Con un euro fuerte
La econom¨ªa estadounidense ha ido perdiendo en la crisis gran parte de las bondades que el largo ciclo expansivo de los noventa hab¨ªa deparado. Desde finales de 2002 se han anulado las ganancias de productividad, la inflaci¨®n ha comenzado a repuntar y las necesidades de financiaci¨®n del sector p¨²blico (podr¨ªan rebasar el 3% del PIB este a?o) y, en general, del conjunto de la econom¨ªa, se han disparado. La cobertura de hasta un 5% sobre el PIB que representa el d¨¦ficit por cuenta corriente estadounidense a?ade a¨²n mayor vulnerabilidad a las perspectivas de crecimiento econ¨®mico e inestabilidad a los mercados financieros, al convivir con un escenario de menores flujos de capitales y elevada aversi¨®n al riesgo.
Una apreciaci¨®n del euro podr¨ªa tener efectos favorables en t¨¦rminos de capitalizaci¨®n de la econom¨ªa
Con el objetivo de corregir este desequilibrio, el desempe?o de las pol¨ªticas cambiarias va a resultar determinante en los pr¨®ximos meses, tras el aparente abandonado por parte de la Administraci¨®n estadounidense de la m¨¢xima de d¨®lar fuerte (estimamos la paridad de poder de compra en torno a 1,17 d¨®lares por euro). Este cambio, no obstante, puede resultar inc¨®modo para las autoridades europeas, mientras su econom¨ªa permanece inmersa en un ajuste econ¨®mico que podr¨ªa haber sido m¨¢s intenso sin la aportaci¨®n exterior. De las ocho d¨¦cimas que creci¨® el producto del ¨¢rea euro en 2002, seis se justifican por la demanda externa, por lo que cabr¨ªa pensar que con un euro m¨¢s fuerte, el pasado ejercicio se hubiera saldado con resultados m¨¢s traum¨¢ticos.
Sin embargo, ante una pulso tan d¨¦bil del comercio internacional, no parece aconsejable que el dinamismo de una econom¨ªa dependa s¨®lo de las exportaciones. Y en segundo lugar, una apreciaci¨®n del euro podr¨ªa tener efectos favorables en t¨¦rminos de capitalizaci¨®n de la econom¨ªa, tras varios a?os en los que la ratio capital trabajo ha sufrido un deterioro significativo respecto a EE UU. Al mismo tiempo, disminuye las presiones inflacionistas y neutraliza el impacto de la subida del petr¨®leo, otorgando mayor margen de bajada de los tipos de inter¨¦s. Sin apenas capacidad de actuaci¨®n de las pol¨ªticas fiscales en las dos principales econom¨ªas del ¨¢rea, tendr¨¢ que ser la pol¨ªtica monetaria la que trate de estimular las decisiones de consumo e inversi¨®n de los agentes econ¨®micos. Mientras el tipo de cambio siga apreci¨¢ndose y los indicadores de actividad permanezcan estancados, ?qu¨¦ podr¨ªa justificar una actitud pasiva del BCE?
Alfonso Garc¨ªa Mora y C¨¦sar Cantalapiedra son socios de Analistas Financieros Internacionales.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.