Sadam rechaza el ultim¨¢tum de Bush
El lenguaje del Gobierno iraqu¨ª se endurece contra EE UU, mientras la poblaci¨®n pierde las esperanzas
Sadam Husein rechaz¨® ayer el ultim¨¢tum de Estados Unidos para que ¨¦l y sus hijos abandonen Irak. Desafiante y en uniforme militar por primera vez desde la guerra del Golfo, el presidente iraqu¨ª puso fin a las tenues esperanzas de evitar la guerra de los iraqu¨ªes. "Las esposas y las madres de los americanos que nos combatan van a llorar l¨¢grimas de sangre", amenaz¨® su hijo Uday. Un ¨²ltimo esfuerzo diplom¨¢tico ¨¢rabe tambi¨¦n qued¨® abortado. Como si contuviera el aliento, la capital iraqu¨ª se fue apagando poco a poco a lo largo de la jornada. Llegada la noche, resultaba dif¨ªcil coger un taxi, y s¨®lo hombres con uniforme del partido y periodistas se aventuraban a salir por sus calles.
"Las esposas y las madres de los americanos van a llorar l¨¢grimas de sangre"
"Irak no toma el camino que le marcan los extranjeros", asegur¨® el presidente
"Irak no toma el camino que le marcan los extranjeros y no elige a sus l¨ªderes siguiendo consignas de Washington, Londres o Tel Aviv", fue la respuesta del l¨ªder iraqu¨ª a George W. Bush.
Ninguna sorpresa. Sadam ya hab¨ªa anunciado que prefer¨ªa la muerte al exilio. Aun as¨ª, algunos observadores esperaban una oferta de ¨²ltima hora para evitar la guerra. Fuentes diplom¨¢ticas ¨¢rabes manifestaron a esta enviada que consideraban "altamente improbable" esa posibilidad. Y sin embargo, nadie quer¨ªa tirar la toalla. "Seguiremos presionando incluso una vez que empiecen las operaciones militares", se?al¨® uno de los interlocutores.
Demasiado tarde para la diplomacia. El secretario general de la Liga ?rabe, el egipcio Amr Musa, tuvo que cancelar el ¨²ltimo esfuerzo ¨¢rabe, seg¨²n todos los indicios, ante la negativa de Sadam a recibirle. El d¨ªa anterior, el presidente de T¨²nez, Zine el Abidine Ben Al¨ª, le hizo llegar un mensaje con su ministro de Exteriores, pero la embajada de ese pa¨ªs neg¨® a este diario que le propusiera el exilio.
El rechazo a la ¨²nica salida posible para EE UU se adopt¨® en una reuni¨®n conjunta del Consejo de Mando de la Revoluci¨®n y la direcci¨®n del Partido Baaz, presidida por Sadam Husein. En un pa¨ªs donde los gestos resultan muy significativos, no pas¨® inadvertido que, por primera vez desde poco despu¨¦s de la guerra del Golfo (1991), el presidente vest¨ªa uniforme militar como si quisiera transmitir una imagen de defensor de la naci¨®n. Hasta ahora, en todas las im¨¢genes de televisi¨®n en las que aparec¨ªa con sus comandantes segu¨ªa llevando traje civil. "Hemos pasado de la fase diplom¨¢tica a la fase de seguridad", apuntaba un diplom¨¢tico.
Y los iraqu¨ªes son muy conscientes de ello. Ayer, Bagdad amaneci¨® inusualmente silenciosa. El ruido de las bocinas que atrona el centro cada ma?ana se hab¨ªa reducido al nivel de los viernes, pero, a diferencia de ese d¨ªa de descanso semanal, muchas tiendas y restaurantes no abrieron sus puertas. Los m¨¢s rezagados hac¨ªan compras de ¨²ltima hora a precios muy superiores a los del d¨ªa anterior y en muchos comercios prefer¨ªan cobrar en d¨®lares ante un dinar en continuo descenso.
Durante toda la ma?ana fue imparable el trasiego de furgonetas con muebles, enseres y mercanc¨ªas que sus propietarios trataban de poner a salvo. Incluso los funcionarios del Ministerio de Informaci¨®n sacaron del edificio las m¨¢quinas que distribuyen el servicio de noticias de la agencia oficial. Pero lo sorprendente no era eso, sino que en la calle Saad¨²n a¨²n hubiera un empleado de la telef¨®nica arreglando un registro o que la peluquer¨ªa de la plaza de Ramad¨¢n siguiera abierta.
Quienes no han decidido salir de la ciudad se fueron encerrando en sus casas poco a poco hasta ir dejando las calles desiertas. "Yo me quedo", aseguraba contra viento y marea Omar, propietario de un destacado restaurante de la calle Arrasad al Hindia, con dinero y medios para haber alquilado casa en Amm¨¢n o en Damasco. "Quiero ver lo que pasa", insist¨ªa en un tono entre preocupado y esperanzado. Los periodistas eran sus ¨²ltimos clientes y ya no pod¨ªa ofrecer la mayor¨ªa de los platos de la carta. "Los proveedores no me sirven", lamentaba a punto de cerrar.
Mientras, el r¨¦gimen, completamente desconectado de la calle, manten¨ªa su ret¨®rica. "Irak y su pueblo est¨¢n listos para afrontar y repeler a los agresores que nos invadan", rezaba el comunicado difundido tras el Consejo de Ministros, que tambi¨¦n presidi¨® Sadam. En otro gesto de desaf¨ªo, Uday, el hijo mayor del l¨ªder iraqu¨ª, tach¨® de "inepto" a Bush y dijo que "es ¨¦l quien deber¨ªa abandonar el poder". Uday retom¨® la amenaza del terrorismo y asegur¨® que si se produce el ataque "obligar¨¢ a Irak a ampliar la guerra contra Estados Unidos".
M¨¢s tarde, el titular de Exteriores, Nayi Sabri al Hadithi, repiti¨® algunas de esas ideas en una comparecencia ante la prensa internacional acreditada en Bagdad. Sabri, un ex periodista, doctorado en literatura inglesa y caracterizado por su agudo sentido del humor, se mostr¨® taciturno y utiliz¨® el lenguaje m¨¢s duro que nunca se ha o¨ªdo en boca de un alto funcionario iraqu¨ª. Llam¨® "idiota" a Bush, de quien dijo que no sab¨ªa si Espa?a era una monarqu¨ªa o una rep¨²blica, y pidi¨® su exilio "porque es ¨¦l quien est¨¢ poniendo en peligro a todo el mundo". Asimismo critic¨® al secretario general de la ONU, Kofi Annan, por haber retirado a todo su personal de Irak. "La organizaci¨®n mundial ha abandonado sus obligaciones", afirm¨®.
Sadam tambi¨¦n mantuvo ayer una reuni¨®n estrat¨¦gica con el responsable de la Guardia Republicana, su hijo Qusay; el ministro de Defensa, Sult¨¢n Hashim Ahmed, y los jefes de la fuerza a¨¦rea y la defensa. Fuentes cercanas al estamento militar aseguraron a este diario que hasta ayer los generales no hab¨ªan "recibido ninguna instrucci¨®n precisa" sobre c¨®mo afrontar la guerra. El hecho de que ni en Bagdad ni en sus alrededores se aprecie movimiento alguno de tropas ha desatado las especulaciones sobre las intenciones del dirigente iraqu¨ª.
Verg¨¹enza por no echar al l¨ªder
"Nos da verg¨¹enza no haber hecho nada para librarnos de ¨¦l y aplaudir ahora a estadounidenses y brit¨¢nicos". ?l es, por supuesto, Sadam Husein, y quien as¨ª habla, un ex oficial del Ej¨¦rcito iraqu¨ª formado en la Academia Militar de Sandhurst (Reino Unido), que ve con enorme tristeza c¨®mo su pa¨ªs se prepara para recibir un nuevo castigo militar por el
pecado
de tener al frente de su destino al hombre equivocado.
"Los iraqu¨ªes tenemos tanto miedo de Bush como de Sadam", asegura, "porque uno va a bombardearnos en cualquier momento y el otro no sabemos c¨®mo va a reaccionar". Mucha de la gente que ¨¦l conoce teme que si los norteamericanos llegan a tomar una parte de Bagdad, su presidente les bombardee incluso con armas qu¨ªmicas, si las tiene. "Es lo que en el lenguaje militar llamamos bombardeo de seguridad, y no ser¨ªa la primera vez que Sadam recurra a algo as¨ª", manifiesta con conocimiento de causa.
Este antiguo profesor de Estrategia en la Escuela Militar de Bagdad, a quien llamar¨¦ Abu Faruk, est¨¢ convencido de que los soldados iraqu¨ªes no opondr¨¢n resistencia al avance del Ej¨¦rcito estadounidense. "He hablado con mis antiguos compa?eros, algunos son ahora generales, y me han reconocido que no van a luchar", conf¨ªa. "La desproporci¨®n de fuerzas es demasiado acusada, no tienen nada que hacer", justifica convencido de que eso ser¨¢ lo mejor para todos.
"Si los norteamericanos toman la ciudad en una semana o diez d¨ªas, las bajas ser¨¢n limitadas y todo estar¨¢ bajo control, pero si los iraqu¨ªes aguantan diez d¨ªas, la batalla se puede prolongar tres meses, y entonces el precio ser¨¢ mucho mayor, y la lucha, muy sucia", concede Abu Faruk.
?Y la Guardia Republicana? "Nadie va a luchar", insiste, "tan s¨®lo los 10.000 fieles de la Guardia Republicana Especial". Se refiere a un cuerpo de ¨¦lite extra¨ªdo de entre los familiares y allegados al presidente iraqu¨ª, en su mayor¨ªa originarios de Tikrit, su regi¨®n natal. "Ellos formar¨¢n un c¨ªrculo alrededor suyo y le proteger¨¢n hasta la muerte porque su destino est¨¢ ligado al de ¨¦l, pero los dem¨¢s no tienen nada que ganar. Durante veinte a?os no han recibido nada y no le dar¨¢n nada", afirma.
Abu Faruk, que se fogue¨® como militar durante la guerra contra Ir¨¢n, se dio cuenta de que el hombre al que hab¨ªa servido como jefe supremo de los ej¨¦rcitos estaba conduciendo su pa¨ªs a la deriva cuando orden¨® la invasi¨®n de Kuwait. "Ning¨²n gobernante en su sano juicio mantiene una guerra permanente", explica, "incluso la Segunda Guerra Mundial se termin¨® en cinco a?os. Y nosotros no hab¨ªamos a¨²n cicatrizado las heridas de la guerra con Ir¨¢n cuando nos vimos envueltos en un conflicto absurdo con Kuwait, un pa¨ªs con el que nos unen muchos lazos personales".
Pero esta visi¨®n amarga de la historia m¨¢s reciente de su pa¨ªs no significa que Abu Faruk guarde muchas simpat¨ªas hacia EE UU. Este hombre que ha rehecho con ¨¦xito su vida como civil responsabiliza a Washington de haber creado el monstruo al que ahora quiere cortar la cabeza. "Primero nos utilizaron en la guerra contra Ir¨¢n y luego ayudaron a Sadam a permanecer en el poder", asegura; "fueron los norteamericanos los que le advirtieron de los cuatro o cinco intentos de golpe de Estado que se planearon contra ¨¦l en los a?os ochenta".
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