poder que ¨¦l".
Al concluir la reuni¨®n celebrada la noche tras el asesinato, el Gobierno declar¨® la guerra al crimen organizado y mencion¨® de forma expresa al llamado clan de Zemun, grupo rival de los de Surcin. Zemun es un barrio de Belgrado, de estilo imperio austroh¨²ngaro, feudo del caudillo ultranacionalista fascistoide Vojislav Seselj y su Partido Radical Serbio (SRS). Seselj se encuentra preso en las c¨¢rceles del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia de La Haya (TPIY).
Antes de entregarse a La Haya, Seselj formul¨® advertencias que ahora pueden interpretarse como amenazas contra Djindjic. El diario Danas recordaba que Seselj entreg¨® a la prensa unas notas donde advert¨ªa de que Milorad Lukovic y Dusan Spasojevic ten¨ªan planes de destruir el Gobierno de Djindjic. Este par de elementos, ahora fugitivos, los menciona el Gobierno como cabecillas del clan de Zemun.
Spasojevic, alias El Alban¨¦s, es al parecer el jefe. Lukovic, alias Legi¨®n por su estancia en este cuerpo armado franc¨¦s, un ex jefe de las boinas rojas, parece ser el encargado de los trabajos ejecutivos. El Gobierno atribuye a Zemun, compuesto por 200 individuos, unos 300 delitos. En la lista de cr¨ªmenes que, a buenas horas, atribuye el Gobierno a estos personajes figura una antolog¨ªa de los asesinatos m¨¢s espectaculares cometidos en los ¨²ltimos a?os en Serbia: secuestro y asesinato del antiguo primer ministro de Serbia Ivan Stambolic; atentado contra el pol¨ªtico Vuk Draskovic, en el que murieron sus cuatro acompa?antes y ¨¦l result¨® ileso; docenas de secuestros; m¨¢s de 50 asesinatos; narcotr¨¢fico; bombas y un atentado fallido contra Djindjic, el 21 de febrero.
A este personal, el Gobierno le ha declarado la guerra. El ministro del Interior, Dusan Mihajlovic, jur¨® ayer "vengar la muerte y continuar la obra de Djindjic". Nebojsa Covic, viceprimer ministro que act¨²a como portavoz, anunci¨® ayer en la emisora B-92 la detenci¨®n de 40 presuntos mafiosos, aunque reconoci¨® que los principales sospechosos segu¨ªan fugados.
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