Tamudo tumba al M¨¢laga de penalti y en el ¨²ltimo minuto

En un puro y extremado ejercicio de lo que significa jugar bajo m¨ªnimos, Tamudo tumb¨® al M¨¢laga, de penalti y en el ¨²ltimo minuto. Hasta entonces resisti¨® un M¨¢laga diezmado tras la expulsi¨®n de Contreras al filo del descanso. Y hasta entonces no acert¨® el Espanyol a pegarle el tiro de gracia al equipo andaluz porque De la Pe?a fall¨® el 2-0, cuando estaba solo ante Arnau, y porque a Roger le falt¨® una pizca de suerte para sentenciar. Pero su tiro peg¨® en la cepa del palo y el Espanyol, a fuerza de especular con el 1-0, contemporiz¨® tanto que acab¨® concedi¨¦ndo el gol a un M¨¢laga de lo m¨¢s manso que se haya visto.

Todo fue al l¨ªmite en Montju?c, al borde del ataque de nervios en la grada y de la desesperaci¨®n en el campo. Es en ese terreno en el que viene movi¨¦ndose el Espanyol de Clemente de un tiempo a esta parte. Fiado a una robustez defensiva en aras de la que se sacrifica casi todo el entramado: act¨²a s¨®lo con un punta (Tamudo), con una defensa de cuatro y un escoba por delante (Morales). Y por m¨¢s que se encontrara a un M¨¢laga tan plano, con tantos inconvenientes -inmerso de pleno en su epopeya europea, lesionado nada m¨¢s empezar Valcarce y enseguida diezmado-, el Espanyol no fue capaz de marcar diferencias hasta el final. Por eso lo pas¨® tan mal.

De la Pe?a teji¨® todo el tiempo. Tiene lo Pelat tal hambre de bal¨®n que, a veces, su omnipresencia resulta empalagosa y hasta improcedente, porque se solapa con Roger, al que molesta. Eso s¨ª, de sus botas, preparadas para sacar chispas de cada jugada, salieron los pocos toques sutiles e interesantes del partido. Un pase corrido a ?scar que este no acert¨® a controlar pudo concluir en el primer gol. Sin embargo, el juego que trenz¨® De la Pe?a careci¨® de soluci¨®n de continuidad, de pegada. El primer tiro entre los palos no lleg¨® hasta el minuto 52. Fue el primer gol. La jugada, como casi todas, la empez¨® De la Pe?a y la concluy¨® Tamudo, el ¨²nico que aporta contundencia atacante en el Espanyol. ?l partido le perteneci¨®. Una cabalgada suya fue la que forz¨® la entrada a destiempo y la expulsi¨®n de Contreras, marc¨® el primer gol y, pese a que hace una semana en Huelva fall¨® una pena m¨¢xima vital, asumi¨® ayer la responsabilidad de lanzar el penalti en el tiempo de descuento. Marc¨® y el Espanyol dej¨® los puestos de descenso.