El miedo a la guerra se apodera de los iraqu¨ªes y vac¨ªa las calles de Bagdad
Los ciudadanos se preparan contra los saqueos y venganzas m¨¢s que contra las bombas
Ahora s¨ª. Despu¨¦s de tantas amenazas, r¨¦plicas, d¨²plicas y contrarr¨¦plicas entre George W. Bush y Sadam Husein, muchos bagdad¨ªes se han dado cuenta de que la guerra se les viene encima. En una ciudad de m¨¢s de cuatro millones de habitantes, donde hasta hace cuatro d¨ªas mucha gente mostraba una calma absoluta, a¨²n siguen improvis¨¢ndose partidos de f¨²tbol en las calles y sigue habiendo peatones sonrientes que cuando se les pregunta qu¨¦ piensan hacer responden con el consabido refr¨¢n iraqu¨ª de "hombre mojado no teme la lluvia". Pero los taxis todoterreno que hace una semana cobraban s¨®lo 90 d¨®lares por viajar desde Bagdad a la capital de Jordania ayer ped¨ªan entre 500 y 700 d¨®lares.
Ahora s¨ª. En el hotel Rimal, donde sol¨ªan alojarse los inspectores de la ONU, ayer por la ma?ana ya no se encontraban aparcados en la puerta los siete todoterrenos blancos que sol¨ªan usar. En su lugar, varios alba?iles tapiaban las entradas del hotel con ladrillo. Muchos colegios de primaria ha dado vacaciones indefinidas a sus alumnos. La calle Palestina, que dispone de m¨¢s de un kil¨®metro de tiendas a izquierda y derecha, ayer por la tarde las ten¨ªa todas cerradas. Los comerciantes han sacado sus enseres de los locales y se los han llevado a casa. Y el d¨®lar se cotizaba m¨¢s alto que nunca. "La gente s¨®lo quiere comprar d¨®lares", comenta el propietario de una casa de cambio de divisas. "Ahora el d¨®lar vale 2.700 d¨ªnares y hace unos d¨ªas no pasaba de 2.400".
Entra en el local un amigo del propietario, un agente inmobiliario de unos 60 a?os, y vaticina lo que va a ocurrir: "Pasar¨¢ lo que en Alemania cuando cayeron los nazis, que el marco se devalu¨® un mont¨®n. Y ¨¦ste es el momento de comprar d¨®lares". "Y habr¨¢ venganzas y saqueos", contin¨²a el agente inmobiliario. "Los iraqu¨ªes tememos m¨¢s al saqueo que a las bombas".
-?Y no har¨¢ nada usted para protegerse?
-Yo voy armado.
La frase la ha pronunciado medio en broma, pero se echa a un lado la chaqueta y deja ver una pistola de cachas marrones. Enseguida deja de hablar ingl¨¦s, que lo pod¨ªa entender su amigo, y empieza a expresarse en franc¨¦s: "D¨ªgale a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar que le estamos muy agradecidos. A ver si acaban ya con este r¨¦gimen".
-?No cree que los medios pueden ser demasiado expeditivos?
-Aunque sea con una guerra. El 90% de la poblaci¨®n no lo quiere. Hay que echarlo, porque irse no se va a ir. Esta guerra no durar¨¢ m¨¢s de 10 d¨ªas. Los soldados se rendir¨¢n. Y la gente no va a luchar en las calles.
En realidad, mucha agitaci¨®n de lucha no hay. Ayer hubo manifestaciones en Bagdad. Se ve¨ªan j¨®venes con banderas de Irak, pero todo en un ambiente relajado, casi festivo. La preocupaci¨®n de muchos, m¨¢s que luchar, es sobrevivir. "Yo no voy a Siria o a Jordania porque tengo tres o cuatro casas aqu¨ª en Bagdad y no me atrevo a dejarlas vac¨ªas. Pero habr¨¢ mucho caos en esta ciudad y habr¨¢ que estar muy preparados", se?alaba el agente inmobiliario.
"La gente se sentir¨¢ muy segura durante el d¨ªa", vaticina una administrativa. "Pero todos sabemos que cuando llegue la noche todo ser¨¢ horroroso. Porque en la guerra de 1991 los bombardeos eran casi siempre de noche. Todo el que vive cerca de un cuartel o una sede del partido Baaz intenta cambiarse casa. Yo vivo en un barrio seguro, pero mi edificio es un bloque viejo y mi apartamento est¨¢ en un tercer piso. Hemos empaquetado todo para cambiarnos pero no es tan f¨¢cil encontrar casas alquiladas a buen precio".
Durante los ¨²ltimos tres d¨ªas, los funcionarios del Ministerio de Informaci¨®n han sacado en carretillas todo tipo de archivos, mientras alg¨²n militar cavaba una trinchera en la acera del edificio a un ritmo lent¨ªsimo. En las entradas de algunos puentes hay sacos de arena preparados para el combate.
La televisi¨®n convocaba a los bagdad¨ªes a la manifestaci¨®n de la tarde. Y en un canal se inform¨® de que la cumbre de las islas Azores parec¨ªa una opereta y que Aznar se mostr¨® muy nervioso e inseguro en sus respuestas a los periodistas.
Ayer por la tarde, a la entrada del barrio de Thaaura, en una calle que es como un inmenso supermercado al aire libre, la gente se apelotonaba comprando y vendiendo bidones de gas¨®leo de 200 litros, para cocinar o para calentar agua, sacos de d¨¢tiles, patatas, harina. "Yo tengo en mi casa ya 250 kilos de harina", comentaba un ingeniero mec¨¢nico.
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